Un club sin decisiones relevantes en sus oficinas

Una especie de 'parada biológica' sacude al club, cuyos trabajadores siguen acudiendo a su puesto para realizar sus respectivas tareas con diligencia, pero sin saber qué va a ocurrir con cada uno. Nadie olvida aquel acto que tuvo lugar a mitad de temporada, cuando el director general, Sergi Vieta, acudió con muchos de ellos a un entrenamiento del primer equipo, para trasladar ánimo a los futbolistas, con el fin también de que fueran conscientes del peligro que corrían muchos de estos empleados en el caso de un descenso. Cuando pasó esto, la guadaña aún no se veía tan cerca. Pero el hecho se ha consumado y la realidad administrativa está por clarificarse. La lógica reducción presupuestaria ocasionará despidos y alguna no renovación a buen seguro.

Pero nadie puede arrojar luz, pues ni siquiera las personas más significativas del organigrama, como el propio Vieta, saben qué va a pasar con ellos, aunque lo sospechen en vista de los últimos acontecimientos. Adams ya entonó el 'no comment' preguntado por el futuro del ejecutivo catalán, dejando la pelota en el tejado el propio presidente y dueño, John Jiang.

Por tanto, nada de gran calado se mueve dentro, a la espera de novedades. De que alguien explique qué va a pasar y quién gobierna en los distintos niveles. Un club es algo más que lo meramente deportivo.

Sin amistosos de momento

Por otra parte, el medio británico 'Kent On Line' publicó ayer que el Granada rendiría visita a Inglaterra el 25 de julio, para disputar un 'bolo' al Gillingham, conjunto que esta pasada temporada militó en la Liga 1 de Inglaterra (Tercera división). El club no confirma esta celebración.