En directo, desde Villarreal

A la tierra de la cerámica llega un Granada de porcelana china, que se presumía fino y delicado y ha resultado ser tosco y endeble. El club se encuentra en una sima, a medio camino en el capítulo de altas y bajas, moldeando su futuro a corto plazo con prisa. Dos de los tres fichajes ya serán titulares. Ingason sumará su segunda comparecencia, aunque en una defensa de tres centrales, mientras que Adrián Ramos estrenará en LaLiga su fama de cañonero en Alemania. Muchos otros a los que se les ha entreabierto la puerta ya están junto al quicio, pero sin terminar de dar el paso. Esto depara una convocatoria condicionada, con los activos que presumiblemente cruzarán el Rubicón de la medianoche del 31 y afrontarán, ya sin fisuras, la pugna por intentar la salvación.

Ya no se mastican más argumentos deportivos que los que apelan a aspectos emocionales. Ha llegado la hora de que los que saben que van a continuar en la batalla renieguen de la bandera blanca. Los nazaríes brindaron con veneno al festejar 2017 y todavía les dura la resaca. Lo del Villarreal es parecido, aunque sus dudas sólo suponen alejarse de los puestos de Champions.

Lucas Alcaraz ha introducido en su discurso el tono tribal. Nunca le gustó hablar de «morder» para referirse a la actitud intensa con la que debe afrontar el equipo cada encuentro, pero ahora suscribe el verbo como el que más. Sabe que lo más trascendente no es la recuperación de carrileros, ni la presencia de otro canterano como Hongla o la propia inserción de los nuevos, más los que están por llegar. Lo importante es rebajar la cuota de pifias, espantar la sensación de fiasco, competir con dignidad. Luego vendrán victorias, empates o derrotas, pero no se cuestionará la actitud profesional.

La feliz noticia en la zaga es el restablecimiento de Saunier, al que ya se esperaba ante el Espanyol. Sanado de sus molestias musculares, se incorpora a una retaguardia en la que Ingason teóricamente ejercerá de libre y Gastón Silva ganará espacio en la izquierda. El uruguayo es de los pocos que ha revertido su destino de huida. Que pase de orillado a titular influye en sus impresiones. Salvo catástrofe, parece que tendrá en la plantilla que sobreviva.

Por delante, aparecerá un nuevo escolta junto a Sergi Samper. Tan bien le salió al entrenador el debut de Aly Mallé en Barcelona que se ha decantado por dar otro bautismo. Esta vez, a un camerunés, también de 18 años, que ha alternado más de defensa que de centrocampista, pero que en el estadio de La Cerámica ejercerá de pivote. Se le observa calidad. Puede ser un poco desordenado. Veremos en competición.

Foulquier se adueñará de toda la zona derecha, algo que le pirra. La duda aparece en la izquierda. Por lo probado durante la semana, en los planes del preparador granadino estaba encajar el retorno de Cuenca como carrilero zurdo, con Boga por delante.

Boga, tocado

Pero el francés no se ejercitó hasta ayer con los demás y así es poco probable que esté para 90 minutos, por lo que abre el abanico. Una opción es colocar de lateral largo a Tabanou, con Cuenca en su genuino puesto de extremo. Otra, situar a Atzili con los de la partida, dejando a Cuenca por detrás, como se presuponía. La tercera variante implicaría la titular de Ponce, como zocato impostado, aunque en el RCDE Stadium anduvo perdido en el flanco. Finalmente, la del argentino será la elegida.

Con Aly Mallé como garantía en la diestra, aparece Adrián Ramos como la gran esperanza ante el gol. Dejaría así sentado a Kravets, el máximo realizador del conjunto hasta su llegada. La posibilidad de los dos puntas parece barajarse, pero no para este encuentro, al menos de arranque. Si toca remontar, sí.

En el Villarreal están diciendo adiós a Pato, que se marcha a China, y saludan a un viejo conocido, Adrián López, que incluso podría ser titular. Se esperan pocos cambios con respecto a la versión que cayó ante el Valencia. Fran Escribá, que nunca ganó al Granada, pondrá a José Ángel en el lateral, al que quisieron los nazaríes en verano, cuando se pensaba que esto sería como los jarrones de la dinastía Ming y no una aparente imitación.