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Granada CF
Ingason intenta impedir el avance de Vesga durante el partido del domingo en El Molinón.
Ingason intenta impedir el avance de Vesga durante el partido del domingo en El Molinón. / EFE

GRANADA CF

Ingason y la trampa del fuera de juego

  • El defensa islandés está teniendo una difícil adaptación al fútbol español

  • Ha cometido dos penaltis y se ha enganchado en varias intentonas de adelantarse en ataques del rival que han costado varios goles en contra

El Molinón podía haber sido el estadio de su doctorado. Sus ganas se notaron muy pronto, en un remate de cabeza tras un córner que acabó en la red enemiga, pero que el árbitro le anuló por falta en ataque cuando inicialmente lo había concedido, a instancias de su asistente. La espina se la sacó tras el descanso, cuando se lanzó a tumba abierta para mandar a la red un centro de Andreas Pereira, en la continuación de otro saque de esquina. Sverrir Ingi Ingason acaba de anotar su primera diana en el fútbol español, para adelantar al Granada ante el Sporting. No podía imaginar el cúmulo de errores que vendría después. Dos de ellos, con su protagonismo indiscutible.

El primero llegó al tirar mal la línea en una opción de dejar a los contrarios en fuera de juego. Una suerte que no domina, pues desde su aterrizaje se suceden acciones erradas de esta manera, al ser el que ocupa el centro en la franja de tres centrales. Es quien establece cuando se da un paso adelante.

Los asturianos empataron con una entrada cómoda de Burgui y Traoré a la espalda de la defensa, con Ingason enganchado atrás, rompiendo la posibilidad de invalidar los desmarques. Pocos minutos después, en el tramo del terror nazarí, se aplicó mal en un marcaje a Babin después de un córner. El francés entró a rematar con todo e Ingason se quedó atolondrado.

Poca incidencia tuvo en la tercera diana asturiana, en un contragolpe finalizado por Carmona, con el equipo ya muy descolocado, pero sí incurrió en otra pifia al cometer un penalti sobre Burgui. Traoré lo falló al menos.

El central islandés, que llegó en el mercado de invierno, está teniendo una complicada integración en una escuadra necesitada como la rojiblanca, que imploraba seguridad atrás. Aterrizó en enero, tras el pago de 1,5 millones de euros, procedente del Lokeren, y firmó hasta 2020. Resultó un perfil extraño, pues parecía aguardarse a un zaguero experimentado, no a uno de 23 años sin conocimiento de ninguna gran liga europea. Ingason fue la apuesta, tras la frustración en otras intentonas, como el argentino Alejandro Donatti, de 30 años, en el Flamengo brasileño. La dirección deportiva tampoco mostró interés por repescar a alguien que estaba deseoso de volver. Se trata del portugués Ricardo Costa, que se fue en verano al Luzern, cuarto de la liga suiza, descartado por el entonces entrenador Paco Jémez. A pesar de los mensajes de gente de su entorno, Javier Torralbo 'Piru' no mostró interés por él.

Ingason tuvo que someterse a una adaptación fulgurante, con la lógica barrera idiomática, aunque domine el inglés, lengua conocida en el vestuario del Granada. Su primera trampa en un fuera de juego fue en su debut, ante el Espanyol. El 2-0 procede de un robo de los catalanes con pase rápido a una banda en la que no estaba Foulquier. Ingason se quedó cortado y la aproximación llegó a Jurado, que filtró un pase para que Piatti marcara. Ese día fue el único con retaguardia de cuatro para el nórdico. En adelante, siempre hizo de libre, con dos guardaespaldas.

Dormido a balón parado

La primera pifia gorda llegó a balón parado, en el estadio de La Cerámica. Habilitó a varios rivales en un saque de falta de Castillejo, que Álvaro puso con facilidad para Bruno Soriano. Mal arrancó su visita a Eibar, en la que cometió penalti en un agarrón a Sergi Enrich. Los demás accidentes, hasta el 4-0 final, tuvieron más la firma de Lombán.

En San Mamés, el lío vino con el pie. Cedió fatal un balón hacia Ochoa, que evitó el remate de Williams, despistándose al blocar el esférico. Un libre indirecto en el área que acabó en su arco. Ingason no rompe el fuera de juego en el 3-1 de San José -son Hongla y Mallé- pero no fue con decisión a encimar al centrocampista antes de disparar.

Pudo hostigar más en la 'contra' del Leganés, tras el pase horrendo de Lombán que culminó en el pinchazo de Machís. También es quien se clava en el cabeceo en plancha de Griezmann, que supuso el triunfo del Atlético. Pero el desmadre llegó en Gijón. Allí donde pudo ser el héroe marcando y acabó siendo el villano, patinando. Le faltan lecciones y galones.

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