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La caída de una piedra angular

Paco Jémez, desesperado en el banquillo de Mendirroza.
Paco Jémez, desesperado en el banquillo de Mendirroza. / LOF
  • Cien días exactos ha durado la trayectoria de Paco Jémez, presentado en su día como uno de los pilares del nuevo proyecto

Cien días es el tiempo exacto que ha permanecido Paco Jémez al frente del banquillo del Granada. El pasado 20 de junio se dio a conocer de forma oficial por parte del club su nombramiento como nuevo entrenador, después de haber mantenido varios días de negociaciones para su contratación. Se comunicó que había firmado un acuerdo por tres temporadas. «Se convierte así en el máximo responsable del primer equipo con el objetivo de desarrollar desde el banquillo el nuevo proyecto deportivo de la era Jiang Lizhang», se indicó en la nota informativa elaborada por la propia entidad rojiblanca. Su salida supone la caída de una de las piedras angulares del nuevo proyecto. También se vino abajo en agosto el fichaje de José 'Tin' Angulo, una de las grandes apuestas para el ataque y que fue presentado con todos los honores.

En el comunicado se valoró incluso que su llegada a la estructura deportiva del club suponía «un gran paso para el nuevo proyecto deportivo del Granada». Su nombramiento fue acompañado del hashtag #JemezNazarí, para divulgarlo así a través de las redes sociales. Sólo dos días después, el 22 de junio, fue presentado a lo grande en un escenario que se montó en la balconada de la Ciudad Deportiva.

En esa presentación le acompañó Javier Torralbo 'Piru', que también realizó su primera aparición ante los medios de comunicación y que relató sus impresiones para el nuevo cargo. En esos momentos la sintonía entre ambos era palpable, con la ilusión intacta para darle forma a un nuevo proyecto tras producirse el cambio en la propiedad del club. Paco Jémez comentó ese día que la idea que le presentaron le cautivó y que su propósito era que el equipo estuviera «de media tabla para arriba». En esa puesta de largo afirmó estar convencido de que «se puede hacer un proyecto muy bonito, porque viene gente con ganas de hacer cosas importantes, que quieren hacer crecer al club y eso es lo que necesito».

Ese mismo día apuntó que él nunca ha sido de pedir un jugador determinado, aunque sí matizó que su obligación era decirle a Piru las características de los futbolistas que necesitaba para su forma de jugar. Todo fue de color de rosas en ese día donde se escenificó el arranque del proyecto deportivo, después de que una semana antes se hubiera dado la presentación de Jiang Lizhang como nuevo propietario.

A partir de ese momento comenzó a diseñar el trabajo de pretemporada y a señalar los jugadores que no valían para su propuesta. Babin y Rubén Pérez fueron marcados en su lista negra. Antes se había marchado Ricardo Costa y se le abrió después la puerta a Machís por ocupar plaza de extracomunitario. Posteriormente Fran Rico se quedó en un segundo plano con la llegada de varios futbolistas para ocupar su posición, por lo que aprovechó la propuesta del Eibar para irse cedido.

Se escapa Álex Gálvez

Paco Jémez aconsejó desde el principio el fichaje del central granadino Álex Gálvez. Las diferencias económicas fueron evidentes desde el principio en las reuniones que mantuvo Piru con el padre del jugador, que ejerce como su representante. Las posturas permanecieron distantes y tras varias semanas fue el Eibar el que apostó con fuerza por él. Ese fichaje frustrado ya supuso un primer conflicto entre el entrenador y el director deportivo.

El 7 de julio se iniciaron los entrenamientos y en esa primera sesión ya estuvo Tito, que se convirtió en el primer fichaje de la nueva era. Esa incorporación cumplió sus deseos, al haberlo tenido en los años anteriores en el Rayo Vallecano. En las siguientes semanas llegaron Boga, Jon Toral, Gabriel Silva, Ochoa, Saunier, Angban, Ponce y José 'Tin' Angulo. Fue en el transcurso de los últimos días de agosto cuando se concretaron los fichajes de Gastón Silva, Pereira, Sergi Samper, Tabanou, Rubén Vezo, Atzili, Carcela, Kravets y Alberto Bueno.

Los que claramente llegaron atraídos por el hecho de que Jémez estuviera al frente del banquillo fueron Tito, Alberto Bueno y Sergi Samper. Así lo reconocieron cuando fueron presentados. Hubo otros con los que también habló el entrenador cordobés para ayudar en terminar de convencerlos para fichar. La mayoría parecían ilusionados ante su propuesta de juego, pese a los riesgos que se corrían en cada partido en el intento de sacar el balón combinado desde atrás tratando de mantener la posesión el mayor tiempo posible.

Incómodo

Los partidos de pretemporada sirvieron para realizar numerosas pruebas y la concentración en La Manga transcurrió con normalidad. Fue en el inicio de la competición cuando ya saltaron chispas a la luz pública. Tras el partido disputado frente a Las Palmas el 28 de agosto ya mostró su descontento, al afirmar que no pondría «ninguna traba» si el club decidiera prescindir de él y que entendería que decidieran no contar con sus servicios para optar por otro entrenador que viera «las cosas de otra manera». Se echó la culpa de esa goleada recibida durante su comparecencia. Tampoco le gustó su equipo en el partido frente al Betis, pese a que se obtuvo un punto. No se sentía cómodo con la plantilla que le habían dejado.

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