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El triunfo de los pequeños detalles
La Resaca

El triunfo de los pequeños detalles

El Granada está invicto en este inicio de Liga, demostrando una gran versatilidad y aprovechando el buen momento de varios jugadores

Rafael Lamelas

GRANADA

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Martes, 11 de septiembre 2018, 01:59

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1. Pocos aventuraban un inicio tan fulgurante del Granada en Liga, con una recolecta de ocho puntos y posición de fase de ascenso tras cuatro partidos. El calendario anunciaba salidas a campos de dos recién ascendidos, Elche y Extremadura, con las ventajas que suponen para ellos la inercia positiva y una atmósfera eufórica entre el público, o un césped precario en el caso del Francisco de la Hera. Se añadía el recibimiento en Los Cármenes, entre las jornadas dos y tres, a un Lugo muy hecho a la categoría y de buen gusto y un Osasuna que se ha reforzado a conciencia. Los rojiblancos han salido indemnes de este tránsito, con dos victorias y los mismos empates, agarrados a un libro de estilo que, con matices, encaja como un guante con lo que exige la Segunda división.

2. Está siendo el triunfo de los pequeños detalles. Matices que ante la tremenda igualdad imperante se convierten en capitales para decantar la balanza, como advierten todos los entrenadores. Unos obedecen a lo fortuito, como la efectividad en la primera llegada a puerta, unos cuantos tiros aciagos del rival cuando el duelo se complica o la interpretación errónea de un árbitro, como protestaron los derrotados este domingo en el empujón de Germán a Enric Gallego. Otros nacen del puro trabajo, de la reiteración de una idea en los entrenamientos, del estudio concienzudo de las posibilidades propias y las de los contrarios, de la riqueza táctica para adaptarse a cualquier periodo del encuentro con cambios de dibujo o futbolistas que enriquecen el mosaico. De sacarle todo el provecho a una plantilla corta pero que, en lo positivo, permite que la gran mayoría se sienta enchufada, con diferencias muy difusas entre algunos titulares y suplentes. La Copa del Rey, el jueves, dará vuelo a los inéditos.

3. Diego Martínez ha gestado en poco tiempo un conjunto reconocible, que muta de piel a conciencia y respeta, sin restar ambición, este nivel y a sus ocupantes mediante discursos realistas y mensajes prudentes. No infravalora a nadie, pero plantea medidas distintas para erosionar a cada enemigo. Unas veces es la presión intensa en campo contrario, clave en los tantos conseguidos por Puertas ante el Lugo y en el primero frente al Extremadura –peleado por Ramos en su inicio–, con los mecanismos de ataque accionándose a todo gas, al igual que en la disputa que engalanó la actuación del almeriense, con persistencia en la pugna con Aitor para lograr el segundo tanto.

4. Otras veces aparece el repliegue intensivo, con generosas ayudas de los extremos, acercamiento entre mediocentros y centrales para las coberturas y alerta del portero para reaccionar ante cualquier despiste. Luego queda la inspiración, con Vadillo preciso en las filtraciones y Pozo con maneras de crack.

5. Sólo en contadas llegadas por banda de los adversarios, cuando la atención se ha visto mermada y los de delante no han retrocedido tanto al auxilio, los rojiblancos se han visto exigidos, algo vulnerables. A balón parado, sin embargo, la concentración ha sido plena y sólo se puede añadir a estas pegas la falta de balance defensivo en el contragolpe letal originado anteayer tras un córner propio dispuesto de manera ingenua que propició la parada y el saque rápido del portero, una estampida veloz del Extremadura y la llegada que culminó en gol para los azulgranas.

6. El entrenador del Granada sabía que si los cimientos mantenían la solidez desde un principio sólo tenía que esperar a que los de arriba soltaran amarras, adquirieran complicidad, orillaran complejos y que las lesiones respetaran. La dirección deportiva apostó por el rescate de varios futbolistas que estaban a la sombra de los titulares el curso anterior y por algunos fichajes que venían de un año sin destellos especiales.

7. No fue el mejor partido de Quini, pero su línea es más que decente desde que asió el protagonismo. El club no se podía permitir dos sueldos altos en el lateral, por lo que el cordobés ha terminado compartiendo cartel con Víctor Díaz. El onubense sigue imperturbable como central, descomunal por arriba.

8. La cúpula de mando asumió la salida de Pedro Sánchez, veterano que seguramente ya ha tocado el cénit de su carrera, por la fe en la redención de Antonio Puertas, que está compensando el voto de confianza con goles y entrega. Es el más voluntarioso también cuando hay que acantonarse o robar balón de todos los mediapuntas, con la sensación de que todavía puede dar más de sí. La elección entre experiencia y futuro se presentó también con Javi Varas y Rui Silva. El luso corrobora aquello que se veía en los entrenos: tiene unas posibilidades mayúsculas. Había que ponerlo y dejar que la cocción adquiera su punto.

9. Por qué se gana es la eterna pregunta en el fútbol. Lo que parece evidente es que vencer une al vestuario, contagia entusiasmo y fomenta la identificación con el proyecto. La imagen actual augura que incluso en días grises no debe de quedar duda de que los jugadores responden a un perfil solidario, no exento del talento que rezuman algunas luminarias. En el fondo de armario hay soluciones versátiles. Con Martínez se probó la zaga de tres centrales. Aguirre dotó de oficio a la medular. Pozo tiene una capacidad indudable de revolucionar el ataque.

10. La foto de la piña en el vestuario que difundió el club resume su estado, aunque sea un gesto común antes de los encuentros y frecuente tras los éxitos. Quedará por comprobar cómo reacciona este grupo cuando las cosas se tuerzan, que ocurrirá por la propia inercia de LaLiga 1|2|3. Será un momento de examinar la personalidad colectiva y el liderazgo de quienes deben hablar. Mientras tanto, los rojiblancos harán bien en aprovechar el buen momento de algunos futbolistas y seguir adaptándose a las circunstancias. Es temprano para soñar, pero sano sumar muchos puntos. Cruzar la frontera de los 50 cuanto antes.

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