No hay otra. Si el Granada CF quiere lograr la permanencia y así poder asegurar su vigésimo segunda temporada en la elite del fútbol español va a tener que resolver un reto que entraña una enorme dificultad o, lo que es lo mismo, materializar una remontada de dimensiones históricas por la ausencia casi de precedentes. Y todo, después de solo haber podido acumular cuatro victorias y veinticuatro puntos tras el tránsito de treinta y una jornadas. En este sentido, hay dos indicadores muy reveladores desde la temporada 1995/96, que es cuando las competiciones del fútbol español pasaron a premiar las victorias con tres puntos. El primero, que ningún equipo logró la salvación llevando a estas alturas menos o los mismos cuatro triunfos que suman los rojiblancos, habiéndose registrado cuatro intentos. Y el segundo, solo un 'pelín' más alentador: que obtuvieron la permanencia dos de los trece equipos que llevaban 24 puntos o menos a este nivel del calendario. Ahora bien, con uno de los dos que lograron la proeza hay lazos. Porque fue el Celta de Vigo que dirigió el actual rojiblanco Abel Resino en el curso 2012/13.
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