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Ánimos renovados en la segunda vuelta del campeonato

Ánimos renovados en la segunda vuelta del campeonato
  • Tras una primera vuelta decepcionante con Benítez, el Real Madrid confía en Zidane para enderezar el rumbo y no dejar escapar otro campeonato de liga

No está siendo una temporada sencilla ni mucho menos para un Real Madrid que el año pasado vio como su eterno rival ganaba el triplete y que en lo que va de curso 2015/16 ha sido eliminado de la Copa del Rey por alineación indebida, va tercero en liga a cuatro puntos del líder (que tiene un partido menos) y mantiene sus opciones intactas en Champions si bien es cierto que la competición continental se encuentra en los octavos de final y el camino hacia la gran final se intuye duro y lleno de impedimentos puesto que es en esta competición en la que se dan cita los mejores equipos del mundo.

Para remediar este sombrío panorama, el presidente blanco Florentino Pérez decidió cambiar de rumbo el pasado 4 de enero y destituir a Rafa Benítez para darle el relevo a Zinedine Zidane, héroe del madridismo desde que anotó el gol de la novena y debutante en Primera después de haber colgado las botas y entrenado al filial madridista, un camino muy similar al que siguió Pep Guardiola antes de alcanzar la gloria con el Barcelona y ser nombrado mejor entrenador del mundo por la IFFHS en los años 2009 y 2011.

En lo estrictamente deportivo el Real Madrid vuelve a tener unos números más que respetables de no ser por ese asombroso potencial que año tras año demuestran el Barça de Luis Enrique y el Atlético del Cholo Simeone. El conjunto blanco acumula 47 puntos en 22 jornadas puesto que ha ganado 14 partidos, ha empatado cinco y solo ha perdido dos.

La gran asignatura pendiente es sumar de tres en tres fuera de casa puesto que en los últimos dos meses el Real Madrid no ha ganado lejos del Santiago Bernabéu y ese es un lujo que posiblemente un equipo que aspira a ganar la liga no se puede permitir. En sus últimos choques a domicilio el equipo blanco empató en Valencia (1-1), fue derrotado por el Villarreal (1-0) y no pasó del empate en su visita al estadio del Real Betis (1-1), siendo éste el único partido que ha disputado como visitante el Madrid de Zidane.

Sin duda, el equipo merengue tiene a muchos de los mejores futbolistas del planeta pero en una liga tan exigente como la española ganar fuera de casa es un requisito imprescindible para plantar cara a ese otro gigante azulgrana que en la última década ha llenado sus vitrinas de títulos para desgracia del madridismo, que sueña con que Zidane sea un nuevo mesías que lleve al Real Madrid a lo más alto. De lo que suceda en Granada dependerá que este camino sea más asequible o comience a parecer un laberinto que no conduce a ninguna parte.