Ideal
Granada CF

granada cf | la contracrónica

Polvorones indigestos

  • Caparrós sigue batiendo récords negativos y la situación del Granada se ha hecho insoportable

Termina el Granada el año donde merece por su propuesta fuitbolística, en puesto de descenso de Primera división. Ante el Getafe se demostró que nada es casual, ni fruto sólo de la mala suerte, a la que puede aludirse en un momento determinado. El Granada de Caparrós no da para más, y sus defectos son ya crónicos, y por ahora sin tratamiento.

Ante el Getafe se volvió a presenciar una película ya muy vista. Tanto como el empecinamiento del actual inquilino del banquillo del Granada de fracasar una y otra vez con sus anquilosadas propuestas. El carrusel de variaciones en nombres nunca lleva a una nueva propuesta futbolística. Se varían notas pero la música es la misma. Y por ahora suena a funeral.

Fue mejor el Granada que el Getafe en la primera parte, como ocurrió ante el Almería, Valencia y Español. Dominó el juego, poseyó más la pelota, pero el escaso peligro se produjo cuando sus jugadores decidieron desembarazarse del rígido posicionamiento a que son obligados jornada tras jornada. Piti apareció más por la zona del media punta huyendo de su exilio en la banda izquierda, y el catalán enlazó las mejores acciones como rojiblanco de la temporada. Nyom estaba firme en el lateral incorporándose con decisión al ataque, y Foulquier le acompañaba en la creación de peligro, demostrando eso sí que le sobra potencia y le falta bastante técnica parta cuajar definitivamente en Primera.

Aunque el encuentro no era un derroche de calidad ni buen fútbol, lo cierto es que el Granada parecía encontrarse confiado en sus posibilidades y conseguía acercamientos con cierto peligro al área rival. Una buena combinación trenzada desde la banda izquierda culminó con un pase de El Arabi a Fran Rico para que éste disparase desviado en una buena ocasión. Poco después en una jugada de auténtico fútbol, un Piti muy metido en el partido combinó en pared con Nyom, el cual sacó un buen centro hacia el borde central del área del Getafe, donde Fran Rico prolongó de cabeza, para que El Arabi se adelantara al defensa y superara también con la testa al portero Guaita, empujando Córdoba el balón finalmente a la red.

Tras el gol, el Granada tuvo en sus manos cerrar el partido ante un Getafe atolondrado. Otra buena acción de El Arabi y Fran Rico estuvo a punto de culminarla en el segundo gol el propio John Córdoba, y poco después un muy activo El Arabi cortaba un mal despeje getafense y disparaba con peligro sobre la meta rival.

Se llegaba al descanso con un justo y hasta corto resultado a favor de los locales. Nadie podía entonces presagiar el dislate del segundo periodo. Todo empezó con un Nyom retirado al inicio de la reanudación –se supone que por problemas físicos- y sustituido por Márquez, ocupando el lateral derecho de la zaga Foulquier. El cambio parecía llevar más jugones al centro del campo lo que debería presagiar más control del juego. El Granada inició aceptablemente la segunda parte. El Arabi seguía haciendo un trabajo a destajo de control del esférico y bloqueo de los centrales, y algunos acercamientos volvieron a llevar la zozobra al portero del equipo madrileño. Piti tuvo dos oportunidades de acabar con su sequía goleadora, pero el tarraconense anda peleado con el gol, mandando ambas ocasiones lejos del marco rival.

Incomprensiblemente se decidió sentar al marroquí, que traía en jaque a la defensa del Getafe, y se dejó a un muy desafortunado Córdoba de única punta, incorporando a Riki al terreno de juego y pasando a Piti a la posición de enlace. El equipo madrileño había empezado ya a dominar el ritmo de juego, y la desaparición de El Arabi le permitió desplazar con mayor comodidad el balón al rival desde atrás. Los locales empezaban a encerrarse peligrosamente para tratar de defender una exigua renta, otro guión repetido demasiadas veces.

Las continuadas penetraciones de los getafenses por la banda defensiva izquierda del Granada, con un muy blando Martins, empezaban a sembrar el pánico en la parroquia local. El primer aviso serio de los visitantes llegó en el minuto 71, con un gran remate de Naldo a saque de córner, al que respondió bien Oier desviando el balón a nuevo saque de esquina. Tras un gol mal anulado al Getafe, por supuesto fuera de juego precedente al remate final, en el minuto 77 llegaría el empate definitivo. Una falta de Riki cerca de la frontal del área es lanzada por Pedro León hacia el centro de la misma, y Velázquez, ante la pasividad y deficiente posicionamiento de la zaga rojiblanca, controla, se gira y fusila al portero rojiblanco. La disposición y concentración defensiva del Granada en este lance estuvo muy lejos del mínimo exigible a un equipo que quiere ser de Primera.

Los gestos apesadumbrados y dolientes de los jugadores del Granada reflejaban el estado de decepción por el mazazo recibido con el gol del empate. Pero sobre todo denotaban la falta de confianza y fe en sus posibilidades de solventar la situación. Caparrós reaccionó como también repetidamente demuestra que sólo sabe hacer. Desmontó el esquema de un solo punta que fue tan efímero como en otras ocasiones anteriores, y sustituyó a Piti, que había bajado sus prestaciones en la segunda parte, por Success, volviendo al esquema del 4-4-2, o lo que quiera ser lo que se plantea reiteradamente. El joven nigeriano demostró, también una vez más, y en el poco tiempo que estuvo sobre el terreno de juego, ser más incisivo que su compañero Córdoba. De hecho con su capacidad de movilidad se desmarcó por banda y le otorgó al colombiano una gran asistencia de gol que sólo la ya más que demostrada ineficacia del ariete rojiblanco pudo desperdiciar, cuando su situación era franca para golear.

Los minutos finales lejos de contemplar una última reacción de los locales, demostró el estado de desesperanza de los jugadores rojiblancos con respecto a lo que se plantea desde el banquillo. A todo ello contribuyó la situación de amonestación de Fran Rico e Iturra en las posiciones de medio centro, que trató de solucionarse escorando al gallego a la banda izquierda y centrando a Márquez. No atraviesa Fran por su mejor momento ni mucho menos, pero verlo acabar el encuentro pegado a la cal de la banda izquierda resulta esperpéntico, como fue contemplar a Mainz de lateral izquierdo en Cornellá. El Getafe no merecía llevarse el partido, pues su primera mitad había sido de espanto, y en la segunda había dado un paso al frente gracias a la inoperancia y estado de ansiedad del Granada. Éste nuevamente no había sabido ganar un partido en que tuvo la victoria cerca, y volvió a demostrar por enésima vez en esta temporada sus carencias tácticas y técnicas. Empate justo a la postre.

Cierra el Granada un “annus horribilis” en sus actuaciones en casa. Desde enero de 2014, de los diez partidos disputados en Los Cármenes como local en Liga dirigidos por Alcaraz se ganaron cinco y se empató otro más, perdiendo en cuatro. Con Caparrós, de ocho disputados hasta hoy, sólo se ha ganado uno, ante el Dépor, allá por agosto, se han perdido tres, y se han empatado otros cuatro. O sea, que de 18 partidos en casa en el año que se nos va, la parroquia rojiblanca sólo ha celebrado seis victorias, una menos que las siete derrotas sufridas. ¡Enorme la paciencia de los forofos rojiblancos que siguen asistiendo regular y lealmente a las gradas de Los Cármenes y animando casi sin descanso!

Los males del actual Granada parecen no provenir de una única causa. Puede que la plantilla esté falta de experiencia en la zaga, sabiduría en el medio, y eficacia en la delantera; que su confección haya sido deficiente, parca como es en jugadores de contrastada calidad para Primera que aseguren una navegación más tranquila por la división. Pero también parece ser constatable que la dirección desde el banquillo no ha generado en el grupo la necesaria confianza, y que el patrón de juego marcado ha fracasado antes cuando se ha jugado rematadamente mal y ahora que se ha mejorado algo la imagen.

La situación de doce partidos sin conocer la victoria ha llevado al equipo a zona de descenso después de muchas jornadas en Primera sin pisar los puestos del averno –desde la época de Anquela en el banquillo del Granada, allá por diciembre de 2012-. Caparrós sigue batiendo récords negativos y la situación del Granada se ha hecho insoportable. Puede que se coma los polvorones, pero éstos serán en todo caso muy indigestos, futbolísticamente hablando. La carta a los Reyes Magos se vislumbra muy larga. Como hacen los padres, los inversores, Pina y Cordero, deberán adaptar el límite presupuestario para atender con los Magos de Oriente las necesidades existentes sin olvidar ilusionar. Y el equipo, y sobre todo la sufrida afición rojiblanca, necesitan toneladas de ilusión.