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Los jugadores del Granada desplazados a Tarragona, junto al consejero Pepe Macanás, celebran la victoria con dedicatoria a Álex Martínez. GCF
La importancia de no fallar para recobrar el liderato
La Resaca

La importancia de no fallar para recobrar el liderato

El tropiezo del Alcorcón en su casa ante el Reus mantiene como primer clasificado a un Granada que está exprimiendo a una plantilla corta

Rafael Lamelas

GRANADA

Lunes, 10 de diciembre 2018, 00:24

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1. Para abandonar las interioridades del Nou Estadi, todo el mundo termina cruzando la estrecha zona mixta en la que atienden los jugadores tras el partido. La procesión se ve obligada a subir por unas empinadas escaleras hasta llegar al firme en el que esperaba el autobús del Granada. Esto deparó una imagen pintoresca, con los futbolistas pisando con dificultad por los escalones, muchos agarrotados tras el esfuerzo. Visible fue la cojera de San Emeterio, por ejemplo, que el paso de los días dirá si sólo era algo leve. Los partes médicos del club señalan las lesiones importantes, las que obligan a controlar la evolución o suponen una baja. Pero en lo demás, en lo que respecta a golpes y molestias, no se hace constar nada en público, aunque estén presentes.

2. Vendajes, analgésicos o masajes alivian a un grupo que marcha fenomenal –líder en solitario tras el tropiezo ayer del Alcorcón en casa ante el Reus– y que respeta la categoría y sus códigos, subrayando la importancia de cada partido sea quien sea el rival, de no cometer errores para seguir arriba. Un equipo que está siendo didáctico para un entorno que, según el caso, tiende a la euforia o la depresión, quizás por no conocer en profundidad lo azarosa que es la Segunda. Este Granada puede tener días buenos o malos, pero sabe competir y se mete en el bolsillo al aficionado por ello, aunque sean evidentes ciertos síntomas de flaqueza. Es un plantel corto, que está cogido con alfileres.

3. La mayoría lo reconoce. Los protagonistas están deseando cerrar el año y tomarse unas merecidas vacaciones navideñas para desconectar de la tensión y recuperarse un poco de los avatares de la campaña, aunque todavía queden dos partidos muy importantes en los que quieren darlo todo.

4. El trabajo de prevención de los asistentes rojiblancos ha propiciado que sean pocos los que se han visto forzados a quedarse en la camilla sin opción de actuar en estos meses, con una influencia decisiva del factor suerte. Es curioso que hayan caído dos que se desenvuelven en la misma posición, el lateral izquierdo, como Adri Castellano y Álex Martínez. El sevillano, tras 58 partidos como titular, reconoció en sus redes sociales que llevaba casi tres años con molestias y que el brusco movimiento en Málaga le obligaba a parar en seco. Un ejemplo de la resistencia de unos profesionales ejemplares. Sus compañeros valoraron el esfuerzo del compañero extendiendo una camiseta con su dorsal y nombre en la habitual foto triunfal que se suelen hacer en el vestuario tras cada victoria.

5. La eliminación temprana en la Copa ha resultado ser una bendición para los rojiblancos, que no se han quemado en un torneo cuyo formato, a ida y vuelta cuando entran los clubes importantes de Primera, limita las sorpresas y desgasta. Diego se ha podido concentrar en lo importante y está sacando todo el jugo de un elenco limitado.

6. Su base la han formado doce futbolistas: Rui Silva en la portería; Víctor Díaz, Germán, Martínez y Álex Martínez en defensa; Fede San Emeterio y Montoro como centrocampistas; un reparto en bandas y mediapunta entre Vadillo, Pozo, Fede Vico y Puertas, con uno en el banquillo; y Adrián Ramos arriba. Desde el partido ante el Rayo Majadahonda, Martínez y San Emeterio se ganaron la plaza y ya no han salido. La expulsión de Víctor Díaz ante el Alcorcón, el ciclo de amarillas que Montoro cumplió ante el Numancia y la convocatoria de Pozo con la sub 21 que afectó a la visita a Las Palmas fueron las únicas causas que alteraron el patrón del entrenador. Otras incidencias físicas sólo han afectado a la composición del banquillo.

7. Como recurrentes para las segundas partes y en algunas citas sueltas han quedado Quini para los laterales –incluso para el extremo diestro–, Nico Aguirre en la medular y Rodri arriba. El capitán Alberto Martín volvió a tener algunos minutos en Tarragona tras cinco partidos. El extremo del filial Juancho y el pivote José González han tenido presencias anecdóticas como refrescos. El portero Aarón, el central Pablo Vázquez y el lateral Adri Castellano, todos llegados del otrora Granada B como los dos anteriores, ni siquiera han debutado en Liga, y Fran Rico sigue en barbecho. Difícil barajar mejor con menos cartas.

8. Llegar en una idílica posición con sólo tres centrales naturales, sin disponer de un sustituto natural para Montoro, con un hueco para tener la 'rotación' completa en la mediapunta y con únicamente dos arietes que, encima, no están sobresaliendo en lo goleador, pone de relieve el mérito de Diego y la entrega de sus discípulos, que están sabiendo exhibir el lado favorable de la carestía de recursos. Nadie se duerme y todos se pueden sentir protagonistas. Pero a la larga parece complicado soportar el viaje completo de 42 jornadas sin magulladuras. Hasta están recibiendo muy pocas amonestaciones, señal de inteligencia táctica.

9. Antes de concluir 2018, el Granada recibirá el sábado al Oviedo y volverá a Canarias, aunque a otra isla, a Tenerife, en la que espera su exentrenador, José Luis Oltra. A partir de Año Nuevo, la dirección tendrá que demostrar su capacidad de estudio del mercado. Parece claro que llegarán refuerzos, que hay cierto margen económico, pero le conviene meditar cada movimiento.

10. Atender a necesidades puede resultar fácil. Seguramente a la escuadra le vendría bien, como poco, una contratación por línea. Pero hay un criterio relevante a tener en cuenta. Se trata de la adaptación a un ecosistema estable en el que se han definido y se respetan las jerarquías, en el que prevalece la unión. Por bueno que sea, no es fácil que alguien se acople con sencillez cuando hay tanta complicidad interna, teniendo en cuenta que si viene de un equipo de superior categoría lo normal es que aterrice bajo de forma. Es la inquietud que tendrá la cúpula. Lo que armaron en verano les ha salido bien. No será accesible mantener tal grado de acierto. Igual que no se falla mucho en el campo, los gobernantes tendrán que errar poco en los despachos o seguir confiando en la fiabilidad actual.

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