Ideal
Granada CF

LA RESACA

Vergüenza

Vergüenza
/ AGENCIA LOF
  • Estoy convencido de que la afición puede asimilar un cada vez más probable descenso, pero no que llegue con semejante desidia

1. Cuando el asunto se ve crudo, se suele recurrir a la estadística en busca de precedentes positivos, propios o ajenos; o se invoca directamente a lo misterioso, como si la fe en alguna deidad pudiera bendecir el camino. En pleno ecuador de LaLiga, ni las matemáticas ni los rezos parecen suficientes. Por lógica, quedan puntos para que el Granada consiga la salvación aunque no aparezca un benefactor del más allá. El problema es que lo que se contempla ahoga cualquier cuento de la lechera.

2. Todo seguidor rojiblanco ha de asumir, desde que llegó a Primera división, que la supuesta fiesta se puede acabar en cualquier momento. Ha habido señales de sobra para cerciorarse de ello, aunque este año parece cada vez más clara la expulsión del guateque. Son los peores datos registrados en su historia en esta categoría. Con una decena de puntos, poco optimismo se puede desenterrar de la molicie.

3. No han sido pocas las temporadas en este ciclo de regreso donde se han visto las orejas al lobo. Dos veces se afrontó la segunda vuelta en zona de descenso. Otro par, sin apenas diferencia con el sector crítico. Sólo en una campaña se cruzó el río en enero con los nazaríes instalados en una confortable novena plaza. 23 puntos, siete sobre el corte. La antesala, curiosamente, del peor periodo de clausura, con la conquista sólo de 18 unidades.

4. Alcaraz logró el objetivo, como en la temporada previa, aunque con más desgaste y sufrimiento. Ahora, la progresión le exige alquimia. Hay en quien fijarse, como aquel famoso Zaragoza de Manolo Jiménez, y de su presidente Agapito. 31 puntos en los meses definitivos. Nunca se sabe en cuánto se pondrá en listón. Al Villarreal no le valió con 42 y al Granada de Sandoval, otra resurrección encomiable, le bastó con 35.

5. Dejemos los guarismos para tocar lo crítico. Las lamentables sensaciones que desprende el equipo no se resuelven ni con una compleja ecuación. La desidia se transmite y abarca a muchos seguidores, que dan todo ya por finiquitado. Es comprensible, pero quedan todavía algunos gestos a los que agarrarse.

6. El principal es el efecto catártico que puedan provocar los fichajes. Una expectativa de saneamiento ambiental que, en el mejor de los casos, pueda rescatar del tedio a algunos integrantes de la plantilla que no pueden ser tan malos como parecen. Ya debutó Ingason, aunque sin mayor efecto para la seguridad en la retaguardia. Incluso con algunos errores, seguramente propios del que todavía no está integrado.

7. Un defensa suelto en medio de un desplome en barrena poco puede hacer. Puede que los tres contratados tampoco. Pero las cada vez más débiles hipótesis optimistas se sostienen sobre este trío más los que vengan, agregando al canterano Aly Mallé (lo único salvable de la visita al Espanyol) y a alguno que demuestre compromiso. Así por lo menos darán la cara, como está haciendo el Osasuna, sin ir más lejos, quitando el grillete de Caparrós.

8. De aquel esbelto, y único, triunfo ante el Sevilla queda ya poco. No se pudo respetar la alineación por las bajas y aquellos que entonces sobresalieron se han despistado por diversos motivos. Se han abierto debates estériles y Lucas Alcaraz observa atónito cómo el grupo navega a la deriva sin que él encuentre ni el timón ni una tripulación fiable. Ha de revisar su discurso y planteamientos, porque algo, o muchas cosas a la vez, no funciona. Al menos, pronunciarlo con meridiana claridad en la caseta. Dar el espectáculo fuera sería ya un circo.

9. Necesita recuperar a Saunier, restablecer a Cuenca y que Carcela vuelva lo antes posible de África. Hacer fiable la parte zurda de su defensa y exigir mucho más a quienes vienen acunados en canteras prestigiosas, perdidos en el lucimiento para YouTube. No asoma fácil nada de ello.

10. A los dirigentes y al entrenador les queda el recurso de esta conclusión del mercado para intentar buscar soluciones reales hasta donde llegue la economía. Después, tendrán un plazo lógico de integración de los nuevos, aunque bastante más breve que el que hubo tras el verano. Después de ello, quedarán expuestos. Si han recobrado el pulso y minimizan diferencias con el Leganés, el adversario al que han de perseguir, podrán reclamar cautela a los que les envían al cadalso. Si no, se hará de noche para todos. La afición puede llegar a asimilar el descenso pero no que se desvanezca la vergüenza competitiva. Estarán en su derecho de exigir responsabilidades, aunque estos tiempos de Sociedades Anónimas Deportivas orillen a los antiguos socios a meros abonados.

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