El técnico Joaquín Caparrós no está logrando enderezar por el momento la trayectoria de Osasuna, equipo en el que regresó a la actividad tras su paso por el Granada CF (2014/15) y en el que ya pierde en las comparaciones con su predecesor en el cargo Enrique Martín.
La junta directiva del cuadro rojillo anunció el 7 de noviembre la destitución de este último tras la undécima jornada por los malos resultados, sólo una victoria, aunque con el equipo a tres puntos de la permanencia.
Sin embargo, la llegada de Caparrós no ha podido servir aún de revulsivo a la plantilla, quien ha ido de menos. De hecho, Osasuna ha empeorado sus números, con cuatro derrotas en otros tantos partidos (3 de Liga: ante Leganés, Atlético de Madrid y Sporting; y 1 de Copa del Rey: frente al Granada), y se encuentra a cinco unidades de la salvación.
Así las cosas, la intención de la junta directiva es reforzar la plantilla en el mercado invernal. El club anhela el regreso de Mikel Merino, traspasado al Borussia Dortmund, sin minutos en Alemania, para dar criterio al centro del campo, así como incorporar un portero de mayores garantías.
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