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Domingo, 19 de noviembre 2017, 18:38
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El brazalete de capitán volverá a rodear el brazo de Raúl Baena en un lugar gélido. Sus dotes de mando tendrán que prevalecer en León ante la ausencia de Montoro en el centro del campo. El malagueño ha cumplido el reto que se impuso esta misma semana y que deslizó a este periódico el lunes. Por falta de dedicación o ganas no sería. Enfocó su mirilla al partido de hoy, acortando su recuperación unos días con respecto a la previsión de un mes fijada tras su lesión en Soria. Había que darse un poco de prisa ante la baja del cerebro de la plantilla. Baena ha sido un alumno aplicado con el médico y los fisioterapeutas. Su cuerpo ha evolucionado bien. Formará pareja con Alberto Martín, el que ha sido su sustituto en estos encuentros. Una pareja de rigor posicional, no tan imaginativa como supone la presencia del sancionado Montoro, pero sí estable ante un contrario que gusta de hipnotizar con la posesión. El dique con el que quieren contener ese fútbol asociativo de la Cultural Leonesa, el recién ascendido que, con altibajos, trata de enamorar al balón.
Baena es la solución para la medular que responde a la lógica de Oltra, siempre que estuviera sano. Regresa en el momento más oportuno, ante dos citas, esta y la del siguiente domingo ante el Huesca, que calibrarán si lo ocurrido ante el Sevilla Atlético fue uno de esos típicos resbalones de la categoría o si destaparon alguna arruga invisible. Ambos compromisos, sin Montoro. El entrenador palió el único encuentro anterior sin él de inicio, en el Heliodoro Rodríguez López frente al Tenerife, con el de Torrox y con Martín, a sabiendas de que ninguno alcanza el rango arquitectónico del valenciano pero que bien pueden cumplir como aparejadores.
El ofrecimiento de Espinosa bajo esa guisa sólo servía para tapar un agujero algo más atrás y destapar otro delante, en la mediapunta, el lugar en el que el talaverano exhibe su mejor cartel. El permiso a Sergio Peña, que llegó ayer tras los festejos de la clasificación de Perú y no se ha entrenado con los demás, eliminó otra posibilidad remota para la elaboración, como hacía en tiempos del Granada B, si bien Oltra aún tiene dudas de esta reubicación del enganche en la sala de máquinas.
El panorama sólo libraba otra alternativa en el horizonte, además de la de Baena. Se trataría de colocar ahí a Kunde, bien como organizador o como volante, con Espinosa más próximo al pivote en esta derivada, en un 4-1-4-1 que se ha empleado en algunos pasajes del campeonato, durante los partidos, y con el que se ensayó en pretemporada. El entrenador parece valorar este giro como una solución ofensiva por si las cosas se tuercen en el Reino de León.
Así se armaría el mecano en la parte ancha, aunque el mayor estímulo para la escuadra estará en la banda izquierda, con el retorno de Darwin Machís. Tras la distracción que supuso el amistoso de Venezuela celebrado el pasado lunes, por el que se tuvo que perder el duelo ante el filial hispalense, el gran reclamo atacante del Granada estará en tierras castellanoleonesas para amargar al lateral derecho de la Cultural, que puede ser Iza. Brotan tantas llegadas, disparos a puerta y saques de esquina de sus cabalgadas que hasta cierto punto es normal que se le añore tanto y que tampoco cuente con un sustituto tan acreditado.
No hay más enroques previstos, toda vez que de nuevo Adrián Ramos está fuera de la convocatoria. En esta ocasión supeditado a la precaución de que no ocurriera ningún percance tras su segunda lesión muscular de lo que se lleva de temporada, tercera situación que le deja convaleciente desde el verano ajetreado que acaeció con su amago de marcha. Aunque hay sectores que dudan de su integridad, todos los mensajes que se lanzan desde el club, incluido el suyo propio, indican que el primer fastidiado con tanto parón es él mismo, que está deseando vestirse de corto y demostrar sus cualidades. Es cierto que a la paz social contribuiría un anuncio decidido de continuidad hasta final de curso por su parte.
La Cultural Leonesa lleva nueve partidos sin ganar pero los rojiblancos han de tener cuidado con estos registros que invitan al exceso de confianza. Ya pasó con el Sevilla Atlético, que no conocía la victoria. En el caso de los leoneses, en esa racha hay seis empates. El último triunfo que conquistaron llegó en su feudo ante el conjunto que mantiene el liderato con solidez, el Huesca. Un buen aviso para navegantes. La falta de puntería pero sobre todo los errores atrás lastran a los de Rubén de la Barrera, que ha hecho terapia de grupo y que ha buscado el apoyo de la afición incluso en sesiones de entrenamiento.
Como pasó en Soria, los nazaríes contarán con el aliento de su presidente, John Jiang, tras ser designado esta misma semana con el mismo cargo en el Parma italiano, del que ya tenía la mayoría accionarial. Tras dos jornadas sin éxito completo, con el empate en El Sadar y el patinazo en Los Cármenes, se abre un domingo para ratificar aspiraciones o para el diagnóstico de alguna preocupación. Así, entre vaivenes, se surca esta Segunda división. El Granada toleró mal que no estuviera Machís. Ahora tendrá que sobreponerse a que esté castigado Montoro.
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