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Espinosa camina sobre las aguas
Granada CF | La resaca

Espinosa camina sobre las aguas

El equilibrio del centrocampista talaverano está resultando clave y ha conseguido que no se eche de menos a Sergio Peña

Rafael Lamelas

GRANADA

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Martes, 7 de noviembre 2017, 01:14

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1. Hay dos argentinos, en los que no se repara demasiado, que han influido en que Javier Espinosa se consolide como el mediapunta del Granada. Uno es Ricardo Gareca, seleccionador peruano, que convocó a Sergio Peña en la anterior ventana para los combinados internacionales a primeros de octubre, cuando este era titular estable con los rojiblancos, justo después del partido en Alcorcón, consciente de que la Liga en Segunda no para.

2. El otro albiceleste con incidencia es Lucas Biglia, cuya violenta carga contra Peña, en el Argentina-Perú de clasificación para el Mundial, lesionó en el hombro al ‘22’ nazarí, lo que le mantuvo maltrecho hasta la semana previa al choque del Granada ante el Lorca. Tiempo de baja que ha aprovechado Espinosa para consolidarse.

3. Peña se quedó ese día en el banquillo, sin minutos. Al Sadar viajó pero fue el descarte de la lista de 19. José Luis Oltra decidió mantener la confianza sin discusión en el talaverano, quien ha impulsado a la escuadra desde el enganche, posiblemente cuajando su actuación más convincente hasta la fecha frente al Osasuna. Beneficiado de un Granada mejor engrasado en todas las líneas. Peña se vuelve a ir con su país y aplazará cualquier oposición.

4. Espinosa ha sido tratado con tacto por parte de su entrenador y poco a poco está extrayendo de él su mejor despliegue. Empezó el campeonato como titular, en los dos primeros encuentros. Una fase sin los ajustes precisos que penalizó sobre todo a los medios. Se cayó del cartel ante su aparente irregularidad, condicionado por la intención del entrenador de ubicar juntos a dos delanteros: Joselu y Ramos. Renunció al enlace y Espinosa quedó postergado en la suplencia. Hasta llegó a quedarse fuera de varias expediciones. No voló a Tenerife y decepcionó como revulsivo en Zorrilla. Regresó a la grada y así contempló los triunfos ante el Córdoba y el Alcorcón, los primeros de la campaña.

5. Peña se fue con Perú y surgió la duda sobre quién sería el beneficiado para acoplarse junto a los elegidos. Daba la sensación de que Kunde estaba apretando más en los minutos que disputaba y que hasta Puertas podía albergar alguna esperanza, si Pedro se iba hacia dentro. Oltra tiró de lógica y colocó al que más se parecía futbolísticamente al joven de Lima. Espinosa recibió el indulto ante el Lugo, marcó un gol y la racha de la escuadra continuó. Sólo se alteró unos días después, en Tarragona ante el Nástic, pero el ‘24’ fue reservado y apareció únicamente en el campo durante los últimos minutos de la derrota por 0-2. Regresó tras la jornada entre semana ante el Oviedo. Tres victorias y un empate desde entonces.

6. Más allá de los números, lo que sí se aprecia es su contribución a un modelo más proclive a gestionar el balón, una buena noticia tras las evoluciones tan frontales del principio del torneo. El Granada amplía así el repertorio del conjunto, que durante muchos lances creció sobre las carreras de Machís y el guante de Pedro, generalmente a balón parado. Quizás fuera en Los Pajaritos, en otro estadio complicado donde no se había impuesto ningún visitante, en donde se apreció por primera vez la vigencia de los pivotes. Ángel Montoro, que ya había dejado trazos seductores ante el Oviedo, galvanizó a los suyos con una de las mejores asistencias del curso y, sobre todo, dando calma y mesura a las sucesiones de pases. Soria tuvo un tramo generalizado en valle en la segunda mitad con dominio nativo que no se reprodujo en tierras navarras.

7. Esto lo facilitó la aparición de Espinosa en lugares incómodos para el Osasuna. El 4-4-2 de los de Diego Martínez se agarró a dos timoneles muy rígidos como Tienza y Torró, en ausencia del sancionado Fran Mérida, más creativo. Espinosa se metió entre ambos, estrechando el triángulo de superioridad que formó con sus compañeros Montoro y Alberto Martín, instaurando una sociedad solvente. El de Don Benito emergió con una labor pulcra por atrás, sin que se echara de menos a Baena. Como dijo el propio Diego Martínez, tres tipos con buen pie, que hacen mejores a los rojiblancos. Un equipo que se ha levantado pegando fuerte y aguantando muchos pasajes sin el balón y que ahora diversifica las posibilidades con este en posesión.

8. Quizás quien ha perdido protagonismo es Pedro, salvador en tantas otras citas. Su fantástico estado de forma fue despertando la atención de los contrarios, como pasa también con Machís. Lo que no estaba siendo normal era su efectividad en los disparos a meta, su papel crucial en las acciones de estrategia. Este Pedro sigue siendo importante para el colectivo aunque es más terrenal. Al final, lo importante, como recuerda Oltra, es saber aprovechar los momentos de claridad individual de cada futbolista. Seguramente ahora le va a tocar a otro acaparar los focos, lo cual no significa que el alicantino cambie el paso y abandone el ‘once’.

9. Pedro, además, no tiene un hombre de banda que le tosa en la actualidad. Más apretada está la cosa en el ataque, donde pugnan tres para un puesto. Joselu volvió a derrochar energía en la disputa y aunque lo intentó con ahínco, se quedó sin anotar esta vez. No lo tuvo sencillo ante Aridane y Oier. Le relevó Manaj, que sigue arrojando sensaciones positivas. Pasaba por ser un ‘pecho frío’ y resulta que pelea mucho. Su corpachón le permite anticiparse en las disputas, lo que alivia al resto cuando Joselu desfallece. Pero el que aguarda su oportunidad de engrandecerse es Adrián Ramos. No era este el mejor lance para recobrar confianza tras su lesión. Quizás tenga espacio durante el encuentro ante el Sevilla Atlético. Cuando adquiera ritmo, la competencia será feroz en vanguardia.

10. El liderato actual no sería viable sin la extraordinaria fortaleza defensiva. La llegada de Chico Flores ha servido de argamasa para una zaga que anula a los ataques contrarios. Un todo tan homogéneo que no se añora a Germán Sánchez, que espera turno. Igual que le pasará a Peña cuando retorne. Espinosa se lo ha currado. Su papel recordó al de Orellana hace años, el curso del ascenso, en un partido en Ponferrada bajo un diluvio, cerrado con otro 0-0. Espinosa también camina sobre las aguas con gracilidad y aunque está lejos del techo que alcanzaría el chileno tiempo después, cuando abandonó la camiseta de rayas horizontales, también carece de las absurdas irresponsabilidades en las que incurría el que apodaban como el ‘Poeta’. Tras aquella fenomenal actuación en tierras leonesas, fue expulsado por protestar al árbitro.

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