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Sergi Guardiola, en un partido con el Córdoba Ramón Gómez
El representante de Sergi Guardiola aclara cómo se desvinculó del Granada
Granada CF

El representante de Sergi Guardiola aclara cómo se desvinculó del Granada

El manacorense suma 21 goles con el Córdoba, tras rescindir el contrato que le unía a los rojiblancos el pasado verano

Rafael Lamelas

Granada

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Jueves, 17 de mayo 2018, 00:55

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El agente de Sergi Guardiola, Joaquín Vigueras, aclaró a IDEAL que su representado rescindió su contrato con el Granada el verano pasado a coste cero, sin necesidad de pagar 10.000 euros, como deslizó una fuente del club a este periódico. El actual tercer máximo goleador de Segunda división tenía esta cantidad estipulada en caso de que el equipo rojiblanco quisiera rescindirle unilateralmente y no al contrario, como había constatado esta fuente interna, fruto de una nueva disposición firmada por el anterior director general, Sergi Vieta, y el vicepresidente Kanging Wang en representación de la propiedad, rubricada justo antes de su cesión al Murcia, de Segunda B, en enero de 2017.

Meses después, en verano, fue cuando pactó su salida sin coste alguno para las partes. El perfil del atacante no llamaba tanto la atención a la entidad, aunque la dirección deportiva quiso contar con él para hacer la pretemporada con José Luis Oltra. Al final se negoció su salida. En ese trámite no se le puso ningún porcentaje de traspaso futuro.

Sergi Guardiola, ariete del Cordoba de 26 años que lleva 21 goles y que hasta este verano pertenecía a la disciplina rojiblanca, nunca llegó a debutar en el primer equipo. El manacorense tuvo que regresar en la última pretemporada tras su enésima cesión, que había sido al Real Murcia. «Nadie podía imaginar el rendimiento del jugador», detalla Vigueras. «En aquel momento el director deportivo, Manolo Salvador, me transmitió que contaba con el jugador para hacer la pretemporada, pero Sergi (Guardiola) venía de una mala experiencia el año anterior, cuando parecía que contaba para Paco Jémez y al final se quedó sin ficha. Él quería cambiar de aires. Encima sabíamos que venía Joselu y que se quedaba Adrián Ramos», confirma Vigueras.

Es aquí donde las versiones han diferido. Una fuente del club hablaba de que existía la posibilidad de salida del propio jugador por 10.000 euros pero, al parecer, es justo al contrario. Fue una medida interpuesta por el Granada, ya con la nueva propiedad, por si consideraban que el futbolista no tenía la valía suficiente y así ahorrarse sus emolumentos (en torno a 120.000 euros anuales) cuando regresara.

Al final se fue sin que nadie pagara. Sin cesión ni opción de recompra o de traspaso futuro. Guardiola quería militar en una escuadra que le ofreciera más posibilidades de desarrollar su fútbol sin la oposición de dos pesos pesados como Ramos y Joselu, en una Segunda en la que todavía no había debutado.

Se fue al Córdoba ganando algo menos, que también captó a Jona (que acabó cedido en el Cádiz en el mercado de invierno) y el resto llegó con los propios méritos del delantero criado en Jumilla (Murcia). Lleva 21 tantos en un Córdoba que se ha pasado gran parte de la temporada en descenso, que llegó a estar a trece puntos de la salvación, pero que a falta de tres encuentros para finalizar el campeonato se encuentra sólo a un punto de salir de la quema que supone estar entre los tres últimos. Su pólvora ha ayudado muchísimo a ello.

Guardiola está triunfando en el conjunto califal, que adquirió nuevos aires con la entrada de Jesús León y Luis Oliver en la dirección a mitad del ejercicio, que ha cambiado el destino cordobés. En una maniobra asombrosa, dentro de las muchas emprendidas, en marzo lograron atar la renovación del futbolista hasta 2022 (concluía en 2019 inicialmente), pese a seguir e la parte baja. Su ficha aumentó en un 30% y subió ostensiblemente su cláusula de salida también. De los 2,5 millones de euros que reflejaba su documentación pasó a 10 en el ámbito nacional y 15 para equipos extranjeros. En los mentideros se han reflejado posibles tentativas del fútbol inglés, aunque de momento no ha llegado nada sólido que aventure dónde estará la temporada próxima.

Llegó una retahíla de fichajes en enero al Córdoba que ha alterado el destino de la escuadra verdiblanca. Entre ellos, un nuevo entrenador, José Ramón Sandoval, quien ya obró un milagro en su día con el Granada para salvarlo en el final de la campaña 2014/15. El de Humanes fue uno de los técnicos que también estuvo en el cásting de Manolo Salvador. De hecho, llegó a entrevistarse con él cuando la posibilidad de que llegara Luis García Plaza al banquillo ya se había esfumado y José Luis Oltra se había convertido en el candidato más fuerte. Salvador y Sandoval sintonizaron bien pero el valenciano tenía una apuesta por su paisano, que al final incluso le llevó a enfrentarse con el asesor presidencial, David Belenguer, que prefería la llegada de Fernando Hierro. Salvador ganó esa mano, pues su contrato estipulaba que él elegía el míster o podía abandonar el cargo previa indemnización. Aterrizó así Oltra, pero Sandoval siempre quedó en el aire, pues es conocido su cariño por Granada, en el que tuvo un segundo curso, el 15/16, en el que las cosas no le salieron tan bien, siendo destituido a mitad de campaña con el equipo en descenso, situación que revirtió Jose González, quien paradójicamente acaba de bajar con el Málaga. Sandoval, sin banquillo desde que le cesaran en el Rayo el año pasado, se cansó de estar en paro y arriesgó con la difícil empresa cordobesa, que está a pocos pasos de conquistar.

Rebotado de Barcelona

Sergi Guardiola fichó por el Granada en enero de la temporada 2015/16. La dirección deportiva que capitaneaba Juan Carlos Cordero estuvo viva cuando se frustró el fichaje del punta por el Barcelona B debido a unos polémicos tuits antiguos del jugador en los que se metía con la casa azulgrana. Este inusual argumento de ruptura propició su llegada al filial rojiblanco, con el que acabó el ejercicio. En verano, lo tenía estipulado, sí hizo la preparación con los 'mayores', con Paco Jémez al mando, en el comienzo de la era china. Aunque tuvo alguna posibilidad de mantenerse, al final se quedó sin ficha con el primer equipo.

El club nazarí le cedió a un equipo australiano, el Adelaide United, en el que coincidió con Guillermo Amor como entrenador, hoy portavoz del Barcelona, curiosamente. Estuvo poco más de tres meses y en enero volvió a España. Fue entonces cuando se firmó la opción de rescisión por parte del Granada por valor de 10.000 euros. El Granada le cedió entonces al Real Murcia, encuadrado en el grupo IV de Segunda B. Los pimentoneros se clasificaron para la promoción de ascenso, pero se quedaron a las puertas en la intentona. Guardiola hizo ocho goles, especialmente prolífico en sus últimos partidos, y parecía llamado a tener un papel en el Granada que acababa de bajar a Segunda. Pero no lo vio claro ante la presencia de Joselu y Ramos. Decidió cambiar de aires.

A punto de cumplir 27 primaveras, ha explotado y de qué manera. Los que se quedaron apenas suman 13 dianas (nueve el español y cuatro el sudamericano). Guardiola los pulveriza solo con sus 21, incluyendo a Rey Manaj, que lleva un tanto y que ejerce esa función de tercer delantero que hubiera sido la suya, salvo que a base de efectividad hubiera adquirido galones. Ha demostrado hambre y ambición en su actual equipo. Está recibiendo un premio consecuente. Verle triunfar pesa en este Granada que se ha abocado al fracaso y que quizás no le supo valorar convenientemente.

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