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Pina quiere tener una salida digna

Pina escucha a Gino Pozzo en presencia de Cordero.
Pina escucha a Gino Pozzo en presencia de Cordero. / G. MOLERO
  • El todavía presidente del Granada pretende que Pozzo salde con él una deuda pendiente para presentar su renuncia

Con la firma de la compra-venta del Granada ante notario, prevista para esta próxima semana, probablemente el martes si no surge ningún inconveniente de última hora, el proceso para que se sucedan los cambios en el club empezarán a arrancar, pero la negativa a presentar la dimisión de Quique Pina, el todavía presidente, puede retrasar los plazos para concretar las operaciones previstas. El murciano pretende tener una salida digna, que entraña entre otros asuntos que Gino Pozzo salde con él una deuda pendiente, aunque la cifra del dinero no ha trascendido. Requiere además que se le aporte una explicación motivada para que se vaya a producir un cambio en la gestión. Mantiene un encontronazo con él, que ha ido a más con el paso de los días, lo que ha motivado que Jordi Trilles, el abogado personal del italiano y vicepresidente del consejo de administración, acudiera el pasado viernes a la ciudad para empezar a allanar el camino ante la llegada inminente de los nuevos gestores. Hubo un incidente que requirió la presencia policial, pero no para el desalojo de Pina, que no estaba, sino para que se aclarara la presencia de un acompañante de Trilles. Al parecer un profesional que estaría vinculado al abogado Javier García de la Serrana. También se rumorea que Pozzo podría haber presentado ya una demanda contra Pina, pero no hay confirmación en eso.

El escenario que se plantea es que se avive el diálogo entre ambos para evitar que todo vaya a peor. A Pina se le pidió hace unas semanas que presentara la renuncia ante el cambio que se estaba gestando en el accionariado. Pero él se ha negado. Quiere que le aporten argumentos para dejarlo fuera de la entidad y poner fin a su gestión después de siete años. La comunicación que mantiene con Pozzo es escasa desde hace un tiempo y está dolido por lo que se ha hecho a su espalda.

Para reconducir la situación, que se ha enconado, ambos están condenados a entenderse, si se quiere evitar que el asunto se ponga en manos de los asesores jurídicos y haya que recurrir a los tribunales. El momento es tenso y solo el paso de los días puede provocar que recapacite y la salida, que será al final inevitable, vaya por los cauces normales y se evite llegar a situaciones forzadas. Quique Pina no quiere irse por la puerta de atrás en ningún caso. Se supone que lo podrá explicar todo cuando convoque una rueda de prensa para ofrecer su versión sobre los hechos que se están dando en los últimos días.

El relevo en la gestión no va a suponer tampoco un cambio drástico que afecte a los empleados del club. No existe la intención en un principio de tomar medidas radicales, lo que significa que continuarán casi todos. Los únicos despidos afectarían al nivel alto, pero no a los intermedios y a los de base. Es lo que tienen proyectado los que se encargarán a partir de ahora de conducir los designios de la entidad rojiblanca, en el momento que se lleve a cabo el desembarco definitivo.

Gino Pozzo habría dado instrucciones para que se contratara a una empresa de seguridad privada, con el propósito seguramente de controlar los movimientos de Quique Pina, por si acude a las oficinas que mantiene el club en el estadio de Los Cármenes. También se prefiere que no aparezca por la Ciudad Deportiva. Esta serie de medidas pueden provocar incluso aumentar el enfado que ya tiene el murciano y habrá que esperar su reacción en los próximos días, pero la situación está muy enquistada ahora mismo.

Compás de espera por Jémez

Como ya se indicó hace unos días a través de este periódico, Paco Jémez comenzó a emerger con fuerza para convertirse en el nuevo entrenador del Granada, después de las dificultades que surgieron para convencer a Jorge Sampaoli, la primera opción en un principio para ocupar el banquillo. La situación con el exentrenador del Rayo Vallecano se encuentran ahora mismo en un «compás de espera», según indicó ayer a este diario Daniel Muñoz, su representante.

No se atrevió a decir si el técnico canario está ahora más lejos o más cerca para ocupar el banquillo rojiblanco. Sí admitió que «estamos en conversaciones, pero no hay nada concreto todavía, las negociaciones están ahí, no lo voy a negar, pero en cualquier momento puede haber un sí o un no». Al parecer aún hay que definir una serie de aspectos para poder alcanzar un acuerdo y el diálogo se tendrá que restablecer en cualquier momento para determinar si se producen avances.

Paco Jémez también dispone de algunas propuestas para marcharse al extranjero, que al parecer serían más ventajosas en el apartado económico y todo se está valorando en estos días en comunicación permanente con su agente. El asunto no debe demorarse más allá de esta próxima semana y los contactos con Pere Guardiola se pueden retomar pronto.

Mientras tanto, el máximo responsable de Media Base Sports mantiene abiertas otras alternativas a través de los representantes de otros entrenadores que hay en el mercado. Con Julen Lopetegui ya se habló y encaja en el perfil de lo que se busca. Si no se llega a un acuerdo con Paco Jémez, que está ahora como el mejor posicionado, se retomaría el contacto con el que fuera entrenador del Oporto hasta el pasado mes de enero y que ahora se encuentra sin equipo.