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Sergio Peña sube las escaleras, de dos en dos, las escaleras para abandonar la ciudad deportiva del Granada. ALFREDO AGUILAR
«Soy un jugador al que los momentos difíciles le gustan muchísimo y siento poco la presión»
Sergio Peña

«Soy un jugador al que los momentos difíciles le gustan muchísimo y siento poco la presión»

El peruano será observado este domingo por su seleccionador y sueña con el ascenso antes de irse al Mundial, para el que espera tener plaza

RAFAEL LAMELAS

GRANADA

Sábado, 24 de febrero 2018, 02:55

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Sergio Peña (Lima, 1995) se enfunda en una chupa de cuero y luce unas zapatillas naranjas al salir de uno de los entrenamientos del Granada. Posa su móvil sobre la mesa y suena un momento antes de iniciar la entrevista. Aparece en la pantalla el nombre de Darwin Machís, su «hermano del fútbol», algo más que un compañero, por la amistad y porque gracias a una gestión propia, Peña juega hoy en el Granada de Segunda división. Mediapunta para Oltra, mediocentro en su corazón, este centrocampista sueña con el ascenso a Primera, al tiempo que es el único jugador del equipo con alta probabilidad de estar en el Mundial de Rusia.

-Su vida ha cambiado en un año y medio. En enero de 2017 volvía al filial sin grandes expectativas y hoy tiene una de las plazas de extracomunitario en el Granada.

-Fue un cambio muy rápido. Se ha cumplido lo que quería, que es estar en el primer equipo. Antes me tocó ir cedido a mi país y volví por un tema personal. No sabía ni siquiera si iba a tener ficha. Estuve en el 'B' durante unos meses y me fui muy bien. Tuve confianza y oportunidades. Regresé de las vacaciones después para trabajar con el primer equipo pero con muchas trabas. No había sitio libre para otro extranjero -se encontraba ya Adrián Ramos (colombiano) y se había cerrado la llegada de Machís (venezolano)-. El club hizo de todo para que me quedara. Un compañero, Machís, contribuyó a ello -Machís se hizo pareja de hecho con su chica, granadina, y adquirió los derechos como nacional-. Gracias a todos estoy aquí y también en mi selección. Supuso muchos viajes y esto provocó que me costara ganarme un puesto de titular en Granada. Ahora participo mucho y me siento bien.

«Me gusta mucho esta ciudad. La afición se involucra y es algo muy bonito de ver»

Granada

-¿Holanda, donde hicieron la pretemporada, fue la clave para convencer a la dirección?

-Sí. Que fuera se decide el último día. Venía sabiendo que haría la pretemporada pero sin saber si tendría sitio en la plantilla. Al principio pensaron que no, que tenía que entrenar pero mi futuro no estaba claro por el exceso de cupo. En Holanda me fue muy bien. Sin ello quizás ahora estaría cedido o incluso desvinculado del club porque tenía solo un año de contrato más. El míster -Oltra- metió mucha presión con mi tema y al final todo salió el último día de mercado. Se trabajó bien en los despachos y renové mi contrato hasta 2020.

-Ahora está luchando por cumplir el sueño de Granada y subir a Primera división.

-Lo principal es ascender. Llegar a esa categoría, poder jugar y hacerme un nombre en esta ciudad, que me gusta mucho.

-Tuvo la mala suerte de lesionarse en el hombro con Perú ante Argentina, en octubre. Le dejó fuera de los terrenos y luego le costó recuperar el sitio.

-Estuve casi dos meses hasta estar bien y me impidió competir. Ahora me ha tocado viajar menos y por eso he tenido más continuidad, aunque tengo que ir con Perú en marzo. En el tiempo que esté aquí, voy a intentar ayudar al máximo a mi equipo.

«Es casualidad que saliera y se volteara el resultado. No soy un mago ni Messi pero sí siento que aporté»

ACTUACIÓN EN CÓRDOBA

-Ha evolucionado en su juego. En su primera etapa en el Granada B se le observó como mediocentro organizador pero ahora Oltra insiste en usted como mediapunta.

-Me siento más cómodo como mediocentro, al lado del pivote, pero al entrenador le gusto más como mediapunta. También me encuentro bien ahí, he actuado en ambas posiciones. De pequeño me desarrollé de enganche y luego fui un poco para atrás. En el 'B' también pasé por la mediapunta e incluso la banda. En Perú me emplean de mediocentro. Me he adaptado a todo.

-Hay una complicidad que se percibe con Machís. Son muy amigos fuera y además parece que son la alegría del vestuario. Que son grandes bromistas.

-Es fundamental que nos llevemos bien fuera y dentro. No todos podemos estar siempre juntos fuera de los entrenamientos. Con Darwin hay una relación especial. Lo conozco hace muchos años. Somos de los pocos que quedamos de aquella etapa en el filial. Nuestra relación era así siempre. Nos ha tocado hasta enfrentarnos con las selecciones. Hay una amistad. Es mi hermano del fútbol. Tengo amigos en muchas partes pero él es el mejor de ellos. También me llevo muy bien con Matheus, que estuvo con nosotros en el 'B'.

«Es un ejemplo para mí y Machís. Todo lo que él ha vivido, lo transmite. A veces es muy 'renegón'»

ADRIÁN RAMOS

-El otro día, en Córdoba, le toca revolucionar el partido, en un encuentro que se había puesto difícil y en el que a lo mejor pesaba los casi cuatro meses sin ganar fuera.

-Soy un jugador al que los momentos difíciles le gustan muchísimo. Cuando las cosas están mal, más ganas tengo de estar ahí. Siento poco el nerviosismo y la presión. En el caso de Córdoba, actuando de visitantes, con mucha gente en el estadio, no sentí nada negativo. Me dediqué simplemente a jugar. Me tocó salir en un momento complicado. Es casualidad que saliera y el partido se volteara. Me tocó estar pero solo eso. No soy un mago ni soy Messi, pero sí siento que aporté. Es mérito de todo el equipo. Los que empezaron el partido y los que lo acabaron.

-¿Crees que había un problema anímico en los desplazamientos?

-Pienso que siempre jugamos bien, buscando ganar, con las máximas ganas. Pero a veces las cosas se complican, no todo puede ser perfecto. En casa nos va muy bien; fuera, mal, pero no quiere decir que lo hagamos peor. La afición quiere más, es normal. Nosotros, también, pero las cosas no salen siempre como uno quiere. Lo malo también nos sirve para aprender y corregir. Pienso que lo acumulado nos ha sumado para ganar en Córdoba y esperemos que sigamos así para crecer como equipo, también por los seguidores. Me gusta mucho el Granada por esto. La afición se involucra y es algo muy bonito.

-Habla de Machís como un hermano pero da la impresión de que también hay una relación especial con Adrián Ramos.

-Sí, le 'molesto' mucho (bromea). Le digo que es un viejo, que es muy 'renegón' y que tiene más de 32 años, que acaba de cumplir (risas). Aparte de ser una persona mayor en comparación a nosotros, le digo que es un tipo muy serio. En realidad es una buena persona y a veces también bromista. Nosotros le consideramos un ejemplo. Todo lo que él ha vivido, nos lo transmite. No solo un día, sino todos. Siempre viene con algo sobre lo que tenemos que hacer tanto en el fútbol como en la vida. Tiene mucha experiencia, una gran carrera, un nombre en su país y en Alemania. Se lo está ganando aquí. Lo respetamos muchísimo. Es bonito que alguien con tantos logros comparta consejos. Lo valoramos al máximo.

«Siempre hemos estado unidos. Todos hablamos el mismo idioma y nos llevamos muy bien»

EL VESTUARIO

-Tres victorias seguidas han devuelto la confianza en el club. ¿Cómo ha estado el ambiente en el vestuario?

-Siempre ha estado bien. Tenemos una plantilla muy unida. Todos hablamos el mismo idioma, lo cual ayuda, y nos llevamos bien. Lo mejor de todo es que hay mucha humildad. Algunos con experiencia y otros jóvenes, que estamos empezando. Tratamos de juntar todo esto para poder ser un gran equipo. Es un grupo disciplinado. Somos amigos y esto es una clave.

-¿Ha hablado recientemente con el seleccionador de Perú, Ricardo Careca?

-Ahora en marzo hay amistosos y toca convocatoria. Este domingo estará en Los Cármenes, viene a verme ante el Alcorcón. Es algo bueno que antes de las convocatorias esté presente. Ya lo hizo en tres ocasiones antes. Hablaré con él y espero estar citado. Lo intentaré hacer lo mejor posible en mi trabajo para poder formar parte de la convocatoria y en el Mundial.

-Probablemente sea el único jugador del Granada con posibilidad real de estar en Rusia 2018.

-Sí, es algo que desde pequeño soñé, que a cualquier futbolista le ilusiona. Ramos también tiene la posibilidad de ir con Colombia. Si estoy yo, espero hacer las cosas bien para dejar en alto el nombre de Granada también. Es mi institución y el club al que pertenezco. También por mi país. Es importante y me emociona.

-El fastidio viene porque se puede perder alguno de los últimos partidos de Liga, no digamos una hipotética fase de ascenso.

-Quiero estar en el Mundial, como cualquiera. Sé que estando me perdería algunos partidos con el club. Es un pequeño problema. Estoy convencido de que los futbolistas que se quedarán aquí en el momento clave van a hacer todo lo posible. Yo, desde donde esté, voy a hacer mucha fuerza para que sea así.

-Lo que se ha vivido con su tío (Paolo Guerrero, suspendido por dopaje a la espera de recurso) le habrá afectado como familiar.

-El tema de Paolo fue complicado. Un golpe duro para el país. Ya está solucionado. Creo que podrá jugar en marzo así que estará en el Mundial, pues es el capitán. La gente está feliz porque había sido un castigo muy amplio. Creo que es inocente. Se redujo a seis meses, que se puede manejar mucho mejor. Por eso sé que estará en Rusia.

-Empecé preguntándole por lo ocurrido al volver a España hace un año y medio. Ahora le pido que mire al futuro y conjeture sobre cómo se ve en agosto de 2018.

-Dios quiera que pueda haber estado en el Mundial y aportado mucho al Granada para que ascienda. Mi objetivo es subir con el club a Primera división y llegar a Rusia. Poder tener minutos en el campo y aportar a mi selección. Y luego, que mi futuro vaya mejorando poco a poco.

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