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«El arma para demostrar nuestro compromiso  es el césped»
GRANADA CF

«El arma para demostrar nuestro compromiso es el césped»

Camilo Álvarez

Lunes, 27 de marzo 2017, 00:48

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Convencer al granadinismo de que aún es posible la permanencia se presenta como una empresa casi imposible después de perder en Gijón, pero Lucas Alcaraz (Granada, 1966), mantiene su discurso optimista porque es consciente de que tanto él como su equipo le deben al menos a la afición la entrega hasta que las matemáticas jueguen en su contra. Para empezar: el Barcelona.

¿Se esperaba la reacción del equipo en Butarque y en El Molinón?

No, no lo esperaba nadie. Son dos partidos totalmente distintos. Al de Leganés llegamos con mucho cansancio, con poca frescura, en un estadio donde normalmente los partidos son más bien fríos. Lo perdimos cuando teníamos que haber empatado. Lo del otro día en Gijón hasta el 1-1 el partido iba por buen cauce. Evidentemente, te pueden empatar, porque esto es fútbol, pero lo que va detrás del empate no lo esperaba nadie ni se puede justificar de ninguna forma. Tienes la doble lectura: has estado cerca de ganar el partido pero de cara al futuro sabes que puedes ganar partidos. Es lo que le ha pasado a este equipo ya muchas veces: pasas de ganar partidos de forma brillante a perderlos incomprensiblemente.

¿Tiene solución esos problemas defensivos?

Analizando gol por gol, el de Leganés es un contraataque que se tiene que cortar tras una pérdida que no se tiene que producir. En Bilbao perdemos el balón cuando lo tenemos en el pie y casi sin presión. En Gijón nos cogen a la espalda por no estar perfilados y no correr a tiempo. El más evitable tácticamente es el de Gijón.

¿Es inamovible la defensa de tres centrales? ¿Detecta algún problema a la hora de tirar el fuera de juego?

A estas alturas de la temporada con el sistema que más hemos ganado es con este de tres centrales. No lo digo por defender el sistema, lo digo porque hemos probado todos ya y con todos los jugadores. El planteamiento en Gijón era bueno en el minuto 60 y no lo era en el 61. Con ese sistema le ganamos a Las Palmas, Alavés y Betis, se le tuvo que ganar al Atlético de Madrid, se le plantó cara al Valencia en Mestalla... Cuando se gana y cuando se pierde no hay que achacarlo al sistema, dentro de que en la defensa de tres centrales nos hemos encontrado mucho más cómodos.

¿Quizá el problema sea entonces la falta de recursos en la plantilla?

Hay dos cosas. En Gijón faltaban tres piezas significativas por lo que suponen en el desarrollo del juego, pero hasta el minuto 60 esas bajas no eran tan decisivas. Es cierto que estamos compitiendo. A veces por mala suerte y otras por errores nuestros, en partidos puntuales muy importantes nos hemos presentado con bajas importantes. Adrián (Ramos) condiciona mucho el juego, no solo por sus aciertos. Wakaso y él nos dan un perfil totalmente distinto al equipo. No tenemos jugadores iguales en la plantilla. Aun así, ese partido se podía haber ganado, aunque está demostrado que hay jugadores muy importantes.

¿Qué intentaba con Boga de falso 'nueve'?

Fundamentalmente que el centro de la defensa de ellos no tuviera una referencia concreta. Si en algo son buenos ellos es en el juego de disputa. Eso generó mucha incertidumbre. Lo que pretendíamos buscar, lo conseguimos. De todas formas, hemos jugado con todos ya, Kravets, Ponce...

¿A qué argumentos se agarra para pensar que se puede conseguir el objetivo?

Tienen que ser los que nos han dado victorias importantes y convincentes. Sé que ahora mismo es un momento difícil para que los argumentos convenzan si no vienen con resultados. La bipolaridad tan grande del equipo hace que sepamos perfectamente cuándo hacemos las cosas bien y por qué es. No hemos ganado ningún partido de rebote y con rivales que están mal clasificados. Esa bipolaridad es frustrante pero tenemos que hacerla esperanzadora en la otra parte.

Pero fuera de casa siempre hay algo que condiciona...

El tipo de partido que tenemos que hacer se tiene que dar en una dirección concreta, y ahí somos buenos. Pero cuando tenemos que esgrimir otros argumentos, nos cuesta. Somos un equipo muy inexperto.

¿Está notando ese desgaste del que hablaba cuando llegó?

Sí. El que no se desgaste en esto es porque no le importa. También es cierto que tengo bastante hábito en temporadas de este tipo y sé gestionarlo.

¿Alguna vez se le ha pasado por la cabeza abandonar?

No creo que fuera algo que beneficiara al club, que sea el momento. Asumimos todos un compromiso y hay que pelear las posibilidades que tenemos.

¿Qué sensaciones percibe de la cúpula?

Están con la predisposición de ayudar en lo que se pueda, pero cuantos más días pasan más se depende total y absolutamente de los jugadores.

En dos semanas

¿Se ve en el Granada más allá del 30 de junio?

El club está trabajando en todos los escenarios posibles. Mi trabajo es el equipo y no puedo estar pensando en nada que no sea en lo inminente, porque eso va a marcar mucho lo que pase después. En dos semanas vamos a tener un horizonte bastante claro y queremos seguir peleando.

¿La semana en la que el Granada se enfrentará a Barcelona, Deportivo y Valencia va a marcar el futuro?

Van a quedar luego siete partidos y va a depender bastante de las victorias que podamos conseguir en esos encuentros, pero en un universo de diez partidos, un 30% es muy importante.

El objetivo son las seis victorias.

No me gusta hacer números pero sí marcarme objetivos. El objetivo es ganar el siguiente partido, pero tenemos que tener un horizonte a la vista. Y ese es el de los 37 o 38 puntos.

¿Encuentra a día de hoy esa predisposición en el futbolista para afrontar el reto?

Generar convicción en momentos de malos resultados es difícil. Esta semana además es complicado testar la atmósfera porque falta medio equipo. La semana que viene todos tenemos que pensar ya en eso. Hay nueve puntos en juego en siete días, que son muchos.

¿Se ha planteado rotar ante el Barcelona?

Me he planteado todos los escenarios posibles. A lo mejor el segundo y el tercer partido son más posibles de conseguir puntos pero, por otra parte, tampoco puedes renunciar a ningún partido. Hay posiciones que se pueden ir refrescando y otras que las gestionaremos como podamos. Hay que intentar ganar cada partido de los que nos quedan.

¿El Barcelona es ganable sin Leo Messi?

Es un gran equipo pero aquí le hemos ganado hasta con Messi. Difícil, muy difícil; posible, también.

¿Qué destacaría como positivo de su gestión del grupo hasta ahora?

Cuando llegamos detectamos que no había ningún vínculo concreto. Hemos dotado al equipo de un orden diario y otro táctico sobre el que hemos intentado ir creciendo. Ha habido pasajes en los que se ha identificado bastante mejor al equipo y otros en los que los resultados dicen lo contrario. Hay un paréntesis intermedio, que ha sido el mercado de invierno, en el que ha habido un pasaje de lesiones, bajas tardías, altas tardías, que han hecho difícil ser efectivo. Ha sido pasar ese periodo y el equipo ha tenido el mes más productivo de la temporada. Un entrenador sin resultados es poco convincente en sus argumentos, pero ha habido fases interesantes y otras que, en un escenario de mayor participación de determinados futbolistas y de una gestión del mercado de fichajes más rápida, nos hubiera dado más puntos.

¿Y sus errores?

Por ejemplo, poner a Kravets en la banda en Eibar. Pensé que iba a surtir efecto y fue un error. O ante la Real Sociedad. En vez de haber jugado con el bloque intermedio, teníamos que haber salido a presionar. Errores siempre se cometen y después de los partidos los encuentras. Las decisiones las hemos tomado siempre argumentadas.

¿Qué jugador cree que ha crecido más desde que llegó?

No me gusta individualizar. Hay jugadores que están creciendo, pero es complicado colectivizar jugadores de tan diversa procedencia y con tan poca experiencia. Hay futbolistas que han crecido mucho, como Uche, Pereira...

¿Y su espina clavada?

En Granada tenemos muchas veces un problema de expectativas. A nivel de afición somos muy generosos y cualquier jugador con poco que haga nos ilusiona, y ponemos un baremo de lo que va a aportar que es difícilmente cumplible. Hay jugadores que, por su estética o su capacidad para ejecutar las cosas, ponen las expectativas muy altas pero no nos damos cuenta que son chavales jóvenes. Están en tránsito.

¿Es especialmente frustrante el caso de Boga?

Son chavales muy jóvenes, con virtudes, pero, a unos les cuesta más y a otros menos, es difícil contextualizarlas dentro de un rendimiento colectivo o individual en una temporada tan larga. No están acostumbrados a pelear por un descenso. Los jugadores tienen etapas y a veces aquí les toca la más árida. A lo mejor en otro contexto, en un equipo mejor clasificado, cambia. Hay jugadores del talento de Boga que por ahora han insinuado cosas pero les ha faltado regularidad. Hemos puesto unas expectativas, a lo mejor, demasiado altas.

¿Cómo se tomó la destitución de Piru?

A nivel humano teníamos una gran relación. Hay dos formas de verlo: por el trabajo realizado y por lo que se piensa de cara al futuro por la propiedad. En cualquiera de los dos casos, no soy quién para juzgarlo, pero si cuando contigo no cuentan para un futuro, lo mejor es acabar lo antes posible.

¿Y su relación con Tony Adams?

Buena. Una persona de fútbol que está pensando en el año que viene y trata de conocer lo más minuciosamente posible el club.

¿Entiende el modelo que plantea el club con DDMC, una empresa con franquicias?

No soy yo quien debe explicar ese proyecto. Puedo hablar de la gestión de un club, es lo que están intentando hacer. Ahora hay una persona (Tony Adams) que en teoría debe conjugar la situación del equipo y del club con la filosofía de la empresa.

¿Cuál es el mensaje que en este momento debe calar?

El mensaje hay que mandarlo en el césped. La afición ha estado y está muy por encima nuestra en cuanto a convencimiento y a comportamiento. Como dije en su momento, los jugadores y los técnicos tenemos un arma para demostrar nuestro compromiso que es el césped.

¿Esta semana se verá el partido del Barcelona con el Valencia o el 1-0 de Brahimi en Los Cármenes?

A nivel de motivación, lo mejor es ver este último vídeo. Cómo se ganó. Y eso que en aquel partido no estábamos en nuestro mejor momento, y se venció con las armas que no se habían usado en el resto de la temporada: con coraje y a base de sufrir. Aquel año el equipo era de posesión, tenía el balón...

La motivación de ganar a un rival de tal envergadura supone un impulso tremendo...

Sin duda. Son tres puntos, pero muy diferentes. Y hay que saber digerirlo.

¿Quién baja este año?

Puf. Menos nosotros...

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