Edición

Borrar
Lo básico para el día de mañana

Lo básico para el día de mañana

La Plazoleta ·

No hay necesidad de que el presidente y máximo propietario viva en Granada siempre que la jerarquía esté clara y alineada. Una dirección transparente no mete goles pero da calma al club y al entorno

Rafael Lamelas

GRANADA

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Sábado, 12 de mayo 2018, 01:35

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

No es fundamental que el máximo accionista de un club habite en la ciudad en la que juega al equipo, aunque sea también el presidente. Choca, puede llegar a ser aconsejable, pero entra dentro de los extraños y modernos tiempos que vivimos, en los que acceden a estos cargos personas que no tienen por qué ser nativos, ni siquiera expertos en este deporte. John Jiang no lo es, aunque le pueda apasionar, esté aprendiendo cómo gestionar –aquí por ahora tropezar– y su verdadero negocio, el márketing, se relacione intensamente con el fútbol ahora. Pero la entidad en sí puede funcionar perfectamente sin su presencia, siempre que la jerarquía esté bien delimitada y alineada. Esto no sirve para meter goles pero sí da calma interna –en las oficinas– y externa –de cara al entorno–. Todo se arma mejor.

Lo básico es que no sea necesario que haya gente en la sombra. Fue un error consumado que Pere Guardiola asumiera este rol sin dar la cara en el pasado y está ocurriendo algo parecido con David Belenguer, que se deja ver en algunos partidos sobre todo fuera de casa. Aunque sus atribuciones en el grupo Hope sean más elevadas, no es lógico el oscurantismo.

Otro tanto está ocurriendo con Antonio Cordón, que faena por la ciudad deportiva, baja a los entrenamientos y dialoga con futbolistas o técnicos sin que todavía se le permita, como a Belenguer, que pueda ser interlocutor válido ante los medios, aunque no esté en nómina del club y sí de Hope, empresa que se iba a presentar antes del final de 2017 y que todavía no ha celebrado ese gran acto público enMadrid.

Es clave que el vicepresidente Kangning Wang aprenda bien a hablar español tras más de un año aquí y estudie que a veces la mejor solución no es la más sangrante, como impulsó la campaña pasada. Es esencial que el también vicepresidente y consejero Ignacio Cuerva defina sus verdaderas atribuciones, porque tras un supuesto aumento de responsabilidad sigue en un aparente papel gregario, una pantalla local. Jiang le propuso abandonar un tiempo sus empresas y dedicarse en pleno al Granada, pero él lo rechazó. Quizás esto motivó que no ejerza ese papel preponderante que se le auguraba.

Se hace necesario que se exhiba si el director general, Antonio Fernández Monterrubio, y el director deportivo, Manolo Salvador, gozan de la plena confianza del grupo, sobre todo en el caso del segundo, con el que puede haber cuestionamiento por la trayectoria acaecida. Si finalmente se le mantiene en el cargo, tendría que ponerse a planificar cuanto antes. En caso contrario, sería bueno –incluso para él– que se le buscara cuanto antes un sustituto, sea del grupo o de fuera.

Cuanto más alto quede el equipo en la clasificación, mejores ingresos de TV para la próxima campaña

Quizás todo esto esté más claro de lo que parece y esté todo hablado de puertas para dentro, pero si no lo sacan a la luz el club seguirá adoleciendo de esa falta de transparencia que contamina esta etapa ya de por sí complicada ante la posibilidad real del segundo fracaso consecutivo sobre los terrenos de juego.

Queda como crucial que el nuevo entrenador y los futbolistas agoten las posibilidades de remontar en la clasificación. No sólo por intentar acceder a las eliminatorias, sino porque cuanto más alto quede el Granada, mejores ingresos televisivos habrá, un factor fundamental para establecer el tope salarial de la plantilla. Uno de los encajes de bolillos si no hay ascenso, pues ya no estará la ayuda que sí recibirán Málaga, Deportivo y Las Palmas.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios