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El delantero ucraniano del Granada Artem Kravets (d), lucha por el balón ante los defensas del Málaga, Diego Llorente (i) y el venezolano Roberto Rosales
El delantero ucraniano del Granada Artem Kravets (d), lucha por el balón ante los defensas del Málaga, Diego Llorente (i) y el venezolano Roberto Rosales / EFE

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El Granada logra el empate en La Rosaleda

  • Show de Álvarez Izquierdo, que acabó premiando a un voluntarioso Granada con un punto fabuloso

En esta temporada de estadísticas tenebrosas, hay un registro factible para el Granada en caso de ganar esta noche en La Rosaleda, que ya de por sí sería un hito en este ciclo en Primera división. Venciendo habría obtenido puntos ante los otros tres clubes andaluces de la categoría. Empató en el Benito Villamarín y consiguió derrotar al Sevilla el pasado sábado. Hasta un empate sería un resultado interesante, visto el espectacular rendimiento de los blanquiazules en su estadio, que vienen de empatar en Valencia en los últimos minutos.

Lucas Alcaraz, que volverá al área técnica tras dos partidos castigado por su expulsión en Mestalla, sabe que en el fondo este dato es anecdótico, aunque todo lo que sea recolectar algo le vendría bien para consolidar la evolución. Él dirigió al Granada la última vez que se impuso allí, hace dos décadas, en su primera etapa al frente. Todos han cambiado mucho, incluido el Málaga, que ha pasado por ciclos muy diferentes. Tras aquellos cursos gloriosos que le llevaron a la Liga de Campeones, atravesó momentos de reconstrucción en los que al menos no se descompuso en exceso. Javi Gracia aprovechó bien las piezas que le quedaron y las que le fueron surgiendo de la cantera. Una mina de la que también disfruta ahora Juande Ramos, con Javi Ontiveros y Pablo Fornals como sus mejores representantes.

Las palabras del técnico del Granada cuando fue presentado aparecen ahora como proféticas. Advirtió de que salir de abajo llevaría un desgaste, pero que encontraría un procedimiento sobre el que insistir. Aclaró que no habría un sistema único, sino que alternaría entre varios. Así, la evolución ha llevado a los nazaríes al actual 4-3-3, sobre el que han gravitado los futbolistas que se sitúan del centro del campo en adelante. La medular funcionó como un reloj frente a los de Jorge Sampaoli y los extremos hicieron trizas su mecanismo en retaguardia.

Tanto Carcela como Boga, al que citó Juande Ramos en su análisis previo, pueden generar un roto ante cualquiera. Lo mejor es que ambos han demostrado que pueden ser punzantes tanto en el perfil natural como en el contrario.

Los dos intentarán aprovechar el trabajo de desgaste de Kravets, que querrá recoger el testigo dejado por El Arabi, auténtico azote malagueño en los últimos años, haciendo goles siempre. Dos de los tres tantos que lleva el ucraniano los compuso a domicilio, ante el Alavés y el Celta, aunque sólo sirvieron para maquillar el resultado negativo.

Un solo cambio

Sólo una ausencia impide la repetición del esquema del éxito del pasado fin de semana. Dimitri Foulquier ha sido reservado, antes de que recaiga con gravedad de sus molestias musculares en la pierna derecha, las que le tuvieron casi dos meses fuera. Atendiendo a la coherencia, Tito ocuparía el lateral derecho, posición que no ejercía desde el encuentro ante el Sporting de Gijón. Una oportunidad de reivindicación para el madrileño, que firmó por tres campañas avalado por su mentor, Paco Jémez, pero que se quedó 'huérfano' y poco a poco sin protagonismo. En su capacidad está demostrar si quiere continuar en el plantel o si sopesará la opción de salir en invierno ante la falta de minutos. Isaac Cuenca fue el relevo cuando la escuadra actuaba con carrileros, pero se le vio sufrir más con línea de cuatro, como se evidenció en la Copa del Rey ante el Osasuna. Sería, en cualquier caso, una variante ofensiva en caso de un resultado parcial negativo.

No hay más cambios previstos, salvo sorpresa. Ochoa defenderá el arco de los de rayas horizontales en el campo que fue su casa durante dos campañas, aunque sin la mejor de las suertes, ya que Kameni le apartó del protagonismo y sólo gozó de actividad cuando el camerunés estuvo convaleciente. Paradójicamente ahora el veterano arquero podría verse abocado de nuevo al banquillo, como le ocurrió en Valencia, debido a la emergencia de Boyko, un paisano de Kravets que recomendó Ramos tras su estancia en Ucrania.

El voto de confianza de Alcaraz en quienes le están respondiendo lo refrenda la similitud de la convocatoria con respecto a la anterior. Incluso ha entrado Alberto Bueno, que se ausentó antes de ayer por molestias en el tobillo. Vezo, baja por lesión en la cita anterior, se cae esta vez por decisión técnica, pues parece que por el centro se asienta la pareja que constituyen Lombán y Saunier, con Gastón Silva como alternativa, también para el lateral zurdo incluso. El resto de descartes son aquellos que parecen estar perdiendo el tren en Liga, como Barral, Krhin o Atzili. Tiempos de inquietud para ellos, con el mercado invernal tan cerca.

El Málaga cuenta con bajas importantes. Algunos, lesionados de larga duración, como Weligton, Kuzmanovic, Keko y Charles. Recio, exnazarí, anda mejor de sus problemas, pero todavía no le alcanza para estar con los demás. La sexta ausencia es la de Chory Castro, por acumulación de amarillas. En favor de los 'boquerones' vuelven tras sanción Diego Llorente y Juan Carlos, otro antiguo rojiblanco, con opciones de titularidad para ambos. Habrá que ver la profundidad de las variantes para un Málaga que cuajó un fenomenal segundo tiempo en tierras levantinas.

Arriba saldrá seguramente Sandro Ramírez, el ariete ya recuperado de un percance muscular. Sentaría a Michael Santos, que ha llegado a actuar en su compañía. Ramos le suele dar vueltas a sus patrones. Alcaraz también, pero parece abocado por el momento al 'trivote', siempre que siga dando dividendos.

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