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El Granada y sus diez retos pendientes para este nuevo año
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El Granada y sus diez retos pendientes para este nuevo año

El club rojiblanco tiene, como todos, una lista de nuevos propósitos y temas pendientes que realizar:mantener el rumbo actual, la apuesta por la cantera, la Ciudad Deportiva,...

FRAN RODRÍGUEZ

GRANADA

Miércoles, 2 de enero 2019, 01:12

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Bienvenidos al 2019. Atrás quedaron las uvas, las comidas copiosas tanto por necesidad como por tradición, las temáticas de los villancicos se limitan a esperar a sus Majestades de Oriente mientras se empiezan a guardar en el baúl de la memoria los referentes al nacimiento del Niño o el de los peces que se hidratan en repetidas veces, cada una con su brindis correspondiente. Por delante queda la ilusión de la noche del cinco y una lista de propósitos a los que nadie escapa. Tampoco los clubes de fútbol, que reciben el año con una enumeración de ilusiones y retos por cumplir.

Los rojiblancos han acabado en lo más alto, con un liderato tan merecido como sufrido. Sin embargo, lo que no se puede negar a estas alturas es su posible volatilidad. En una categoría tan igualada y extensa en el tiempo, ser líder en Navidad puede no significar nada si se pierde de vista el foco. El discurso de la entidad no ha cambiado y se basa en sumar los puntos necesarios para confirmar su presencia en el fútbol nacional. Un propósito a todas luces pequeño al lado de la progresión que han demostrado en estos cinco meses de competición. Por ello, su primer reto en este 2019 es mantener la competitividad, el espíritu inquebrantable de unidad que han forjado Diego Martínez y sus ayudantes. En definitiva, seguir siendo un equipo con mayúsculas para llegar a final de temporada con la ilusión de verse entre, al menos, los seis primeros puestos.

El segundo es más deseo que reto:la salud. Tan demandada copa en mano en estas fiestas, otro de los propósitos más importantes del Granada es recuperar a sus jugadores lesionados, Fran Rico y Álex Martínez, y evitar que una plaga de lesiones eche por tierra el gran trabajo que se lleva realizado hasta el momento. Con una plantilla relativamente corta, los rojiblancos han experimentado un evidente cansancio en las últimas jornadas de 2018, en las que con otras condiciones físicas se podría haber sumado algún que otro punto más.

El de Fran Rico es uno de los nombres propios en esta lista de retos, pues volver a ver al gallego sobre el césped con el cuatro a la espalda es uno de los regalos más demandados por aficionados y cuerpo técnico. Lo es por el cariño que se le tiene en lo personal y sus características de juego, quizá el único que pueda asumir con garantías el papel de Montoro en ausencia de este.

La tercera tarea pendiente en el Granada es la renovación de sus jugadores que, desde ayer, pueden negociar su llegada a cualquier otro equipo. La de Germán está encaminada, pues jugando ocho partidos más estará renovado automáticamente por una cláusula de su contrato. Con Álex Martínez, Víctor Díaz y Alberto Martín, tres pesos pesados en el plantel, habrá que sentarse a hablar. El club lo sabe, pero aún no ha acometido este reto. Los jugadores, por otro lado, son felices en el vestuario nazarí. Su renovación encarnaría la apuesta del club por un proyecto a medio y largo plazo por un bloque que sea reconocible más por su larga estadía en Granada y su identificación con la entidad, que por los nombres que lo compongan.

Solidificar el proyecto ayudará a ganar aquellos fieles que se marcharon. Los aficionados que vivieron años no tan buenos en Primera y se terminaron de desesperanzar la pasada temporada con el chasco que supuso no luchar siquiera por el 'play off' de ascenso. El exigente discurso marcado hace ya más de un año obligó a los rojiblancos a pelear por lo máximo con un margen de error inexistente, lo que condicionó la paciencia del propio club y, sobre todo, del aficionado. La desilusión que supuso el batacazo derivó en la pérdida de alrededor de 2.000 abonados. Muchos de ellos han vuelto al estadio con el transcurrir de las jornadas, adquiriendo su entrada en taquilla y remontando en cierta medida las pobres cifras de asistencia con las que se empezó el curso. Líder e identificados con la 'Eterna Lucha', Diego Martínez y sus jugadores han conseguido que de nuevo se crea en los que visten de rojo y blanco horizontal. La campaña de media temporada sigue funcionando hasta el día 11 de este mes, tras el que se sabrá si esta primera vuelta (aún no concluida)ha bastado para recuperar masa social o habrá que alcanzar mayores metas en junio para que se dé. Lo que está claro es que uno de los retos más importantes del Granada en 2019 es recuperar a parte de su afición.

Eso se conseguirá no sólo sobre el terreno de juego, sino también en el palco del Granada. Que otro gran sector de la afición retome su esperanza en rojo y blanco depende de que John Jiang recupere el crédito perdido. Tras aterrizar con un discurso de ilusiones y vivir la cara más amarga del balompié en sus dos primeras temporadas al mando del buque nazarí, Jiang debe retomar el timón. No ayudó demasiado este verano, en el que prometió la consecución de un patrocinador principal al que aún se espera en la ciudad de la Alhambra. El quinto de los retos del Granada, y de su presidente, es hacer valer su condición empresarial y económica y que repercuta en su entidad. Recuperar el terreno perdido en el campo del marketing y estampar alguna marca en el frontal de la camiseta para aumentar los ingresos.

Apuesta por la cantera

Además, John Jiang tiene otro terreno en el que cumplir, si bien en este está atado a otros muchos factores. Se trata de la ampliación de la Ciudad Deportiva, el auténtico corazón hoy en día del club rojiblanco. Allí donde los jugadores del primer equipo buscan asaltar el ascenso y los más jóvenes quieren formarse para emularlos. Construir la próxima fase del cuartel futbolístico nazarí y acoger en sus terrenos de juego y dependencias a toda la cantera rojiblanca es el reto más ilusionante del 2019 y los años venideros.

Va de la mano del reto de seguir creando producto granadino. Empujar a los más talentosos jóvenes de la tierra para que defiendan el escudo del Granada mientras se instruyen en el arte del deporte rey. Con todos los equipos de la cantera alcanzado los más altos puestos, la importancia del jugador salido de la fábrica se revaloriza como la taracea. En ese rumbo van los juveniles con el equipo 'A' de Torrecilla a la cabeza. Segundos, empatados con el Betis, en División de Honor, los juveniles están ante su momento más mágico y podrían alcanzar la Copa del Rey por primera vez en su historia con un once formado mayormente por granadinos. Un orgullo.

El octavo propósito no es sino hacer que esa apuesta por la cantera se evidencie al más alto grado posible:su filial. La Segunda B es un terreno pantanoso, un fútbol de poca vistosidad pero mucha competitividad en la que algunos juveniles de Torrecilla ya están entrando. El talento se ve puesto a prueba en los campos de bronce y multiplica su valor futbolístico al adaptarse a tan difícil categoría. Además, con un entrenador tan atento a la cantera como Diego Martínez, los jugadores del Recreativo Granada están siempre en el radar para subir al primer equipo. Ahí está el claro ejemplo del recién renovado Juancho y todos los entrenamientos con presencia de Neva, Marín, Lejárraga, Caio Emerson, Butzke, Andrés García y un largo etcétera.

La penúltima tarea del año, pero la que quizá deba ser tachada antes, es la de los fichajes. Con el mercado invernal abierto, el Granada trabaja para reforzar una plantilla corta en número pero muy asentada en valores identitarios. Será una difícil tarea para la dirección deportiva, pues habrá que hilar fino para fichar jugadores de calidad, sabiendo lo complicado que está entrar en un once definido y construído con el paso de un tiempo ya pasado. El centro de la defensa y las bandas en ataque, las zonas más peinadas ahora.

El décimo reto es el más grande de 2019:los ascensos. Más que reto, este también supone un deseo y significaría quitarse la espina que quedó clavada al fondo de la afición granadinista. La dificultad de la tarea no impide que muchos aficionados la hayan metido en su lista de deseos a ver cumplidos en este nuevo año. Con el Granada líder de Segunda, es inevitable marcarse como un bonito reto seguir en la lucha por los altos puestos. Sería mágico acabar entre los dos primeros y obtener un billete instantáneo para la Liga de las Estrellas. Buscarlo en el torneo de promoción también sanaría la herida del pasado. No sólo el masculino está en esa tesitura. El Granada Femenino también tiene su particular propósito en volver a Primera en 2019.

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