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El Granada cae en Huesca
Granada CF

El Granada cae en Huesca

El Granada tiene que demostrar en Huesca si cree aún en ascender o si ha tirado el año al sumidero

Rafael Lamelas

ENVIADO ESPECIAL A HUESCA

Sábado, 28 de abril 2018, 18:36

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Quizás el Granada ha agotado su capacidad para provocar desdicha en su afición. Quizás le haya llegado el momento de generar el asombro positivo en Huesca y reaparecer con altivez. Quizás, quizás, quizás. En El Alcoraz se disiparán muchas conjeturas. La moneda dejará de dar vueltas y caerá de un lado. El cara y cruz para Morilla. Él se juega la chaqueta; los rojiblancos, el objetivo de la temporada. La esperanza o el sumidero. Ya no les vale hacer la goma tras los otros ciclistas. Han perdido mucho tiempo en etapas llanas, en cortes inesperados durante jornadas de aparente trámite. Ahora llegan los puertos de montaña y no hay escapatoria posible. O se corona la cima, aunque sea con los demás, o se frena en la cuneta, boqueando.

Todo es incertidumbre en un conjunto que tiene que combatir el pesimismo imperante, con un director de equipo cuestionado pero que se agarra a las miradas de determinación que todavía observa en el vestuario. Se le saca punta a lo que dice, a lo que entrena, a quién convoca. Pero al final en este deporte la expresión válida es la de los futbolistas sobre el césped. Ellos gradúan el tono. La táctica sólo es un guion predeterminado que no limita la inspiración. Tampoco remedia las lagunas cuando alguno se despista, en el minuto que sea.

Hay una variación fija respecto a la última alineación de la escuadra. Quini ocupará el lateral derecho, vacante por la expulsión de Víctor Díaz ante la Cultural. Un acontecimiento que abrió la espita de la resurrección de los leoneses. De una goleada probable del inquilino de Los Cármenes a un 3-3 que dejó regusto a derrota. Nadie se imagina una repetición de la catástrofe. Muy al contrario, ansían que un día, sólo un día, ocurra lo contrario. El arrebato. La explosión del talento. Las dosis de suerte. Puede que Morilla se aferre al resto de escogidos en el último encuentro, aunque siempre deje espacio para las sorpresas, sobre todo en el centro del campo. Espinosa encontró hueco en su planteamiento más reciente. El entrenador tendrá que estudiar si ratifica la confianza en el talaverano, busca alternativas como las que proporcionan Sergio Peña y Antonio Puertas, o bien sopesa la inclusión de Alberto Martín como ancla, enviando a Kunde de nuevo al enganche.

No hay castigos en la citación y sólo un lesionado, Raúl Baena. Los dos que salen, Víctor Díaz y Joselu, lo hacen por estar sancionados. Sí llama la atención que el elegido como remedio eventual para la retaguardia sea Hernán Menosse y no Germán Sánchez. Tras darle carrete en sus primeros pasos, parece que Morilla ha llegado a la misma conclusión que Oltra en el tratamiento al gaditano, salvo que haya algo que se nos escape. Resulta llamativo que cuando más debate hubo sobre su titularidad con el anterior preparador, en la víspera de Oviedo, al final no viajó y allí llegó el final de ciclo del valenciano. Germán volverá a ver todo por la tele. «La paciencia es amarga, pero su fruto es dulce. Hay que dar un golpe sobre la mesa. #EternaLucha», escribió en Twitter.

Aguarda en tierras oscenses un rival que crece año a año, macerado sin la presión de tener que ascender. Con una colección de buenos futbolistas bien aderezada con ciertos condimentos para dar el paso adelante de retarse por subir a Primera. Viene de disputar la última promoción y descabalgarse en la eliminatoria inicial. Ahora quiere más. El maillot amarillo. A los nazaríes les toca dar pedales ante un escalador que ya superó sus ocho semanas de trance y que lleva dos victorias consecutivas.

El cuadro oscense es, posiblemente, el que mejor juega de Segunda división. No tiene el potencial goleador del Rayo ni la fiabilidad granítica del Sporting, pero sí reúne a varios intérpretes que tocan a un ritmo trepidante y preciso. Maestro del escapismo, el Huesca es un conjunto que irrumpe sin avisar, con jugadores versátiles y ligeros de pies, que tan pronto asaltan por la banda como aparecen al remate desde atrás. El Alcoraz es el territorio de gente valiente como Gonzalo Melero, Cucho Hernández y Chimy Ávila, quien vuelve tras su sanción ante el Tenerife. Bonita vanguardia ante la que se querrán imponer los Agra, Kunde, Ramos y Machís, que vuelve al lugar en el que empezó a triunfar en el fútbol profesional y que tendrá delante a un buen amigo. Ejercerá de opositor su paisano Alexander González, aunque en el campo hay poco espacio para el cariño.

El sexto está a tres puntos. Tropezar puede significar que el ático quede a una distancia que implique dos semanas sumando. Todo pasa por Huesca, donde los quizás tienen convertirse en certezas.

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