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Un rival amigo

Un rival amigo
  • El RCD Espanyol ha marcado un punto de inflexión en tres de las últimas cuatro temporadas del Granada CF en Primera División

Los hay duros, los hay más motivados y menos. Unos son más temibles y otros más asequibles. La lista de rivales a los que el Granada CF se enfrenta cada temporada es tan variopinta como lo es la idiosincrasia de cada club. Sin embargo, en las últimas temporadas ha habido uno que casi siempre ha sido decisivo en el porvenir del equipo rojiblanco: el Espanyol.

El conjunto periquito ha marcado un punto de inflexión en tres de las últimas cuatro temporadas del Granada CF en Primera División. Y siempre ha sido para bien.

En 2011/12 el Granada de Abel Resino se midió al cuadro catalán el 1 de mayo de 2012 después de haber ganado uno de los cinco últimos partidos que llevaban disputados. Los rojiblancos necesitaban ganar para dejar prácticamente sentenciada la permanencia si no querían afrontar las dos últimas jornadas de liga ante Real Madrid y Rayo Vallecano en una posición dramática.

Como en otras citas importantes, apareció Ighalo para salvar al equipo con dos goles en seis minutos que hicieron inútil el tanto conseguido por Didac en el segundo tiempo (2-1). Con esta victoria el Granada sumaba 42 puntos a falta de dos jornadas para el final. Tras el partido, el equipo granadino perdió en Los Cármenes ante el Real Madrid (1-2) y en Vallecas ante el Rayo (1-0) pero esa cifra le bastó para continuar en Primera.

En la temporada siguiente el Granada llegó al estadio Cornellá El Prat en la jornada 33 de la competición. El conjunto de Lucas Alcaraz arrastraba una mala racha de resultados y si no ganaba al cuadro periquito dormiría en puestos de descenso con solo 12 puntos por jugar. Sin embargo, un gol de Nolito de falta directa fue suficiente para que los granadinos vencieran (0-1) y se acercaran a una salvación que terminaron firmando en la penúltima jornada de liga.

En el curso 13/14 los partidos entre granadinistas y españolistas pasaron más desapercibidos (principalmente porque correspondieron a las jornadas 4 y 23) pero en la recién finalizada temporada 2014/15 el Espanyol volvió a ser un equipo clave. En esta ocasión no se le ganó al equipo catalán pero la derrota cosechada en Los Cármenes (1-2) fue clave para que el conjunto nazarí cambiara de rumbo.

Las goleadas sufridas en Madrid (9-1), Almería (3-0) y Valencia (4-0) demostraban que el Granada CF estaba destrozado anímicamente y que no estaba preparado para afrontar cualquier desafío. Necesitaba un cambio radical. Éste llegó después de la citada derrota ante el cuadro españolista. Teniendo en cuenta los malos números del equipo (4 victorias en 33 jornadas) la salvación parecía imposible pero el mazazo recibido ante el cuadro españolista hizo que los jugadores lloraran de rabia en el vestuario y a partir de entonces comenzaran una remontada que parecía imposible conducidos en el banquillo por Jose Ramón Sandoval. Aquel duelo terminó demostrando que a veces de las derrotas se puede aprender y desde entonces el Granada sumó diez puntos de doce posibles.