Ideal
Granada CF

LA RESACA

Vivir sin Rochina

Vivir sin Rochina
/ A. AGUILAR
  • De cuestionado a imprescindible, la baja del de Sagunto en Eibar condiciona la evolución ofensiva del Granada, que sigue marrando ocasiones de gol sin frenar la sangría atrás

1. Acaparar muchos de los atributos de un extremo no convierten a Rochina en un tradicional jugador de banda, un carril donde su imaginación se siente atrincherada. Sus piernas esprintan y envuelve el balón para el regate, pero a los costados sólo le gusta ir de visita, no para empadronarse como lugar de residencia. El fútbol del de Sagunto se maximiza por el centro. Ahí su juego se carga de argumentos. No estará en Eibar por acumulación de amarillas y la circunstancia ya pesa en la cabeza de José Ramón Sandoval.

2. Es Rochina uno de esos casos en los que el tiempo poco a poco le ha ido colocando en un mejor lugar. El curso pasado debutó en partido oficial con gol, pero desde entonces sus maneras dejaron de restallar. Para Caparrós fue siempre un banda de ida y vuelta, sin espacio para el respiro. Resino le atisbo galones de mando, pero llegaron lesiones y luego experimentos que no le beneficiaron. Con Sandoval recuperó firmeza en la alineación, pero no ha sido hasta los últimos partidos cuando le ha devuelto el uniforme de comandante, tanto de volante en el centro del campo como en la mediapunta.

3. Prodigó algunas de las mejores acciones ante el Valencia, en un partido de vuelta que calcó guion con la ida. Mucha profusión en el área contraria, pero todas las oportunidades derramadas. Cada incidencia en el propio rectángulo, fue gol. Allí donde se dictamina la justicia en el fútbol, el Granada recibe condenas severas. No hay tendencia que lo disipe. Con un portero u otro, con cambios de sistema o con variación de jugadores. El balón recibe tacto, pero pocas veces consuma la felicidad rojiblanca.

4. El técnico mantuvo una alineación con algunos titulares, pero sin probar la variante que empleará en Ipurua, principalmente por la baja de Rochina. Fran Rico acompañó el rosario de llegadas, pero le puede quedar ancho el traje de generador de llegadas en este momento. Tampoco es que Javi Márquez esté para grandes alardes, mientras que parece claro que Rubén Pérez y Krhin sí portarían responsabilidades en la medular. Uche es la sombra de todos por si tuviera que ejercerse algún ajuste.

5. De cómo se arme esta franja se detallará la manera con la que el entrenador pretende doblegar al conjunto armero, que ha vuelto a maravillar con una primera vuelta fantástica en cuanto a intensidad y resultados. Sandoval rescató la defensa de cuatro ante el Valencia, después de que la zaga de tres sólo se salvara de su examen ante el Sevilla. Parece que ahora se debate entre el rescate del molde clásico o la insistencia con unos mecanismos aún no automatizados.

6. Si en ataque nadie duda de que en estos momentos la juventud de Peñaranda y Success domina, incluso en aquellos partidos en los que malogran oportunidades, sigue sin divisarse una línea defensiva estable, más allá de Lombán y probablemente Foulquier. Con Biraghi dando algún palo de ciego, pero sobre todo sin destaparse ningún otro central como sólido ante los acontecimientos. Babin, Dória y Mainz pugnan por lo mismo, cada cual desde sus condiciones, pero con muchas dudas sobre su rendimiento.

7. Al menos en este arranque de la segunda vuelta parece que ha salido del infierno un jugador que parecía condenado al traspaso o a la cesión. Edgar ha hecho méritos para conservar su plaza en la plantilla, con su rapidez y entrega, que le han hecho polifuncional. Tan pronto es carrilero zurdo, como extremo derecho.

8. Mejorar el ajuste en la retaguardia, seguir originando peligro al contrario y, sobre todo, concretarlo. Son los objetivos del Granada mientras no haya savia nueva que rebata a los que están disponibles. Que nadie espere que los fichajes lleguen pronto. La política del club siempre ha sido apurar los plazos y resta todavía una quincena.

9. Invertir bien es delicado en invierno. Un problema que no tiene el próximo contrario. El Eibar hizo sus deberes en verano, desde fechas en las que ni siquiera sabía en la categoría que militaría, tras su descenso deportivo. La caída de Elche le aupó y desencadenó una fiebre de contrataciones en las que sólo gastó 300.000 euros, pero que le sirvieron para remodelar su plantel casi al completo, con algunas apuesta interesantes. Todo bajo el mandato de un Mendilibar que hace de la presión en todo el campo una manera de vivir.

10. Mientras la alerta china se aminora y los chascarrillos sobre salidas y entradas se disparan, en el seno del Granada tratan de encarar las próximas fechas con propósito de mejora. Pueden ocurrir muchas cosas, pero hay algo que se perpetúa: el permanente ruido en torno a esta institución. Unas veces, atronador. Otras, vaporoso como la niebla.