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Rodri ha jugado dos partidos de titular y suele contar con minutos en la segunda parte Alfredo aguilar
La carrera por el 'nueve'
Granada CF

La carrera por el 'nueve'

Ramos fue suplente ante el Almería por culpa de la fiebre; ahora se abre el debate sobre la continuidad de Rodri o la vuelta del cafetero

Camilo Álvarez

Granada

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Jueves, 1 de noviembre 2018, 01:22

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Elegir siempre es difícil, sobre todo cuando para un puesto hay dos duros opositores. Dos jugadores que, además, presentan perfiles muy distintos. Aportaciones diferentes al juego colectivo para un equipo que, en función del rival, demanda unas prestaciones u otras. La escasez de goles de Adrián Ramos había provocado cierto debate en torno a la figura del delantero. Rodri, titular sólo en la segunda jornada, había pasado a ser un revulsivo pero algunos pedían algo más de protagonismo del sevillano de origen soriano.

Por eso cuando Rodri apareció en la alineación del partido del pasado sábado ante el Almería no sorprendió tanto, aunque Diego Martínez se apresuró a aclarar la situación en la sala de prensa después del derbi regional. Ramos había estado toda la semana con fiebre, así que prefería reservarlo esta vez que contar con él a medio gas. El cafetero jugó los últimos minutos precisamente en sustitución de Rodri.

Ahora que los dos están en plenas condiciones de actuar frente al Zaragoza este domingo se vuelve a abrir el debate. Cada uno, como ocurre siempre, tiene sus admiradores y detractores. Rodri ha demostrado en su breve estancia en Granada que no ha perdido esa intensidad que le ha acompañado a lo largo de su carrera. Tanto en los entrenamientos como en los partidos lo da todo, de ahí que a veces el fuelle no le llegue para aguantar los noventa minutos. También su propensión a protestar cada decisión arbitral le hace estar muchas veces al filo de la expulsión.

Es su forma de ser. Siempre al borde del precipicio. Incansable en la presión y en las ganas de ayudar, se suele descolgar de su posición para ofrecer alternativas a sus compañeros, aunque a veces eso le ha hecho perder la oportunidad de un buen remate por no estar en su sitio cuando el centro se produce. A cambio, cuando encuentra una pelota dentro del área tiene una tremenda facilidad para armar la pierna y disparar con violencia.

Adrián Ramos es todo lo contrario. Un tipo que aparenta excesiva calma en determinados momentos. Atrás ha dejado esa imagen de desidia de las campañas anteriores. Esta temporada el físico le está acompañando y por fin se siente plenamente integrado en el proyecto, gesto que se demuestra con su entrega sobre el césped. Los pitos que un sector de la afición le han dedicado casi desde que llegó han desaparecido con su trabajo, que ya nadie discute. Sí su olfato, aún con mucho margen de mejora. A pesar de ser la referencia ofensiva del Granada, no suele acumular muchos remates a lo largo de los partidos.

A cambio, es un claro faro que guía los ataques rojiblancos. Las estadísticas están de su lado. Es el tercer futbolista que más balones gana en los duelos aéreos de la Liga 1|2|3 (56), sólo por detrás de Eric Gallego (Extremadura, 60) y Gustavo Blanco (Málaga, 57), curiosamente los tres delanteros. El hecho de ir tan bien por arriba está siendo una clara ventaja para sus compañeros, que suelen aprovechar los balones que Ramos peina o que baja para distribuir juego. Su frialdad, algunas veces desesperante en otras facetas, es un arma eficiente en esta parcela, ya que a Ramos no le quema la pelota en los pies, sino que es capaz de aguantar la presión mientras encuentra una alternativa ventajosa para cederla.

Lo que a estas alturas ha quedado evidenciado es que ambos delanteros andan escasos de goles en su zurrón. Los dos han anotado uno, con clara desventaja para Ramos, que ha sido titular en nueve de los once partidos disputados en Liga hasta la fecha y en los que ha contado con 733 minutos y únicamente marcó ante Osasuna en la jornada 3. Rodri, que le marcó el cuarto gol al Córdoba en la jornada 7, suele contar con oportunidades en las segundas partes, sin embargo sólo ha jugado de inicio dos y acumula 256 minutos.

Tres puestos para cuatro

Rodri no es el único que aprieta en busca de más protagonismo en ataque, también en la línea de la mediapunta se ha abierto una dura batalla por un codiciado puesto en la alineación de Diego Martínez. El frente abierto por el momento cuenta con Alejandro Pozo y Fede Vico como protagonistas. El primero se había adelantado en las últimas jornadas pero frente al Almería el cordobés fue el elegido en el once. Estuvo a buen nivel, participativo y reivindicativo. También el sevillano, como revulsivo, resolvió la papeleta con su gol en el minuto 88.

Quizá los que debieran sentirse amenazados esta vez son Antonio Puertas y Vadillo, los dos grandes destacados esta temporada que no pueden descuidarse. Especialmente Puertas, que tras un inicio sorprendente y goleador, acumula varias jornadas a un nivel sensiblemente más bajo, más cercano al de la campaña pasada, para olvidar de su memoria. Su entrega sigue siendo innegociable y se le ve con la misma intención y confianza, pero participa menos en el juego colectivo. Prueba de ello es que ha sido sustituido en los dos últimos partidos, algo poco habitual este curso.

En el lateral derecho, Víctor Díaz de nuevo parte con ventaja después de cumplir un partido de sanción tras ser expulsado en Alcorcón. En su ausencia Quini completó una buena actuación ante el Almería, así que no sería de extrañar que Diego Martínez optara por dar continuidad al cordobés. Visto lo visto, con cualquiera de los dos acertaría. El entrenador gallego cuenta con otros tres entrenamientos para aclararse las ideas.

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