Lo decía Juan Carlos Cordero, director deportivo del Granada, después del empate ante el Deportivo en casa: no es sano acordarse de las ocasiones perdidas. Lo hacía en referencia a las buenas actuaciones ante el Real Madrid y el Valencia, partidos en los que el conjunto rojiblanco salió derrotado injustamente. Pero es inevitable pensar que los puntos que se han ido escapando inmerecidamente habrían llevado a este equipo a vivir una situación mucho más desahogada a estas alturas. Ha habido errores propios que justifican en parte que el Granada sea penúltimo, pero también suficientes méritos para que el destino no se la haya jugado tantas veces.
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