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ALFREDO AGUILAR
Mortalidad

Mortalidad

La resaca ·

El líder demostró estar hecho de la misma pasta que el resto. La igualdad entre el pelotón de cabeza es notoria pero el Granada maneja opciones que ya quisieran muchos

Rafael Lamelas

Granada

Martes, 28 de noviembre 2017, 01:06

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1. Anida siempre un enemigo invisible en la conciencia del aficionado más pesimista. Ven gigantes a lo lejos donde solo había un Huesca o un Lugo girando sus aspas. Que no se entienda mal. No son equipos mansos ni mucho menos, aunque tampoco carguen con semejante puño de hierro como para intimidar tal que un abusón. Se merecen el respeto propio a todo rival, han atravesado días admirables y la lucidez de algunos de sus futbolistas resulta notoria. Hasta aquí su prospecto. Conviene frenar la retahíla y que la imaginación aborte su despegue. Ha de quedar claro que nadie se desayuna a nadie al amanecer. Todos sangran, más tarde o más temprano.

2. Las monarquías absolutistas parecen abolidas en Segunda y está instaurado un conflicto permanente para dirimir el primus inter pares cada semana, abierto a invitados sorpresa. De toda esa nobleza que pleitea por la gloria, el Granada demuestra ser el que más atuendos presenta, hasta cuando a los más lustrosos les salen magulladuras. Armaduras suficientes para casi todas las batallas, una vez que cada pieza ha encajado con la otra, con el justo engrase. El tiempo les está sacando brillo aunque luzcan más en su estadio que como forasteros. Y mejor con los adversarios que asoman gallardos que con los modestos.

3. Las apariciones de ciertos jugadores que se apilaban en la perchas del fondo están triturando ciertos prejuicios sobre las carencias de la plantilla. Que invocaban al mercado de invierno como única salvaguarda para aspirar a algo más que a militar en el pelotón de escapados. La influencia de Alberto Martín y Pierre Kunde en el encuentro ante el primer clasificado parece aparcar el debate sobre la conveniencia de incorporar a algún mediocentro más, al menos de momento.

4. La riqueza de un grupo no se encuentra en clonar a cada titular, sino en contar con cambios que añadan matices a la propuesta. Soluciones alternativas que amplíen la paleta de fútbol, bajo su propio registro. Kunde no juega igual que Montoro, pero le ha sustituido bien. Uno es vertical, atlético, pasional siempre, precipitado a veces. Un portento en cada galopada, poco amante de meditar, la percusión en las botas. El otro es como un sherpa, que sirvió durante años en el desfiladero guiando a los escaladores y que ahora dirige operaciones desde el campamento base, con la mirada erguida y las arrugas del saber, en modo zen.

5. Uno sube las pulsaciones y el otro, las atempera, pues cada pasaje tiene su ritmo cardíaco. Estrategias complementarias para Oltra, que desde una aparente óptica conservadora, de toquetear lo justo y por obligación, está explotando cada recurso de su vestuario dando continuidad al que de repente entra bajo cualquier circunstancia accidental y se gana seguir a pulso. Valorando la meritocracia, que es el mejor código de funcionamiento para cualquier grupo humano.

6. En el partido se lesionó un valladar como Chico Flores pero la alarma sigue apagada, porque se sabe que Germán Sánchez puede solucionar la papeleta perfectamente. Cayó Baena en su día y parecía una tragedia, pero el poso ha demostrado que Alberto Martín no solo se erige en un relevista eficaz, sino que puede levantarle el papel protagonista. Es algo que podría ocurrirle a Montoro en Vallecas tras sus dos partidos de sanción, si el entrenador sigue apostando por el brío de Kunde.

7. En idéntica situación están Peña y Ramos ante Espinosa y Joselu. En algún momento la puerta quedará entreabierta y tendrán que saber coger la silla para sentarse. Adquirir ritmo y aprovechar los momentos de forma. 42 jornadas, con la posibilidad de unas eliminatorias a cara de perro, dan para exhibir todos los modelos. Pocos podrán alegar falta de oportunidades.

8. Hasta los más críticos en la grada han dejado de observar la necesidad de muchos remiendos, por más que alguno hace unos pocos meses repudiara la planificación, anclara al equipo en la mitad del tablero y concediera solo una leve esperanza de participación en el 'play off', descartando el trampolín directo. El chino, insistían, volvía a tener un cocodrilo de mascota en el bolsillo, no sacaba dinero ni para aviones y su gente parecía esturrear saldos por el césped. Pero la veleta ha mirado al sur de nuevo y, resignados, su tozudez vira hasta concordar con algunas visiones algo más prudentes, aunque siempre se guarden un recoveco para salvar el argumento si reaparecen los baches, que puede ser cuando la ruta es tan larga. Objetan que con un par de futbolistas más (ya no es media docena, al menos), se aspiraría con solvencia a las dos primeras plazas. Siempre falta algo, hasta al Manchester City.

9. Quizás es que algo se nos escapa y hay clubes aspirantes que todavía no han salido a competir en LaLiga 1|2|3. Si hay que analizar a los que están en vigor, cabe una única conclusión. Que la igualdad es evidente y que a veces esta no se rompe incorporando figuras o duplicando los cromos, sino ajustando todavía más el engranaje, potenciado la competitividad interna y recuperando, en lo físico y psicológico, a futbolistas que, en algunos casos, ni se les ha visto el pelo aún. Se puede pensar en Peña y sobre todo en Ramos, pero también en Puertas y Licá, a los que sí les ha pasado por delante el tren y todavía no se han subido. Vale que no hay otro Machís, que de Iriondo se sabe bien poco, pero también se está refrendado que los actores secundarios saben interpretar su rol. Hay que descartar que la solución esté en casa antes de salir de compras por el bazar.

10. Cuando todos tengan un recorrido mínimo se podría medir si están a la altura o si merece la pena darle un martillazo a la hucha y tirar de incorporaciones. Mientras tanto, al Granada le queda seguir en la brecha, sabiendo que este sábado visita al sexto, el Rayo, y que acabará la primera vuelta con el Sporting, aquejado de una pájara, y el Cádiz (cuarto), cinco partidos sin encajar un tanto, cuatro victorias consecutivas. Números que infunden respeto. Como los del Lugo y el Huesca, hasta que cayeron. El Granada hace bien en respetar a algunos de estos presumibles hidalgos pero no debe temerlos. Se le dan peor los jinetes humildes, así que ojo a lo colorado del calendario pero también a las fechas que se otean más propicias, porque ni el Almería ni el Reus regalarán flores. La mortalidad puede demostrarse con cualquiera.

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