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La crónica

Los goles con sello de Sevilla son una maravilla

Pozo vuelve a desatascar otro complejo partido para el Granada, que suma tres valiosos puntos ante el Almería que lo colocan como nuevo líder de Segunda

antonio navarro

GRANADA

Jueves, 1 de enero 1970

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Los goles en el último minuto tienen un extraño embrujo. Saben a gloria al equipo que los marca, especialmente si les vale para puntuar, y les duele como un guantazo desgarrador al equipo que los recibe. El Granada volvió a ganar en Los Cármenes y lo hizo con la misma receta del anterior partido ante el Mallorca en el coliseo del Zaidín: emoción, sufrimiento y un gol de Pozo. Tres puntos que pensando en el largo plazo le serán muy valiosos a los de Diego Martínez, que si los analizan desde el corto plazo los colocan directamente en la cima de la tabla. Un liderato que no pudieron alcanzar la semana pasada y que esta semana lo saborearán siempre que el Alcorcón no gane en Tenerife y el Málaga no venza el lunes al CD Numancia.

Granada

Rui Silva; Quini, Germán, Martínez, Álex Martínez; Fede San Emeterio, Montoro, Antonio Puertas (Pozo, m.62), Vadillo (Juancho, m.80), Fede Vico y Rodri (Ramos, m.72).

1

-

0

Almería

René; Romera, Owona, Saveljich (Sekou, m.89), Andoni López; Yan Eteki, De la Hoz, Corpas, Luis Rioja (Narváez, m.72); Juan Carlos Real (Chema, m.65); y Álvaro Giménez.

  • Gol 1-0, m.89: Pozo.

  • Árbitro Arcediano Monescillo (colegio castellano-manchego). Amonestó a los locales Rodri, Puertas, Germán y Montoro así como a los visitantes Juan Carlos Real y Eteki.

  • Incidencias Partido de Liga disputado en el estadio Nuevo Los Cármenes ante 10.228 espectadores (cifra oficial).

La primera mitad dio comienzo con un Almería muy vivo, que tardó bastante poco en pisar la propiedad de Rui Silva. Fue en el minuto 4 cuando Saveljilch se anticipó a su par en la salida de un córner y cabeceó alto por poco. La respuesta del Granada fue rápida y dio más miedo a la parroquia almeriense que los disfraces de La Monja que se preparan para este Halloween. Un balón largo hacia los pies de Vadillo fue controlado por éste en las inmediaciones del área, quedándose solo ante René, ante el que cruzó en exceso la pelota en la que fue la ocasión más clara del primer tiempo.

El Granada poco a poco se fue haciendo con la manija del encuentro y cada vez sufría menos en tareas defensivas. San Emeterio le ganó la partida al que un día fue su socio (Eteki) y la defensa del Almería achicó aguas como pudo ante las frecuentes llegadas de la caballería local. Germán, de cabeza, también estuvo cerca del 1-0 y Puertas pidió un posible penalti que Arcediano Monescillo no contempló. El colegiado castellano-manchego sacó de sus casillas a la hinchada granadinista en los últimos minutos del primer acto. Bien es cierto que la actitud de los jugadores de ambos equipos no le ayudó mucho, pero se metió en muchos charcos en pocos minutos y algún que otro aficionado recordó su particular pasado (fue el árbitro que dejó sin sancionar dos agresiones a Agra y a Joselu en el Oviedo-Granada de la temporada pasada).

Por suerte para el fútbol, el trencilla perdió protagonismo en la reanudación. Rodri quiso encender la mecha con un disparo a bocajarro que salvó René (m.49) y nuevamente el delantero soriano estuvo cerca de reencontrare con el gol tras un centro de Vadillo que no remató como deseaba (m.60). El Granada era mejor que su adversario pero los goles no llegaban así que Diego Martínez miró al banco y cambió sus piezas para desequilibrar un partido de esos en los que se intuía que el que marcara se lo llevaba. Pozo, Ramos y Juancho terminaron arriba y tuvieron bastante protagonismo, especialmente los dos primeros. El colombiano fue objeto de una posible falta en la frontal del área cuando se quedaba solo ante René. Arcediano Monescillo no vio nada y el público volvió a mosquearse. El caso de Pozo fue mucho más exitoso. El sevillano aprovechó un mágico centro desde la derecha de Fede Vico para cabecear al fondo de las mallas en el segundo palo, enloqueciendo -pero de alegría- a la afición del Granada. El Almería se volcó a la desesperada en el tiempo de descuento, pero ni con René como delantero centro logró sorprender a Rui Silva. La suerte ya estaba echada. La sonrisa del 'Giraldillo' traslada al Granada a una nueva dimensión.

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