De solo pensarlo, dan escalofríos. En el supuesto de no experimentar una mejora sustancial el Granada CF podría perder en Ipurua ante el Eibar y así encadenar cinco derrotas consecutivas. Una serie que le supondría igualar su segundo peor registro de tropiezos seguidos en la elite: aquel que remite a la campaña 1975/76 y supuso el último descenso de los rojiblancos a la Segunda División.
Después de vencer en el viejo Los Cármenes por la mínima a la UD Las Palmas (1-0) con motivo de un choque de la vigésimo novena jornada, el Granada CF que dirigía Miguel Muñoz comenzó a fraguar tan pobre registro. Y es que a continuación llegaron los deslices frente a la Real Sociedad en Atocha (2-0), el RCD Espanyol (0-1), el Valencia (2-1) en el Luis Casanova, el Real Madrid (1-2) y el Zaragoza en La Romareda (2-1), a propósito ya de la trigésimo cuarta, y última, jornada del calendario. Aquella que sentenció a los rojiblancos, que acabaron en la penúltima posición con 26 puntos de los de entonces.