Aquí no hay quien gane

Comenzó el Tenerife manejando el balón a su antojo, siendo el dueño de la posesión pero creando poco peligro ante la portería defendida por Javi Varas. Fue el Granada el que a balón parado sacó petróleo en sus primeros acercamientos al área canaria. Pedro casi sorprende a Dani Hernández con un lanzamiento de falta y en el córner posterior a esta acción el extremo alicantino sí que sorprendió a la zaga rival al poner el balón en el corazón del área, en donde Ramos se anticipó a su marcador para empujar el balón a gol. Junto a Pedro había un jugador del cuadro nazarí esperando su saque en corto, por lo que la sorpresa para el cuadro de Pep Martí fue mayúscula.

El equipo local intentó reponerse de ese mazazo pero el Granada estuvo serio en defensa y Machís muy incisivo en ataque, demostrando que ha venido más entonado tras su convocatoria con la selección de Venezuela. Brian Martín tuvo la única ocasión medianamente clara del equipo chicharrero al rematar de tijera un centro desde la izquierda (m.28), pero su disparo se marchó alto. Por su parte, el también tinerfeño Suso Santana se jugó la segunda amarilla en el minuto 44 con una fea entrada sobre Machís que el colegiado no entendió que fuera merecedora de amonestación.

En la segunda mitad Martí movió el banquillo y su apuesta por los hombres de refresco no pudo salir mejor. Tuvo el encuentro una fase plana, sin nada trascendente que alterara los acontecimientos pero tras la expulsión – en el 65- de Suso Santana el Tenerife no se vino abajo sino que siguió buscando con fe el tanto del empate. Lo consiguió en otra acción a balón parado: una falta magistralmente ejecutada por Aitor Sanz, que Jorge Sáenz peinó al área pequeña, donde Longo empujó el balón a gol sin apenas oposición (1-1). El Granada, en superioridad numérica, buscó el triunfo pero el Tenerife tampoco renunció a él y corrió riesgos a pesar de jugar con uno menos. Sergio Peña y Víctor Díaz gozaron de buenas oportunidades para adelantar de nuevo al equipo de Oltra pero fue Longo el que, como conductor de una peligrosa salida a la contra, destrozó a la zaga rojiblanca antes de ‘regalar’ a Malbasic el 2-1 con el tiempo ya cumplido.

Al Granada no le quedó otra que volcarse en busca del empate y la suerte esta vez se puso del lado de los andaluces pues un balón al área de Menosse fue desviado por Jorge Sáenz hacia su propia portería (2-2). El tanto del empate terminó siendo la última jugada de un partido alocado que fue el cuarto consecutivo que el Granada no gana en liga, el quinto de esta temporada si se cuenta el batacazo ante el Zaragoza en Copa del Rey. El margen de mejora de los rojiblancos sigue siendo muy amplio.