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Granada CF

Castigos eludibles que dificultan victorias

Castigos eludibles que dificultan victorias
  • El Granada ha recibido dos goles de penalti en los dos últimos partidos que ha disputado. Los agarrones de Babin a Canales y de Sissoko a Godín podrían haberse evitado y la historia de ambos encuentros habría sido diferente

En una situación de extrema necesidad como la que vive en estos momentos el Granada CF cualquier mínimo detalle que pueda servir para lograr sumar puntos se antoja importantísimo. Y es por eso por lo que resulta doloroso encajar el hecho de que en las últimas dos jornadas de liga se han cometido dos penaltis “tontos” con los que los equipos rivales del cuadro granadino han conseguido perforar la meta defendida por Oier.

Aunque parece que ya ha pasado una eternidad en el último partido de liga de la era Caparrós el Granada empató a uno en Los Cármenes ante la Real Sociedad y cerca estuvo de perder a causa de un penalti cometido por Babin a Sergio Canales que permitió al conjunto donostiarra estar por delante en el marcador durante cuarenta y tres minutos, casi la mitad de lo que dura un partido. El central rojiblanco agarró al atacante del conjunto vasco y Martínez Munuera no dudó a la hora de señalar el punto fatídico.

Una semana después, el Granada se presentó en el Vicente Calderón con una idea muy remarcada por el técnico granadino Joseba Aguado: había que ser atrevidos para hacerle daño a un rival tan duro como el Atlético de Madrid. El trabajo del Granada de Aguado estaba dando buenos frutos hasta que pasada la media hora de partido Sissoko agarró en su área a Godín y el colegiado Iglesias Villanueva también señaló el punto fatídico.

Mandzukic no falló desde los once metros y en ese instante se pulverizaron gran parte de las opciones que tenía el conjunto granadino de puntuar en el Calderón. En este mismo encuentro Yuste también agarró a un rival dentro del área y en esa ocasión el árbitro no lo vio o decidió que ese contacto no era lo suficientemente agresivo como para señalar pena máxima pero, en cualquier caso, el equipo granadino ha pagado un precio muy alto por dos agarrones perfectamente evitables. Dejar de cometer esos errores en la línea defensiva puede dar lugar a sumar puntos que valgan una permanencia o por el contrario seguir tropezando en la misma piedra puede llevar al Granada a perder puntos que sin duda necesitará para consolidar el proyecto en Primera División.