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Granada CF

LA PLAZOLETA

Realidad paralela en el Granada

Nabil El Zhar es un sinvergüenza. Su abortado fichaje por el Granada retrata a un tipo con pocos escrúpulos. La misma mañana del cierre del mercado garantizó varias veces, a través de Whatsapp, lo que ya era un acuerdo tácito para incorporarse. Negociación en la que él mismo quiso desviar a su agente, Luis Alonso, para cobrar un dinero extra. Un representante con el que el director deportivo, Javier Torralbo 'Piru', mantiene una relación tensa, chocando al jugar cierto papel en la llegada de Mehdi Carcela, al tratar de inflar su comisión. 1.200 euros gastaron los rojiblancos en modificaciones de los billetes de avión de El Zhar durante ese día 31, hasta que de repente todo se quebró. En la cúpula anduvieron despistados, porque la certeza con la que se expresaban periodistas cercanos al Leganés a mediodía en sus programas, e incluso algunos canarios, delataba que algo iba mal, como así fue.

Con una larga parrafada, El Zhar trató de excusar la ruptura. Apeló al interés de su familia, pues con los pepineros firmaba al final por dos años con opción a un tercero, y se trató de justificar diciendo que él «no era así», mostrándose dispuesto a abonar la cantidad perdida por los vuelos. La indignación de Piru fue total. Luego vino el anuncio de su fichaje, el choteo de Alonso, su disculpa al menos con los aficionados al día siguiente, vía Twitter, y el comunicado oficial de los nazaríes, por la tarde, reprobando la praxis de este ejecutivo. El Zhar, ayer, se atrevió a decir que «ni se lo pensó» cuando le contactaron desde el conjunto madrileño. Un falso.

Es un episodio desagradable, pero no aislado. No es la primera vez que un agente planta al Granada, se retracta de lo convenido u ocasiona un desenlace incómodo, que beneficia a un tercero. Es algo que se reiteró en verano, a veces por mala suerte, otras por candidez.

Lo sucedido debió llevar a una reflexión. El margen era tan bajo tras la limpieza excesiva y el apagón de Pozzo -al llevarse a Success, Peñaranda, Doucouré y El Arabi-, que la única manera de compensarlo era iniciar los trámites de una ampliación de capital con rédito invernal, aun con riesgo de sobredimensión. Pero no se afrontó y quedó todo limitado a un control financiero que ciertas informaciones ajenas colocan en 38 millones, pero que en el Granada retroceden a unos 23, con un peso alto de un filial que cuesta más de 7 con los 'chicos' de Pozzo. Los 38 quizás salgan del 'maquillaje financiero' de las supuestas ventas del cuarteto antes mencionado.

De Piru se dice que es un buen tipo, transparente -lo corroboro-, pero no está claro que esto sean virtudes en su cargo. Se ha tomado unos días. Le será positivo meditar para no incurrir en análisis sesgados que hagan pensar que vive en una realidad paralela. El club cierra filas.

Este mundillo está invadido por las pirañas y sólo existe una regla: o les sabes dar de comer o te acaban comiendo. Disparas o te disparan, como decía Pina, que también cometía sus pifias y construyó 'Granadas' de saldo pero que, como fuera, cumplía el objetivo. Veremos ahora, pues esto no ha terminado a pesar del ambiente, pero hay algo claro. Esto es para los vivos. Gente a la que nadie se le ocurre hacerle una pirula.

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