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Éxtasis y bajón en dos minutos locos

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El centrocampista belga del Granada Mehdi Carcela-González (2i) celebra con sus compañeros el primer gol del equipo frente al Valencia. / EFE

  • El Granada logra en Mestalla un empate con sabor agridulce. Los rojiblancos se adelantaron a un rival en crisis en el último minuto del primer acto pero recibieron el empate en el primero de la reanudación

Sigue el Granada sin ganar en Mestalla en competición oficial y eso que esta vez los de Alcaraz estuvieron cerca de lograrlo puesto que fallaron buenas ocasiones de gol y desperdiciaron la mínima renta favorable que se llevaron al descanso, quedando la situación al rojo vivo para un Valencia que empató en el primer minuto de la reanudación e intentó voltear el marcador hasta que Hernández Hernández pitó el final del partido.

Empezó el equipo valencianista más enchufado que un Granada que supo aguantar atrás para que el cero a cero no se moviese del marcador en los primeros minutos del duelo. El dominio local durante esos primeros instantes fue incontestable pero las ocasiones con peligro bastante escasas: un mal disparo de Rodrigo desde una excelente posición en el área (se estorbó con Nani en el minuto 10) y otro remate del propio Rodrigo tras un centro al área de Montoya que en esta ocasión despejó como pudo el Memo Ochoa (m.26).

El Granada poco a poco fue sacudiéndose la presión, neutralizando en el centro del campo a un Valencia bastante previsible y exigido por su público mientras que Boga y Carcela llevaban bastante peligro a las inmediaciones del área de Diego Alves cada vez que tenían el balón en su poder. Nani (m.34) y Kravets (m.38) demostraron que los delanteros de ambos equipos no estaban nada acertados cuando se trataba de finalizar jugadas a la hora de la siesta y en la última acción de la primera mitad Carcela condujo a la perfección una contra con la que el Granada buscó –y consiguió- hacer mucho daño a su rival. El extremo marroquí se asomó a la frontal del área con el balón en los pies, se internó en ella y fusiló a Alves en el último minuto del primer tiempo. De hecho, Hernández Hernández indicó el camino a vestuarios justo después de que el balón acariciara las redes.

La situación del Valencia era agónica pero el conjunto de Lucas Alcaraz no supo frenar la primera incursión del rival en la segunda parte. Fue una llegada al área granadinista en la que la zaga nazarí demostró estar despistada reclamando fuera de juego, situación que Dani Parejo aprovechó para dar un pase de la muerte a Nani, que solo tuvo que empujar el balón a placer. En dos minutos de juego se había pasado del 0-0 al 1-1. Y el marcador ya no se movería más. El Valencia intentó con insistencia volver a batir a Ochoa pero la defensa andaluza se coordinó bien a la hora de adelantar su posición y dejar en fuera de juego a los atacantes rivales.

En medio de la anarquía que reinó durante muchos de los noventa minutos de juego Nani buscó la escuadra de Ochoa desde la frontal del área pero su lanzamiento acabó saliendo fuera por muy poco (m.61). Un amonestado Pereira dejó su lugar sobre el campo a Sergi Samper, que también supo sufrir en la media para ayudar a su equipo a conservar un punto. A su lado Uche hizo un trabajo oscuro efectivo en algunas ocasiones y demasiado arriesgado en otras puesto que el mediocampista nigeriano pudo ser amonestado varias veces durante el partido e incluso expulsado por una bronca con Munir y finalmente solo vio una amarilla en el 92 de partido por esa polémica acción. En esta recta final Ochoa salvó nuevamente a su equipo impidiendo un gol de Bakkali que podría haber acabado con la crisis valencianista, pero lo cierto es que el empate ya no hubo manera de moverlo del luminoso y ni al Valencia ni al Granada les favorece demasiado tener que sumar puntos de uno en uno. Aunque siempre les quede el consuelo de que empatar es mejor que caer derrotado.

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