El Granada, encogido ante la adversidad

Lucas Alcaraz terminó pronto con las especulaciones acerca de los posibles canteranos que podrían acudir con el primer equipo hasta Pamplona para medirse al Osasuna. Su lista, difundida previamente a su comparecencia matinal, fue esclarecedora. El técnico rojiblanco no citó a ni uno de los chavales que habitualmente están con el filial. Ni siquiera a los tres que sí estuvieron en el partido de ida: Hongla, Sulayman y Entrena, nacido en Huétor Tájar, que debutó. Sólo miembros del primer equipo compondrán su expedición, si bien está en ella Angban, que aunque es un fijo con el 'A' desde su aterrizaje, tiene licencia con el cuadro de Segunda B.

El gesto de Alcaraz puede ser interpretado de muchas maneras. Una, que no tira la competición deliberadamente, por la consideración que le da al encararla con los mayores. Dos, que pocos van a poder adelantar sus vacaciones de Navidad y trabajarán en su último día. Hasta este jueves, cuando regresen en el vuelo de vuelta a la provincia, no se tomarán unos días de asueto para estar con sus familias, en estas fechas tan entrañables. Tendrán que retornar el día 29. En menos de una semana.

Hay algunos que sí se quedan en tierra. La mayoría, por el arrastre de lesiones. Muchas de ellas, derivadas del partido con la Real Sociedad. Tito no se ha recuperado de sus molestias musculares, mientras que Toral está diezmado por el esguince de tobillo que sufrió antes del descanso del encuentro, que le impidió continuar. Gastón Silva cayó en el entrenamiento previo a este duelo, mientras que Cuenca sintió un pinchazo en la sesión del día siguiente y tiene para tres semanas. En la enfermería siguen desde hace días Foulquier y Krhin.

A pesar de este amplio parte, hay dos futbolistas que no ingresaron en la convocatoria pese a estar físicamente en plenitud. Uno es Guillermo Ochoa, a quien sí le han dado descanso extra para irse antes a su país, México, por lo que queda claro que Oier tendrá su oportunidad de competir esta temporada al fin, tras perderse el partido de ida por acumular una sanción de la campaña anterior, cuando estuvo cedido en la Real Sociedad. Kelava aguardará en el banquillo como alternativa. De nuevo en la Copa tendrá sitio entre los 18 definitivos. Había acudido a algunos desplazamientos en Liga, pero como tercer arquero, por si se hubiera producido cualquier contratiempo.

El otro elemento que no se alista en el último encuentro de 2016 es David Barral. El delantero gaditano ha dejado de contar desde su incidente con Isaac Cuenca. Más por el hecho en sí, por su indisciplina posterior a la hora de asumir los hechos y disculparse en público. Alcaraz le tenía fe como revulsivo, pero esta consideración se evaporó tras aquel episodio. Es más que probable que se negocie su salida durante este mercado de invierno, cerrando así una etapa en la que no ha logrado ningún gol. En su mano está que la rescisión sea un trámite y tenga la ocasión de lucirse en otro lugar, o bien que se encasquille y se convierta en otro culebrón hasta última hora de la ventana de fichajes.

Una mezcla

Con lo que queda, Alcaraz armará una formación que mezcla titulares con suplentes. El conocimiento de que no habrá competición hasta enero permite el esfuerzo añadido de que algunos futbolistas habituales en la Liga actúen en la Copa. Repetirán seguro los centrales, ante la falta de zagueros disponibles. Lombán y Saunier volverán a coincidir como pareja por dentro, mientras que en la derecha probará de lateral derecho Rubén Vezo, quien ya tuvo alguna actuación en este puesto durante su etapa en el Valencia. El luso ha de incrustarse ahí ante las bajas de los especialistas Foulquier y Tito, más Cuenca, que también ha tenido minutos en este flanco.

Gabriel Silva también continuaría en el lateral zurdo, pues Tabanou, pese a acudir, es uno de los que parece ya defenestrados para la causa. Es probable que siga a su vez Sergi Samper como mediocentro, con Uche Agbo a su diestra -descansó ante la Real por sanción- y Javi Márquez a su izquierda, como volante en el 'trivote'. Otra elección podría ser la de Pereira. Su entrada sentaría a Samper, para darle el eje a Uche. Parece más factible que sea el catalán por el que apueste el preparador granadino. El ataque lo conformarán los mismos que ante el Osasuna en la ida. Ezequiel Ponce será el hombre más adelantado, Omer Atzili saldrá desde el extremo, mientras que Alberto Bueno actuará con bastante libertad, aunque replegando hacia el ala en defensa.

No estará el goleador del encuentro anterior, Jon Toral, así que tendrá que ser los demás quienes traten de encarrilar el pase a octavos, lo que les obligaría a competir en la primera semana de enero, antes del encuentro en el Santiago Bernabéu frente al Madrid, fechado para el día 7 a las 13 horas. El club no cambia sus planes de vacaciones por esto, aunque alteraría la rutina de preparación el hecho de tener que competir antes de lo previsto, con un contrario desconocido, pues se tiene que sortear el cuadro a partir de la siguiente eliminatoria.

Es complicado discernir qué le conviene más al Granada en esta tesitura. El triunfo ante los navarros conllevó que en la siguiente jornada se venciera también en Liga, por lo que hay que considerar aquella cita como terapéutica. Pero ahora, con varios futbolistas sin un futuro claro y la mayoría pensando en el descanso, el rendimiento se puede ver afectado. En cada uno estará demostrar la profesionalidad. Las ganas de ser importantes en lo que se cierne para 2017. Pugnan los dos peores conjuntos del campeonato regular, ambos con preocupaciones hondas para la salvación. Hoy se verá el enfoque de cada uno. Puede ser un día para reclamar protagonismo o para bajarse del carro.