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Sergi Samper, a la izquierda, se verá las caras con su valedor Eusebio Sacristán.
Maestro y discípulo se topan
Granada CF

Maestro y discípulo se topan

Eusebio sacó lo mejor de Sergi Samper durante los años que ambos coincidieron en el filial del Barcelona

Antonio Navarro

Martes, 13 de diciembre 2016, 23:31

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Era la tercera temporada de Eusebio Sacristán al frente del filial del FC Barcelona y al técnico vallisoletano se le presentaba un problema difícil de solucionar. Muchos de los futbolistas con los que había alcanzado un aceptable noveno puesto en la campaña anterior desaparecían de su plantilla, y los jóvenes futbolistas tocaban a la puerta con el talento que se le presupone a cualquier canterano del Barcelona, pero con la inexperiencia manifiesta de quien, con 18, 19 o 20 años, tiene que dar el salto del equipo juvenil a la Segunda división del fútbol español.

En aquella temporada 2013/14, en la que curiosamente Lucas Alcaraz estaba al frente del Granada, Eusebio perdió a piezas importantes como Oier y Sergi Roberto (que promocionaron al FC Barcelona), al defensa David Lombán (que firmó con el Elche) o al delantero Gerard Deulofeu, objeto de deseo de muchos clubes europeos que finalmente acabó siendo cedido al Everton. Tuvo que recomponer su Barça B y en el mediocampo la solidez que le había otorgado el portugués Gustavo Ledes (firmado por el Río Ave FC) debía ser sustituida por el equilibrio y la distribución de juego que, presumiblemente, debía ofrecer una de las promesas más valoradas de La Masía: Sergi Samper. El joven centrocampista catalán había estado en la agenda del Arsenal, como anteriormente lo estuvieron Cesc Fábregas o su hoy compañero en el Granada Jon Toral, pero él había decidido triunfar con la camiseta azulgrana y demostrar que en un futuro podía jugar en el mismo lugar donde Xavi Hernández y, posteriormente, Sergi Busquets habían estado sentando cátedra durante tantas y tantas temporadas.

Eusebio asumió el reto y le otorgó la titularidad al joven Sergi Samper, que no le defraudó. Cuarenta partidos jugados, una progresión ascendente y un tercer puesto que, de no ser por tratarse de un equipo filial, les habría dado derecho a los azulgranas a pelear por una plaza en Primera división. Samper fue clave en el centro del campo aunque esa tercera plaza no se entendería sin la participación de otros jóvenes talentos como Denis Suárez, Munir, Sandro o Dongou, que esa temporada marcó 16 goles.

La siguiente temporada supuso otra revolución en el filial y los números colectivos no fueron tan buenos. En ataque, el Barça B volvió a completar unas cifras más que aceptables (55 goles a favor), pero en defensa el filial fue el equipo más goleado de la competición (83 goles en contra) y con esa losa fue inevitable perder la categoría, quedando además último clasificado con 36 puntos, a nueve de la salvación que en esa liga 14/15 marcó el Atlético Osasuna. La progresión de Sergi Samper no se vio interrumpida y Eusebio contó con él en 34 partidos de liga, siendo también la temporada de su debut con el primer equipo, con el que acabaría ganando el Mundialito de clubes.

Caminos separados

Ese descenso a Segunda B separó sus caminos y, mientras Eusebio reemplazó a David Moyes en el banquillo de la Real Sociedad, el mediocampista catalán alternó sus partidos en la categoría de bronce con sus apariciones en el primer equipo. Este año sus retos son bien distintos. Eusebio ha mejorado a la Real Sociedad y en San Sebastián sueñan con mantenerse toda la liga en posiciones europeas.

Samper, por su parte, empezó mal el campeonato con el Granada pero en las últimas jornadas el cambio de dibujo y la confianza que Alcaraz ha depositado en él han hecho sacar su mejor versión. Este sábado se reencontrarán y, tras dos años luchando juntos, el técnico y el centrocampista intentarán dañarse mutuamente para ayudar a sus equipos a seguir soñando.

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