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Lucas Alcaraz, Pepe Mel o Rubén Baraja. Cualquiera de los tres puede ser entrenador del Granada en breve. O no, porque depende de las fuentes consultadas algunos de ellos ni siquiera admiten contactos con el Granada. Es el caso de Pepe Mel, con el que ayer pudo hablar este diario. El técnico madrileño no quiso hacer ningún tipo de valoración sobre todo lo que se está hablando. Simplemente comentó que estaba «en Sevilla, muy tranquilo», y que cualquier asunto relacionado con su futuro lo gestionaba su agencia de representación.
Desde la misma, Bahía Internacional, negaron cualquier tipo de contacto con el Granada, a pesar de que el de Mel es uno de los nombres que con más fuerza han sonado desde que Paco Jémez fue destituido.
Un caso similar ocurre con Rubén Baraja, el menos conocido -como entrenador- de cuantos han salido a la palestra. El exfutbolista, sin experiencia en Primera división, está representado por Manuel García Quilón, que aseguró no haber recibido, ni él ni su representado, llamada alguna por parte del Granada o de su entorno y prefirió no valorar la posibilidad de fichar por el equipo rojiblanco hasta que no se produzcan hechos concretos.
Lo cierto es que fuentes cercanas a la entidad granadinista siguen confirmando que los dos principales candidatos son Lucas Alcaraz y Rubén Baraja. Ambos sí presentan perfiles parecidos en cuanto a juego se refiere. El fútbol del técnico granadino es de sobra conocido, pues ha pasado ya dos etapas como técnico rojiblanco, la última muy recientemente. Es el que más amplio currículo presenta, ya que acumula 676 partidos en los banquillos, de los cuales 250 se han desarrollado en Primera división con equipos como el Recreativo de Huelva, el Racing de Santander, Real Murcia, Granada y Levante. Desde que fue cesado el curso pasado en el club granota no ha entrenado y siempre está dispuesto a volver a la que considera su casa. Nadie como él conoce tanto el club como la plantilla, a la que ahora sigue desde la distancia, aunque parte de la afición no comulga con su estilo, como ha quedado demostrado en su último paso por Los Cármenes.
Desde Elche, la única referencia profesional que se tiene de Rubén Baraja como entrenador, comentan que no acabó demasiado contenta la hinchada franjiverde con el exfutbolista de Valencia y Atlético de Madrid. Estaba llamado a luchar por el ascenso y se quedó en mitad de tabla (undécimo) al final del pasado curso. Parte de la afición acusó a Baraja de planteamientos conservadores que impidieron sumar las victorias suficientes para conseguir el objetivo.
Lo extraño de ambos perfiles, el de Alcaraz y el de Baraja, es que ninguno se ajusta al discurso que expusieron los nuevos dirigentes del Granada a su llegada. El abanderado del proyecto era Paco Jémez porque defendía una filosofía con la que comulgaba la dirección deportiva, que no solo se debía implantar en el primer equipo, sino que debía servir de partitura para el resto de categorías del fútbol base. Ahora, ante la mala marcha del Granada en la Liga, se plantean nuevos estilos para reconducir la situación.
El que más se asemeja a lo que defendía Jémez es Pepe Mel, que sí apuesta por un fútbol más ofensivo que el resto. Aunque, como ocurre siempre, ni los resultados ni el buen juego están asegurados ni con uno ni con otro.
Una foto inoportuna
Mel ha vuelto a escena no solo por ser uno de los entrenadores que entran en las quinielas para entrenar al Granada, sino porque hace cinco días colgó una foto en su cuenta de Instagram de su etapa como jugador en el Granada. Pocos días después fue destituido Paco Jémez y el nombre de Mel apareció como posible sustituto. Algunos se han cuestionado la coincidencia de los hechos y se ha levantado una polémica que el exentrenador del Betis quiso ayer zanjar con un mensaje en esa misma plataforma.
«Quiero expresar que la foto con el Granada es antes de la destitución de mi compañero. No se hizo con intención alguna, sino como he hecho en diferentes ocasiones en las que colgué fotos de diferentes clubes en los que yo he estado tanto de entrenador como de jugador. Pido perdón a aquellos que se han sentido ofendidos y dar las gracias por los mensajes de apoyo», escribió para intentar acabar con un debate que no llega en el mejor momento.
El caso es que muchos aficionados del Granada se mostraron a favor de que sea Mel el elegido y le pidieron la salvación de su equipo. La campaña va a ser larga hasta que se haga oficial el elegido.
Todos los candidatos se mantienen expectantes porque por el momento desde el Granada no se mueve ficha. Ante la cercanía del partido ante el Leganés y las posibilidades que ofrece el próximo parón liguero para hacer las cosas con calma y bien meditadas, la directiva prefiere ofrecer a Lluis Planagumá el margen de tranquilidad suficiente para que prepare el encuentro en las mejores condiciones.
Las sensaciones han cambiado en el vestuario tras la salida de Paco Jémez. Los nuevos directores de la primera plantilla quieren implantar el 'buen rollo' para conseguir que todos los futbolistas disponibles lleguen motivados a la cita. Por el momento lo están consiguiendo, pero los resultados son los que mandan.
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