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El delantero del Deportivo Adrián López (i), pelea un balón con Iturra, del Málaga. EFE
Segunda, año dos
Granada CF

Segunda, año dos

Cinco equipos saben lo que es regresar a Primera división al siguiente intento desde que se instaurase el 'play off'

FRAN RODRÍGUEZ

GRANADA

Sábado, 7 de julio 2018, 00:41

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Descender de la máxima categoría del fútbol nacional obliga a los clubes a perseguir un único e incondicional objetivo: regresar a Primera. Una ambición que se ve sustentada el primer año en la ayuda económica que se presta a los descendidos. Desde que se instaurara el 'play off' de ascenso, solamente cinco equipos lo han conseguido en el primer intento. Villarreal, Deportivo de la Coruña –en dos ocasiones–, Betis, Getafe y Levante son los conjuntos que no han necesitado una segunda temporada para recuperar su lugar entre los grandes.

Pero, ¿qué ocurre si no se consigue retornar a Primera división? ¿Es más difícil ascender el segundo año? ¿Cómo afecta a los descendidos prorrogar su estancia en la categoría de plata? Económicamente sí que existen determinadas complicaciones que hacen más valioso si cabe retornar a Primera tras haber fallado como recién descendido. Aun así, en la última década encontramos cinco clubes que lo han logrado cuando, a priori, habían perdido parte de sus opciones.

Los ascensos de Betis, Valladolid, Almería, Osasuna y Rayo son fiel reflejo de lo impredecible que resulta la Segunda división. Solamente los béticos y los vallecanos lo hicieron evitando las eliminatorias de ascenso. También se encuentra la otra cara de las segundas oportunidades en el ejemplo del Elche. Los franjiverdes no pudieron regresar a Primera la temporada posterior a su descenso y se alejaron tanto que acabaron bajando al grupo III de Segunda B.

Ningún recién descendido

En la misma tesitura que aquellos equipos se encontrará el Granada, que no ha cumplido con su exigente objetivo ni por la vía directa ni por la larga. Tampoco lo hicieron Osasuna y Sporting. Y más cruda será la realidad para estos tres equipos en la temporada 2018-19, ya que verán reducido su poder económico al perder las ayudas al descenso. Una ventaja económica y competitiva que sí tendrán Málaga, Las Palmas y Deportivo de la Coruña, máximos favoritos desde ahora a alcanzar las plazas de ascenso directo. No obstante, es difícil predecir en junio qué pasará en una de las competiciones más emocionantes del panorama futbolístico.

Sin ir más lejos, en este curso ningún recién descendido consiguió recuperar su plaza en Primera y sí lo hizo el Rayo Vallecano, el mejor espejo en el que mirarse para acometer el ascenso en la segunda oportunidad. Tras perder la categoría, los rayistas apuntaron al ascenso y coquetearon con la Segunda división B. Ya de la mano de Míchel, construyeron una plantilla talentosa y fiel a una identidad para ascender. Entre el descenso y la gloria solamente hubo una temporada gris de por medio que sirvió de aclimatación, de lección o incluso de catarsis.

El Rayo Vallecano no es el único ejemplo de equipo que necesita dos temporadas para recuperar la sonrisa. En la temporada 2010-11, con el Granada ya en Segunda, el Real Betis conseguiría volver a Primera tras dos temporadas en el fútbol de plata. También sería la primera campaña en la que se instauraba el nuevo formato eliminatorio de promoción. Aunque Valladolid, Tenerife y Xerez partían como favoritos al ascenso, los béticos se valieron de su experiencia un año antes para ascender, junto al Rayo, sin necesidad de alargar su temporada. Los acompañó el Granada gracias al tanto de Ighalo en Elche. En la misma situación que los verdiblancos estaban Numancia y Recreativo. Sorprendentemente, ninguno entró en el 'play off' y el Tenerife descendió a Segunda B doce meses después de codearse con los mejores de España.

En la 2011-12 aparece un nuevo ejemplo de persistencia. Valladolid y Xerez estaban ante su segundo año en la categoría tras dar un paso atrás en lo deportivo. En el caso de los pucelanos fue para coger impulso, pues ese mismo año regresó a Primera ganando la aún novedosa fase de ascenso. A los andaluces se les pasó el segundo tren y quedaron más lejos aún que en su primera temporada tras descender. Perdieron la estabilidad en el verde y también en el palco, con una profunda crisis institucional de la que ya no se recuperarían.

En el verano de 2012, Sporting de Gijón, Racing de Santander y Villarreal bajaban a Segunda. Los amarillos además provocaron el descenso de su filial. Por su parte, Hércules y Almería buscarían imitar al Valladolid y regresar a Primera en su segunda prueba. Lo consiguieron los almerienses doblegando al Girona en la final del 'play off'. Los alicantinos no sólo no lo jugaron, sino que estuvieron a muy poco de descender. El Elche, tras varios intentos, y el Villarreal, a la primera, también ascenderían, ocupando las plazas que dejaban Mallorca, Deportivo y Zaragoza.

Los deportivistas repitieron hazaña y acortaron al mínimo posible su estancia en Segunda, necesitando solamente la temporada 2013-14 para ascender junto a Eibar y Córdoba. Solamente el Sporting de Gijón jugaba en la división de aquellos tres equipos que habían bajado dos temporadas antes. Las Palmas fue el verdugo de los sportinguistas en la postemporada. Por aquel entonces, el Racing de Santander ya jugaba en Segunda B tras dos campañas nefastas para los cántabros.

Mallorca y Zaragoza, que habían descendido con el Dépor, no cumplieron con las expectativas tras descender y tendrían que repetir curso. Su segundo intento fue en la campaña 2014-15, en la que el Mallorca tuvo que pelear por no caer a Segunda B mientras que los maños sí jugaron el 'play off'. En la final se encontraron con Las Palmas y no pudieron doblegar a unos canarios que olvidaron así la invasión de su estadio del curso anterior, celebrando antes de tiempo un salto que sí logró el Córdoba. Ascendieron también los béticos, que habían descendido un año antes, y el Sporting, en su tercer curso consecutivo en 'plata'.

En la temporada 2015-16, Osasuna y Valladolid se encontraban ante una nueva oportunidad para conseguir lo que se les había escapado un año antes. Hacía dos temporadas de su descenso y regresar volvía a ser el objetivo marcado a pesar de ver cómo Elche, Almería y Córdoba bajaban de Primera con las mismas pretensiones. Pero fueron los rojillos los que se llevaron el premio al superar al Nástic de Tarragona y el Girona. Por la vía directa habían ascendido el histórico Alavés y un debutante, el Leganés.

Ninguno de los tres equipos que había descendido dos años antes (Elche, Almería y Córdoba) subió en la temporada 2016-17. De hecho, los ilicitanos completaron un año dantesco y descendieron a Segunda B. Al primer intento sí subieron Levante y Getafe, acompañados por un Girona que ya era asiduo desafortunado al 'play off'. El Rayo Vallecano también sufrió y estuvo a poco de perder la categoría y bajar de golpe dos peldaños del fútbol nacional. Sin embargo, un año después de salvar su plaza en Segunda, en Vallecas se ha celebrado el ascenso a la Liga Santander en su segundo curso consecutivo en el fútbol de plata y ante equipos de la talla del Oviedo, Zaragoza, Valladolid, el Huesca y los descendidos Granada, Sporting y Osasuna. Estos tres últimos fueron los principales candidatos al ascenso gracias, entre otras circunstancias, a la ayuda económica de la que se beneficiaron por descender. Pero una campaña muy irregular ha privado a Osasuna y Granada de buscar el salto en las eliminatorias y el Sporting cayó en las mismas ante el Real Valladolid, equipo que se llevó a la postre el billete a Primera.

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