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Granada CF

GRANADA CF

Una promesa convertida en interrogante

Una promesa convertida en interrogante
  • La inestabilidad de Jeremie Boga lo ha llevado de ser titular indiscutible a no tener un rol definido en el equipo

De Jeremie Boga se esperaba que fuese una de las grandes estrellas del nuevo Granada pero su brillo está siendo intermitente. El mediapunta nacido en Marsella hace 19 años llegó al club rojiblanco el pasado 7 de julio cedido por el Chelsea. Su evolución hasta esa fecha invitaba al optimismo a la hinchada del equipo granadino. Campeón de la UEFA Youth League mientras militaba en las categorías inferiores del club londinense, Boga dejó buen sabor de boca durante su cesión al Rennes la pasada campaña -disputó 27 partidos y marcó dos goles- y sus características como jugador recordaban a las de Yacine Brahimi, reciente ídolo del granadinismo que fue traspasado al Oporto en 2014.

De un jugador técnico, rápido y con buen regate, el director deportivo del Granada, Javier Torralbo 'Piru', afirmó el día de su presentación que sería «una de las sensaciones de la Liga» y sus primeros partidos parecieron indicar que ese vaticinio no tardaría mucho en convertirse en realidad. Boga comenzó la liga siendo titular con Paco Jémez y en la jornada uno, ante el Villarreal, fue uno de los futbolistas más destacados, especialmente en la última media hora, cuando abandonó su posición en banda para transformarse en el mediapunta que elaboró juego por dentro.

Tan interesantes fueron sus movimientos con balón y sin balón que Jémez le hizo repetir por detrás de Ezequiel Ponce en el segundo partido de Liga, disputado por la escuadra granadina en Las Palmas. De aquel duelo, en el que el conjunto nazarí naufragó en defensa, el único jugador que pareció salir airoso fue él. Fue el que generó casi todo el peligro del Granada en la primera parte y el que marcó, con un asombroso derechazo desde fuera del área, el único gol rojiblanco en aquel partido de infausto recuerdo que acabó con un 5-1.

En la tercera jornada, Jémez continuó confiando en él y le guardó un sitio en el once titular pero aquel compromiso en Los Cármenes ante la SD Eibar (1-2) iba a convertirse en el inicio de una etapa muy sombría. Fue bien vigilado por la defensa del cuadro eibarrés y su discreta actuación en este choque, unida a la llegada al equipo de Alberto Bueno, le condujo al banquillo. Llevaba tres partidos como titular en tres jornadas pero a día de hoy no ha logrado acumular un cuarto. No jugó nada ante el Betis (2-2) y salió como refresco en el siguiente duelo en casa ante el Athletic (1-2), en el que no aportó gran cosa.

Al banquillo

Paco Jémez le retiró su confianza en el posterior partido ante el Alavés y lo dejó sin convocar. Planagumá tampoco lo citó para jugar ante el Leganés y Alcaraz no le dio minutos ante el Atlético de Madrid (suplente) ni ante el Sporting (no convocado). El preparador granadino no pretendía que esa desaparición de las alineaciones fuese indefinida y lo volvió a incluir en la lista de convocados de la décima jornada ante el Barça, partido en el que acabó jugando los últimos 30 minutos. El Camp Nou fue una plaza demasiado complicada para él en un encuentro en el que el actual campeón de liga ganó por la mínima (1-0).

Del choque ante el Deportivo sí que se pueden extraer más conclusiones por ser ante un rival que también lucha por la permanencia. Boga jugó los últimos 25 minutos tras haber reemplazado a Mathieu Saunier, que abandonó el campo instantes después de que el Granada encajara el tanto de Florin Andone. Volvió a demostrar que es un jugador dotado técnicamente, con buen regate y capaz de alertar a las defensas rivales pero también pecó de individualismo en varias jugadas.

En una situación tan agónica como la que atraviesa el Granada en estos momentos, Alcaraz ya ha subrayado que desea que sus hombres piensen en el trabajo colectivo antes que en el lucimiento personal. Y Boga debe ser consciente de ello. Le faltó levantar la cabeza y buscar a sus compañeros en varias jugadas que podían haber cambiado el rumbo del partido. También le pasa en los entrenamientos, donde Alcaraz le pide que sea más solidario con sus compañeros. Si el joven mediapunta es capaz de aprender de sus errores y desarrollar sus cualidades, aún está a tiempo de mostrar su talento y demostrar que el Chelsea no se equivocó renovándolo hasta 2019. Lo peligroso será que su juventud le juegue malas pasadas, que no aprenda a tiempo a erradicar sus vicios y que acabe la temporada viendo desde el banquillo o desde la grada los partidos en los que el Granada se jugará su presencia en Primera o en Segunda división durante el próximo curso.

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