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Fede Vico emprende la carrera en el partido ante el Almería. ALFREDO AGUILAR
Tres variantes en el once y un revulsivo que ejerce como tal
Granada CF

Tres variantes en el once y un revulsivo que ejerce como tal

La entrada de Rodri y Fede Vico desde el inicio hizo variar aspectos del juego rojiblanco en un partido que decantó Pozo

CAMILO ÁLVAREZ

GRANADA

Jueves, 1 de enero 1970

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«Todos son importantes y necesarios». Así explicó Diego Martínez la entrada en el once de tres jugadores que estaban siendo suplentes en las últimas semanas como Rodri, Fede Vico y Quini -este obligado por la sanción de Víctor Díaz-. El primero jugó por Adrián Ramos, algo que se podría justificar teniendo en cuenta que el cafetero sólo ha marcado un gol en lo que va de temporada, pero no por lo que aporta en el juego colectivo. Había una razón médica detrás de esta variante. «Ramos arrastraba un proceso gripal y prefiero tener minutos de calidad», antes que forzarlo a jugar desde el inicio dijo el entrenador del Granada.

Viendo el desarrollo del encuentro quedaron claras algunas cosas. Lo primero es que Rodri es un jugador de tremenda entrega que no escatima ningún esfuerzo. También que en ocasiones anda pasado de revoluciones y eso se le puede volver en contra. Un futbolista que tensa mucho la cuerda en su relación con los árbitros, ya que siempre busca contacto en el área para reclamar un penalti y lo protesta todo. Una amarilla le costó simular en una situación así ante el Almería.

Tiene instinto dentro del área, quizá más que Adrián Ramos, pero muestra otras carencias en la comparativa. Ramos cuenta con un imán para controlar balones perdidos. Lo baja casi todo, o prolonga las jugadas de cabeza. Pero sobre todo cuenta con la serenidad y la calidad de manejar la pelota todo el tiempo que sea necesario antes de regalarla a quien esté en situación más ventajosa.

La apuesta por Fede Vico contestaba a una realidad algo más acorde a lo que ha sucedido a lo largo de la temporada. El cordobés salió de la alineación después de completar su mejor actuación del curso, ante el Córdoba. Pero el rendimiento de Pozo fue incontestable desde entonces, así que Vico se tuvo que acostumbrar a vivir de los minutos que Diego Martínez le fue ofreciendo en las segundas partes.

Ayer volvió al once de inicio. Puso todo de su parte, pero el estrellato le correspondió a Pozo. Coincidieron en el campo y acabaron entendiéndose. El menudo extremo sevillano de nuevo revolucionó todo y a todos. Su tercer gol de la temporada supone sumar seis puntos en los dos últimos encuentros en casa. Respondió a la fe que pone en cada pelota dividida. Creyó en el buen centro que Fede Vico le sirvió para marcar con la cabeza, o con el hombro, o con parte de ambos, para que la pelota entrara con suspense, como correspondía a un partido así.

Enchufado

El único cambio obligado era el de Quini, que debía sustituir al sancionado Víctor Díaz. Papeleta complicada porque el sevillano es uno de los jugadores más importantes del actual Granada. Quini estuvo a un gran nivel, aportando con su trabajo en defensa, en tareas en las que se mostró expeditivo y valiente para robar muchos balones, y llegando a la línea de fondo con asiduidad para servir a sus compañeros centros.

Diego Martínez quiso «premiar el gran trabajo de Fede Vico y de Rodri». Pozo premió el esfuerzo pese a que esta vez no se fue tan brillante como otras veces. Todos suman, esa está siendo la clave de este Granada ganador. Tras el angustioso final, con mucha tensión entre los banquillos, los jugadores festejaron la victoria sobre el césped. Uno de los primeros en felicitar a los actores sobre el césped fue Víctor Díaz vestido de calle, que sin jugar también aporta.

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