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La falsa leyenda negra de Murillo

La falsa leyenda negra de Murillo

La plazoleta ·

Como pasa con Ramos, a su paisano le tocó lidiar con dudas acerca de su profesionalidad ante una lesión, en su último tercio en el club

Rafael Lamelas

Granada

Sábado, 2 de diciembre 2017, 00:20

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A uno de los futbolistas más ejemplares que ha pasado por el vestuario del Granada le persigue una absurda leyenda negra que, ahora, gente del entorno del club ha comenzado a fomentar en torno a Adrián Ramos. El caso en cuestión es el de un paisano suyo, Jeison Murillo, el magnífico central actualmente en el Valencia que defendió la camiseta rojiblanca entre la temporada 2013/14 y la 2014/15.

Durante estos meses en los que a Ramos se le han juntado las indisposiciones con las lesiones, se ha evocado mucho el caso de su compatriota Murillo, que se perdió un número importante de encuentros en su segunda y última temporada. La venta del futbolista al Inter de Milán al poco de empezar la vuelta definitiva hizo sospechar a algunos de que el defensa se estaba borrando para preservar su salud. El asunto está cargado de malas interpretaciones.

Murillo se lesiona con virulencia en diciembre del 14. Sufrió una artritis con edema óseo en la primera articulación de uno de sus pies. Era una zona en la que llevaba semanas arrastrando molestias, para lo que no dudó en infiltrarse para calmar el dolor en repetidas ocasiones. En paralelo, el Inter se interesó por sus servicios y alcanzó un principio de acuerdo con Gino Pozzo, propietario del Granada, que quedó firmado el 26 de febrero. 8 millones de euros de traspaso más 2 en variables, de fácil cumplimiento. Como requisito para hacer efectivo el traspaso a final de curso, el jugador tenía que llegar sano. Es por ello que el italiano recomendó que Murillo fuera preservado, pese a que el equipo atravesaba un momento delicado. Fue aquel curso en el que Abel Resino volvió tras el fiasco de Caparrós, que tuvo que acabar con aquel 'milagro' de Sandoval.

Lo único que trasciende sobre el mercado de invierno es que si se ficha, será «muy poco»

Murillo se negó a parar. Así que se recuperó de su problema y convenció a la jerarquía de que debía de estar sobre el césped. De su bravura dan fe tanto el cuerpo médico al completo como los preparadores que le han dirigido como nazarí. Retorna en un Granada-Málaga el 7 de marzo, en el que la escuadra gana. Disputa completos el duelo ante el Rayo (derrota), el Eibar en casa (empate) y el morrocotudo golpe en el Bernabéu (9-1) en su segunda parte.

Ya entonces habían reaparecido los problemas en su articulación y seguía tratándose para aguantar. El doctor le recomendaba parar porque no sólo estaba poniendo en riesgo la operación con el Inter, sino su propia integridad a futuro. Su despedida fue triste. Le expulsaron por doble amarilla ante el Celta ante del descanso, en la jornada 30. Una discusión y una entrada a destiempo, en la que encima se le agravó el dolor en el dedo, adelantaron su adiós a Los Cármenes. Quedaban ocho partidos pero se tuvo que centrar en la recuperación total. Esto propició que Pozzo sellara su acuerdo con los 'neroazurri' y que él se restableciera para ir con Colombia a la Copa América, donde se salió. Esto levantó sospechas. Simplemente, le dio lugar a estar bien.

La baja de Fran Rico

Así fue la historia. Luego cada cual conjeturará lo que quiera. Con Ramos no hay lugar a eso porque su continuidad es un hecho aunque el club no la pregone y carece de ofertas tan tentadoras como la que llegó por Murillo. Quedan meses para tasar su implicación.

El que sí se va a quedar colgado es Fran Rico. El excapitán, aún del Granada, 'exiliado' en el Eibar, lleva meses parado a causa de una rodilla por la que ha sido intervenido varias veces. Su equipo planea darle la baja federativa en cuanto reciba un informe que acredite que su baja es de larga duración, para tener una ficha libre en el mercado invernal. Situación dura para el gallego, que este verano tendrá que regresar a la casa rojiblanca.

En ella ya se aguarda a este bazar invernal sin grandes expectativas. La dirección deportiva no está por la labor de grandes movimientos. «Si se ficha, será muy poco o incluso nada», aseguran de dentro. Contactos no ha habido con nadie.

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