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Germán remata de cabeza en un córner en el área del Albacete Ramón L. Pérez
La calidad, siempre por encima de la cantidad
Granada CF

La calidad, siempre por encima de la cantidad

El Granada se ha caracterizado en las últimas jornadas por su eficacia, algo que le faltó ante el Albacete a pesar de disparar más

Camilo Álvarez

Granada

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Martes, 8 de enero 2019, 00:02

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Cuando la pelota no quiere entrar lo mejor es asegurar al menos el punto. Eso le ocurrió al Granada el pasado viernes frente al Albacete. Acumuló ocasiones en las dos partes para haber logrado una victoria holgada, sin embargo, se encontró con un golpe inesperado de Bela cuando el Albacete era feliz con el empate y entonces todo cambió. El equipo rojiblanco se vio obligado a acudir a la heroica para, al menos, recuperar uno de los puntos que se quería llevar el rival manchego de Los Cármenes.

Fue en el día en el que quizá se acumularon más opciones de gol de las últimas jornadas. Porque la tendencia del equipo de Diego Martínez de un tiempo a esta parte ha sido la de crear pocas ocasiones claras de gol pero buenas. Y lo que es más importante, saber aprovecharlas. Frente al Albacete el conjunto nazarí realizó 18 remates, de los cuales seis fueron entre los tres palos. Solo uno entró, y de penalti. Tuvo una efectividad del 33,3%, según los datos de LaLiga. Enfrente se encontró con un rival que con cuatro remates entre los tres palos y siete en total –un 57,1% de efectividad– se llevó el mismo premio. Precisamente el éxito del actual segundo clasificado en Segunda división está siendo el de saber aprovechar las pocas ocasiones que es capaz de generar. Con un 18% de acierto de cara al gol, se sitúa como el equipo más efectivo.

El Granada no anda muy lejos de su último contrincante. Con el 15% de ocasiones aprovechadas, es el cuarto equipo más efectivo de la categoría. Lo demuestran sus últimos partidos, a excepción del más reciente de ellos. El encuentro con el que cerró el año, en Tenerife, tan solo logró disparar entre los tres palos en dos ocasiones, de las que aprovechó una en las botas de Antonio Puertas. Le sirvió para lograr un empate, aunque el desarrollo del partido llevó a pensar que se repetiría el 0-1 con el que se había acostumbrado a recabar en sus anteriores salidas. Encajó en el descuento a pesar de que tenía el partido controlado.

Eso no le ocurrió una semana antes contra el Oviedo, al que superó por la mínima en Los Cármenes. Aunque en esta oportunidad sí tuvo alguna opción de marcar más, como es habitual cuando juega en casa, tampoco acumuló gran cantidad de remates, doce durante el tiempo de juego, y únicamente dos a portería. Le bastó para que uno de ellos entrara, el de Adrián Ramos a siete minutos de que se cumpliera el tiempo reglamentario.

El mismo sufrimiento y clavado desenlace en Tarragona. Esta vez, a diferencia de lo ocurrido con el Oviedo, el que llevó el peso fue el contrincante, pero el que golpeó con fuerza fue el Granada. Pronto lo hizo por medio de Pozo, superada la media hora de juego. Un contragolpe certero y un único disparo a portería que sirvió para sumar los tres puntos que había en juego frente al colista. Fue el más claro ejemplo de la importancia que tiene en esta categoría sacar máximo rendimiento de las opciones de gol y saber mantener la portería a cero. Aparte de este lanzamiento que acabó en gol, solo cuatro remates más hizo el equipo de Diego Martínez en todo el partido.

En Málaga realizó uno más, seis, también uno más entre los tres palos, dos en total. Muy poco, pero suficiente. Uno de ellos, en el que salió la pelota mordida tras chocar la pelota entre las piernas malaguistas, acabó en la portería de Munir. Lo justo para ganar el derbi.

El Sporting se aprovechó

Los tres partidos que el Granada ganó consecutivos, a los que se podría unir el Tenerife por la manera de desarrollarse el encuentro, tuvieron como denominador común un Granada que supo manejar los tiempos, sufrir cuando tenía el marcador a favor y rentabilizar las pocas opciones de gol. Cifras anotadoras cortas a favor y nulas en contra. La portería a cero como seña de identidad. Perdió esos factores con el Albacete y lo pagó. Como le ocurrió en su única derrota en Los Cármenes de la temporada. Fue frente al Sporting (1-2), en otro de los encuentros en los que más ocasiones fue capaz de generar el conjunto rojiblanco.

Hasta catorce disparos realizó en todo el partido, de los cuales cinco fueron entre los tres palos. Uno solo entró, aunque le anularon otro tanto legal de Adrián Ramos que las estadísticas no registraron por instrucción del colegiado. Ocón Arraiz fue decisivo, ya que sí señaló una falta a favor del equipo asturiano en el tiempo de descuento que supuso el gol de la victoria visitante.

En la cita anterior, que el Granada jugó en Las Palmas, vio cómo su efectividad era premiada con dos goles, ya que solo disparó cuatro veces a portería, pero el rival también acudió a su eficiencia de cara a portería para marcar otros dos goles que dejaron la situación en tablas.

Los números globales del Granada demuestran que si está en lo más alto de la tabla es por su efectividad, ya que es el decimotercer equipo de Segunda división en número de remates (225), lo que demuestra que lo importante no es tanto la insistencia como la puntería.

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