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Lucas Alcaraz, en su anterior etapa en el Granada.
El tercer advenimiento de un granadinista
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El tercer advenimiento de un granadinista

Alcaraz, que ha estado en Inglaterra y visto mucho fútbol desde que le cesó el Levante, une a su experiencia en salvar equipos un reconocible sentimiento por el club

Rafael Lamelas

Domingo, 2 de octubre 2016, 22:40

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Un hijo nunca abandona a su madre cuando le necesita y para Lucas Alcaraz González, esa progenitora deportiva es el Granada. El técnico es el favorito para suceder a Jémez y así afrontar su tercer advenimiento en el club, tras aquella experiencia lejana en Segunda B y la otra, reciente, de un curso y medio en Primera división, en la que ostenta la significativa marca de 55 partidos dirigidos siempre fuera del descenso.

Aquella etapa se cerró con la segunda permanencia consecutiva. Fue en Valladolid, pero la situación no invitaba a la continuidad. Él mismo aclaró que no seguiría en la rueda de prensa posterior al encuentro. En el ambiente se respiraba intención de un cambio, tras un periodo prolífico pero que también había tenido grandes cargas de sufrimiento. Aquella segunda temporada en el cargo, tras la inicial en la que sustituyó a Anquela y logró el objetivo de permanecer en Primera a falta de una jornada, fue de más a menos, con los nazaríes en mitad de la tabla en el ecuador del campeonato, pero luego angustiados para no irse al hoyo.

Alcaraz detectó que había concluido su ciclo, pero no tardó en volver a plantarse el chandal. Le reclutó el Levante, que prescindió de José Luis Mendilibar, hoy preparador del Eibar, en los primeros compases de la Liga en la campaña 14/15. Logró remontar el vuelo, con uno de los futbolistas de la actual plantilla rojiblanca como estandarte, David Barral.

Continuó el siguiente curso, pero sufrió una suerte similar a la de Mendilibar. Tras un arranque deficitario, en el que encima se cruzó con los rivales de la parte alta de la tabla, fue destituido. Su reemplazo, Rubí, no sacó a los granotas de los últimos puestos, pese a contar con nutridos fichajes en invierno.

Alcaraz emprendió un viaje a Inglaterra para mejorar su idioma, donde visitó distintos clubes y se entrevistó con entrenadores como Pochettino o Quique Flores. Es un especialista en situaciones difíciles, que une a su experiencia un reconocido sentimiento de pertenencia. En un momento de falta de identidad, en el que se hace necesario extender la paz y aplicar pedagogía, la mano veterana de este granadino puede ser un remedio al alcance. En su contra actúa sólo un aspecto. Aunque tiene a muchos partidarios entre sus paisanos, cuenta también con serios detractores, a los que no les gusta su estilo, acusado de conservador.

Adaptable

Alcaraz ha demostrado ser un técnico que se adapta a las circunstancias, partidario del orden pero con soluciones diversas. No es alguien que imponga un modelo concreto, sino que analiza sus plantillas para intentar sacarles el máximo rendimiento. Así lo hizo en el Granada cuando pasó por varios sistemas hasta acabar en el 4-3-3, con el llamado 'trivote', en el que lucieron Iturra, Recio y Fran Rico. Veremos de lo que es capaz si se presenta la tercera oportunidad de ayudar a su madre.

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