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«Peñaranda firmó que estaría en el Granada y no tiene por qué cambiar»

Peñaranda en el última encuentro contra el Sevilla.
Peñaranda en el última encuentro contra el Sevilla. / FERMÍN RODRÍGUEZ
  • Norman Capuozzo, el agente del delantero venezolano, estima que el acuerdo se respetará, salvo que haya una negociación posterior

Por el momento no hay por qué temer que Adalberto Peñaranda no vaya a estar en la plantilla del equipo rojiblanco durante el siguiente ejercicio, pese al trasvase de poderes que está por llevarse a cabo con los cambios en el accionariado. Norman Capuozzo, el agente del delantero venezolano aseguró a este diario que «está firmado en contrato que él estaría la siguiente temporada en el Granada y hasta la fecha no se ha producido ningún cambio, se reflejó de esa forma contractualmente en su día y no debería cambiar».

Fue de esa manera como se reflejó, cuando en el pasado invierno el jugador firmó un nuevo contrato para mejorar sus condiciones económicas y en este caso se llevó a cabo su traspaso al Watford, que es el propietario ahora de sus derechos. De todos modos, Capuozzo, fundador de la agencia Go Pro Sport Management, que es la que se encarga de llevar los asuntos para la representación de Peñaranda, apuntó que «no sé cómo se mantendrán las cosas en el Granada con el cambio de propiedad, aunque eso tampoco tiene por qué provocar una variación para el jugador, dependería más bien del entrenador o del director deportivo que haya en su momento y ya sería el club el que tenga la última palabra».

El atacante pertenece al Watford, pero es el equipo rojiblanco el que se puede agarrar ahora a lo que se firmó en su momento para seguir disfrutando de sus servicios, salvo que no sea del gusto del nuevo técnico que está por llegar. «Para que se produzca un cambio posterior en su situación se tendría que dar una conversación entre los dos clubes. Si el Granada decidiera en su momento que no quiere que se quede, habría que negociar en ese caso para rescindir el acuerdo que se firmó», indicó Norman Capuozzo.

Algunos aficionados rojiblancos se estaban mostrando temerosos, al pensar que para este siguiente curso no se pudiera contar con el concurso de Peñaranda y en cierta forma la impresión existía en el proceso de venta. El cambio de dueño que está por producirse podría alterar algunos de los acuerdos que se fijaron con anterioridad para algunos jugadores, pero en este caso parece que no sería así. Pese a que sus derechos sean del club inglés, lo firmado debería cumplirse y Pozzo podría no hacer nada para saltarse lo estipulado en principio, salvo nueva negociación.

El delantero venezolano ha cumplido recientemente 19 años y tras su debut en Primera en el pasado mes de noviembre ante el Athletic de Bilbao de la mano de José Ramón Sandoval, por entonces entrenador del equipo rojiblanco, no ha dejado de crecer en el panorama futbolístico. Firmó unas brillantes actuaciones y hasta resultó fundamental su aportación en algunos encuentros para sumar los tres puntos, aunque posteriormente tuvo un bache que le hizo incluso perder la titularidad durante la etapa en el banquillo del técnico gaditano José González.

Con su selección

Hace unas semanas entró en la lista definitiva de convocados para disputar con Venezuela la Copa América, que comenzará esta semana y se extenderá hasta el 26 de junio. Deberá pelear duro para hacerse sitio en el equipo titular, al ser fuerte la competencia que le pueden plantear futbolistas más experimentados para la zona de ataque como Salomón Rondón, Josef Martínez, Christian Santos y Jonathan del Valle. En cualquier caso ya es importante para él haberse abierto paso en el combinado vinotinto absoluto.

Los cinco goles que logró con el Granada resultaron determinantes en algunos casos. Sólo el que firmó ante Las Palmas no sirvió para sumar puntos. Es un jugador que ha explotado y que ha adelantado pasos respecto a lo previsto en un principio para él. Se incorporó el pasado verano tras ser reclutado a través de la red de ojeadores del Udinese. Se había planeado que jugase en el filial, pero los problemas que surgieron en los primeros meses de competición con el francés Thievy, llevaron a buscar soluciones en el Granada B para tratar de elevar el potencial ofensivo del equipo.