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Juanan Entrena muestra conformidad en las instalaciones del NK Rudes de Croacia. J. E.
El granadino que se fue a Zagreb
Granada CF

El granadino que se fue a Zagreb

Entrena vive una aventura 'mística' en su paso por el NK Rudes, que va último | Al exrojiblanco, cuyo pase es del Alavés, le llama la atención la influencia de la religión en el balompié croata, más allá de misas y rezos

Sergio Yepes

Granada

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Jueves, 16 de noviembre 2017, 00:59

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«Al principio me sentí un poco extraño, me lo tomé un poco a risa. Y me dije: 'hostia, esto es algo nuevo'. Pero bueno, te acabas acostumbrando. Y al final, de todo se aprende». Al rápido extremo de Huétor Tájar Juanan Entrena (19/05/1996), este mismo que se reconoce como «católico», pero no como «practicante», le está llamando poderosamente la atención que su paso por el NK Rudes de Croacia esté presentando claras connotaciones religiosas. A lo largo de su estancia en las categorías inferiores del Sevilla, del Barcelona o del Espanyol, este pelotero de velocidad y desborde nunca se vio en la tesitura «de acudir a misa» como hace ahora «en vísperas de los partidos más difíciles que jugamos fuera». Pero es que ni siquiera en un curso de tanta necesidad como el que vivió hasta mediados del mes de mayo en el Granada llegó al vestuario y vio como en la actualidad que «antes de jugar, algunos compañeros se ponen a rezar».

Ahora bien, que de esta singular manera esté pudiendo refrendar que el peso de la religión allí no le causa ninguna revolución interior ni le impide seguir centrado en su objetivo. A casi 2.500 kilómetros de casa quiere «conocer una nueva cultura». O incluso, «aprovechar» para mejorar sus conocimientos «en inglés». Pero sobre todo, demostrar que «tengo capacidad para poder formar parte del Alavés», que es justamente el equipo que lo envió a competir a otra Primera división «distinta a la que ya conocía».

Proyecto en crecimiento

Declara entre risas que «por ahora no necesito ayuda divina» y el hecho de que haya disputado ya once partidos -siete en condición de titular- en los que encima marcó dos goles le da pie para pensar que por una vía más terrenal acabará haciéndose hueco en la entidad con la que firmó contrato hasta el 30 de junio de 2020. Dios mediante, claro.

Al aceptar formar parte en régimen de cesión del NK Rudes, un equipo que representa a la barriada del mismo nombre que está situada «a cinco minutos del centro» de Zagreb, Entrena se embarcó en una aventura que zigzaguea entre la dificultad y el desafío. Recuerda que los inicios fueron complicados por «irme tan lejos de casa, encontrarte con otro idioma y no poder comunicarme mucho». Ahora bien, el hecho de que «se vinieran conmigo mis padres», que esté «dando clases de inglés durante tres días a la semana» o que «sean españoles el entrenador -Iñaki Alonso- y un par de compañeros -Antonio Cristian y Arturo Segado- me facilitó la adaptación». Y también, el poderse acomodar en un conjunto conveniado con el propio Alavés y con «poca experiencia en categorías superiores», pues fue en mayo «cuando logró ascender por primera vez en su historia» a la Pvra NHL, el equivalente a la LaLiga Santander.

Ha disputado once partidos, siete de ellos como titular, marcando dos goles hasta la fecha

Sin duda, una circunstancia tan llamativa como inesperada que explica que «sea ahora cuando la gente se esté animando a vernos», acudiendo entre «cinco y diez mil personas a los partidos que jugamos en casa». O incluso también, que tras el tránsito de quince partidos el NK Rudes sea colista de una clasificación con diez equipos, lo que les hace afrontar en posición de desventaja «el objetivo de la permanencia» que tienen encomendado. Y además, «la fuerte rivalidad local que existe con el Lokomotiv y el Dinamo», que son conjuntos también representativos de Zagreb.

No obstante, el granadino no se siente perdedor pues «el proyecto del Rudes se encuentra en crecimiento». De hecho, «está trabajando muy fuerte para profesionalizarlo todo» y como muestra de ello queda «una ciudad deportiva que está muy bien».

Y claro, eso le motiva en su afán por «seguir creciendo como jugador». Por demostrar que «tengo sitio en la Primera» de España al par que se empapa de los sistemas culturales de prácticas y comportamientos autóctonos.

Juego «físico y correoso»

Según el censo más reciente, el 87'8 % de la población croata se confiesa católica. Y eso es algo que tiene trascendencia en un fútbol que «quizás sea de menor nivel» que el que se practica en España y se caracteriza principalmente por «ser muy físico y correoso». 'En todo lugar están los ojos del Señor, observando a los buenos y los malos', se señala en los proverbios de la Biblia, y a juicio de Entrena no hay mayor realidad que esa en su día a día a los pies del monte Medvednica.

«Aquí vas por la calle y te encuentras muchas iglesias. La gente es muy religiosa. Y algunos de mis compañeros, también», revela quien así se ha visto partícipe de contextos que le resultan francamente novedosos. «En las horas previas a los partidos hemos ido a misas que organizan el club o los capitanes. Y cuando vamos a comer, o estamos en vestuarios antes de salir a jugar, también hay quien reza», explica quien «respeta estas costumbres y creencias» pero a la vez reconoce que «no van conmigo».

Pese a la popularidad que va tomando el Rudes, Entrena advierte que «todavía no me han parado por la calle para pedirme una fotografía o un autógrafo», lo cual es síntoma de que «aún no soy reconocido». Pero si algún día explota y se le agolpan las multitudes tiene claro que no habrá sido precisamente por salir al encuentro de Dios. Advierte que «yo soy más de ponerme los auriculares y escuchar música» cuando sus compañeros de vestuario están en «su particular ritual» y así sólo se encomienda a la magia que surja de sus botas para seguir tendiendo puentes de fe hasta Vitoria.

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